Hacer fuerte lo d¨¦bil
En los ¨²ltimos d¨ªas ha irrumpido la discusi¨®n sobre el estado de la econom¨ªa andaluza. En efecto, mientras los 20 a?os de autonom¨ªa han supuesto la consolidaci¨®n del sector p¨²blico andaluz, mediante el aumento de la prestaci¨®n de los servicios, su equiparaci¨®n a la media nacional y la extensi¨®n de las redes de intercomunicaci¨®n; el sector privado ha manifestado una debilidad que ha impedido la equiparaci¨®n de los andaluces en materia econ¨®mica y que debe ser objeto de uno de los debates m¨¢s profundos en lo relativo al salto que debe suponer la segunda modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa. De hecho, basta repasar el texto del documento base de la Conferencia que el PSOE de Andaluc¨ªa va a celebrar la pr¨®xima semana en Granada para apreciar la relevancia que los socialistas damos al concepto de emprendedor, a la actividad empresarial, a la competitividad, etc¨¦tera.
No obstante esta preocupaci¨®n, que para nosotros es pilar b¨¢sico del debate modernizador, es evidente que no podemos compartir los an¨¢lisis realizados por la CEA. De hecho, resulta del todo parad¨®jico que se argumente que el motor de la econom¨ªa lo constituye la iniciativa privada en sus m¨²ltiples formas sociales (sociedades, aut¨®nomos, cooperativas, etc¨¦tera) y a la vez se recurra a la pretendida falta de empuje del sector p¨²blico para justificar la carencia de iniciativa privada (?en qu¨¦ quedamos?).
La iniciativa p¨²blica puede promover la cultura emprendedora, puede cubrir algunos riesgos de las inversiones iniciales, puede incentivar el autoempleo, etc¨¦tera, y en ello es eficaz, sin embargo no puede sustituir a la iniciativa privada. El sector p¨²blico andaluz se ha encargado de formar al m¨¢s alto nivel a una nueva generaci¨®n de andaluces, dotando a la econom¨ªa andaluza del mayor potencial de capital humano jam¨¢s dispuesto, y ha tejido la mayor red de infraestructuras p¨²blicas de la historia, equilibrando el territorio y dotando a la econom¨ªa de capital p¨²blico. Adem¨¢s est¨¢ comprometido en que esas dotaciones de capital humano y f¨ªsico sigan aumentando en cantidad y, fundamentalmente, en calidad, y afronten el reto de la globalizaci¨®n. Si eso es as¨ª, y adem¨¢s se ha hecho con el benepl¨¢cito de los agentes sociales empresariales y sindicales, creando un entorno de estabilidad social, a qu¨¦ buscar las culpas en lo p¨²blico de las carencias privadas.
Cierto que han existido carencias, en la mayor¨ªa de los casos imputables al Gobierno central (las consecuencias financieras del no reconocimiento de la poblaci¨®n, ni de la deuda hist¨®rica, la venganza presupuestaria en materia de inversiones en agua, carreteras, ferrocarriles...). Y cierto que ¨¦stas se han manifestado en el deterioro a corto plazo de la producci¨®n per c¨¢pita relativa. Pero tambi¨¦n es cierto que en los ¨²ltimos a?os Andaluc¨ªa ha crecido, ha creado m¨¢s empleo y ha reducido el desempleo m¨¢s que la media. Y todo ello en un entorno de importante crecimiento de la poblaci¨®n. Como ya tuve ocasi¨®n de exponer hace poco tiempo en este mismo diario, el crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os se ha basado en el incremento de la poblaci¨®n ocupada, que ahora requiere de una capitalizaci¨®n para aumentar la productividad y consolidar el potencial crecimiento de la producci¨®n. Misi¨®n ¨¦sta en la que quien tiene el papel fundamental es el sector empresarial de la econom¨ªa.
Y no consiste s¨®lo en la ecuaci¨®n lineal simplista que plantea la CEA de m¨¢s empresas m¨¢s producci¨®n, sino tambi¨¦n en la reinversi¨®n de beneficios para capitalizar las empresas, en la disminuci¨®n de la especulaci¨®n inversora en activos improductivos como el suelo, en la consolidaci¨®n de un poder financiero andaluz fuerte, en dar valor social y prestigio a la actividad empresarial y a la econom¨ªa social, en generar un sistema de aprendizaje para emprender, en que las empresas destinen recursos a I+D, etc¨¦tera. En definitiva, consiste en que cada cual asuma sus obligaciones desde una perspectiva coherente con la funci¨®n que nos asigna la sociedad, con una actitud ¨¦tica y cooperativa que impida que las discrepancias se transformen en enfrentamientos y que se produzcan exclusiones, y con una mentalidad de labor com¨²n en la que todos los andaluces pensemos m¨¢s en qu¨¦ aportar y menos en qu¨¦ reclamar. Desde esa perspectiva estoy seguro de que mis compa?eros de partido comparten la idea de que, manteniendo una defensa irrenunciable de los contenidos sociales del Estado del Bienestar, vamos a aportar todos nuestros esfuerzos para fortalecer el tejido empresarial andaluz, en la creencia de que la segunda modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa requiere hacer fuerte lo que hoy es d¨¦bil.
Luis ?ngel Hierro es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Sevilla y diputado socialista del Parlamento de Andaluc¨ªa
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