Dos debutantes suben el nivel de talento del festival de M¨¢laga con un filme sobre el mundo laboral
'Smoking Rooms' eclips¨® el oficio c¨®mico de 'El otro lado de la cama'
En el festival de M¨¢laga suced¨ªa que cuando a alg¨²n debutante le daba por experimentar, daban ganas de comprarle una gaseosa. Pero ayer llegaron dos j¨®venes procedentes de la publicidad, Roger Gual y Julio Wallovits, presentaron un filme hecho con dos duros, Smoking Rooms, con un montaje inteligente y actores soberbios, y levantaron el ¨¢nimo de la prensa especializada. Luego vino Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro con El otro lado de la cama y demostr¨® que sabe hacer bien comedias sentimentales, aunque el musical le rechine un poco.
Ambos filmes parec¨ªan a priori complementarios por la desigual carrera de sus responsables: mientras que la ¨®pera prima Smoking Rooms ven¨ªa firmada por dos desconocidos, el argentino Julio Wallovits y el catal¨¢n Roger Gual, la segunda era el regreso del solvente Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro a su terreno: la comedia de enredos amorosos. Pero ambos se comportaron seg¨²n opuestas expectativas.
Cuenta El otro lado de la cama una historia de seis personajes, aunque cuatro de ellos (encarnados por Ernesto Alterio, Guillermo Toledo, una impresionante Natalia Verbeke y una Paz Vega en racha dotad¨ªsima para la comedia) ocupan casi el centro de la acci¨®n. De las infidelidades entre ellos y las coartadas que inventan surgir¨¢ una chispeante comedia que confirma lo interesantes que resultan para el g¨¦nero los papeles femeninos en relaci¨®n con los masculinos. Lo reconoci¨® el director: 'Claro, las mujeres tienen una capacidad intelectual superior'. Eso s¨ª, el filme tiene una pega. Y de bulto. Se desliza hacia el resbaladizo terreno del musical, g¨¦nero en el cual no abundan, en nuestro cine, los especialistas. Y la coreograf¨ªa resulta m¨¢s bien pobre, las canciones, parcas, quiz¨¢ por las dificultades de los actores para hacer de cantantes, de forma que los n¨²meros musicales parecen casi siempre una impostura que dificulta el libre fluir de la acci¨®n.
El mismo realizador admiti¨® que plante¨® a los productores para qu¨¦ hacer un musical 'si la comedia de por s¨ª funcionaba muy bien. Pero luego pens¨¦, ?por qu¨¦ no?'.
Nada de esto ocurre en Smoking Rooms. Hecha desde la m¨¢s estricta independencia, con un elenco de actores superlativos (Eduard Fern¨¢ndez, Antonio Dechent, Juan Diego, Ulises Dumont, Chete Lera...), la pel¨ªcula parte de una an¨¦cdota banal: el esfuerzo de un empleado de una empresa espa?ola recientemente absorbida por otra estadounidense para obtener una sala para fumadores, y as¨ª ahondar en las relaciones laborales actuales. Es directa, congela la carcajada en rictus amargo y, desde ya, se debe tener en cuenta en el palmar¨¦s de esta, por el momento, interesante edici¨®n del festival malague?o.
Adem¨¢s el filme se ha montado con tan poco presupuesto que los actores se hicieron socios de una cooperativa donde s¨®lo saldr¨¢n beneficiados si la pel¨ªcula obtiene favores en taquilla. Wallovits calific¨® el filme como 'una celebraci¨®n de la interpretaci¨®n donde lo pol¨ªtico parte de una opci¨®n est¨¦tica y art¨ªstica'. Y el sevillano Dechent, que est¨¢ que se sale, lanz¨® un recado: 'Me asombra que las pel¨ªculas yanquis muestren cr¨ªmenes atroces y la gente coma palomitas; porque cuando se muestran con verdad las miserias cotidianas humanas reales, te quedas impactado. Ya est¨¢ bien que nos inventen cuentos para sumirnos en el sopor'.
Y es que parece que el festival de M¨¢laga, por fin, est¨¢ saliendo gallito. As¨ª, ayer se comentaban las palabras de Maribel Verd¨² en la gala de inauguraci¨®n -?con qu¨¦ horroroso vestido la present¨®!- para que no se proyecten tantas median¨ªas americanas y se queden 'muchas pel¨ªculas espa?olas de talento sin estrenar'. Y enfrente Pilar del Castillo, vestida tambi¨¦n por su enemigo. Javier Bardem y Jordi Moll¨¤ en lo suyo: desmayando fans. (Mientras, ?ngela Molina se preparaba para el homenaje que recibi¨® anoche de la ciudad de su padre. Ella, como siempre: voz desafinada, esqueleto ¨²nico y mirada imponente).
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