Las encuestas otorgan un 22% de los votos a la formaci¨®n ultraderechista de Le Pen
El l¨ªder del Frente Nacional conf¨ªa en lograr los sufragios de otros partidos neofascistas
Francia, o alrededor de las tres cuartas partes de la misma, se alza para hacer frente al Frente. La pr¨¢ctica totalidad de los medios de comunicaci¨®n, que han ignorado todo lo que los acontecimientos les han permitido la existencia del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, se hacen hoy una pregunta angustiada: ?de qui¨¦n es la culpa? Se refieren a la culpa de que la formaci¨®n xen¨®foba, antieuropea y antisemita del ex paracaidista y pr¨®spero empresario se haya clasificado en la primera vuelta del pasado d¨ªa 21 para disputar el pr¨®ximo domingo la final al presidente saliente, el gaullista Jacques Chirac.
El omnipresente Bernard-Henri L¨¦vy, en funciones estos d¨ªas como tantos otros de intelectual org¨¢nico de la Rep¨²blica, dec¨ªa en televisi¨®n que 'hab¨ªa que votar a Chirac en el mayor n¨²mero posible, para demostrar que no se estaba votando a Chirac'. Con ese gusto y destreza del franc¨¦s libresco por las f¨®rmulas verbales, el fil¨®sofo medi¨¢tico argumentaba que si el presidente vence -de lo que nadie duda- por un 60% a un 40%, el resultado ser¨ªa equ¨ªvoco porque esos sufragios podr¨ªan ser ¨ªntegramente propios de un l¨ªder al que, pese a ello, gran parte de la opini¨®n tiene por un malhechor a causa de su implicaci¨®n en unas cuentas de la alcald¨ªa de Par¨ªs, cuando era su titular, que har¨ªan palidecer al Gran Capit¨¢n, mientras que si el tanteo era de 80 a 20, por ejemplo, estar¨ªa claro que se hab¨ªa votado masivamente contra Le Pen sin dar, por ello, cuartelillo al afable presidente de la Rep¨²blica. Un refer¨¦ndum por la democracia, un sobresalto de la opini¨®n, es lo que pide casi todo el pa¨ªs para cerrar el paso, no s¨®lo derrotar, al candidato de la extrema derecha, y devolverle, dec¨ªa Henri L¨¦vy, 'al recinto del 10% de los votos de donde nunca deber¨ªa haber salido'.
Una encuesta que publica hoy Le Figaro parece dar la raz¨®n a este af¨¢n de hacer frente al Frente. Pero justo para salvar los muebles. El matutino conservador atribuir¨¢ a Chirac un 78% de sufragios contra un 22% de Le Pen, pero con una horquilla de 72 a 81 para el primero y de 19 a 26 para su rival. Chirac obtuvo la primera vuelta un 19,9% y su resultado contra el gran derrotado del 21 de abril, el socialista Lionel Jospin, tercero tras Le Pen con un 16,1%, aun si hubiera ganado, dif¨ªcilmente habr¨ªa sobrepasado el 51% o el 52%; el resto ser¨¢ el 5 de mayo, votos en defensa de la Rep¨²blica. Hasta aqu¨ª, ning¨²n problema. Pero el ultraderechista obtuvo s¨®lo el 16,9%, con lo que el resto hasta ese 22 o m¨¢s por ciento son adiciones que hieren, sufragio a sufragio, a la idea que Francia quiere tener de s¨ª misma.
?A qui¨¦n votar¨ªa usted?
El director de opini¨®n de la empresa encuestadora, Ipsos, Jean-Fran?ois Doridot, asegura que el trabajo es totalmente fiable, puesto que, adem¨¢s de la pregunta telef¨®nica de ?a qui¨¦n votar¨ªa usted? se a?ad¨ªa una especie de juramento hipocr¨¢tico para asegurarse de que aqu¨¦lla era 'la elecci¨®n definitiva' para tratar de evitar, as¨ª, que el voto derivara hacia el sufragio en blanco o a la abstenci¨®n. Un dato, sin embargo, que no resulta, exactamente, confortable es el de que la abstenci¨®n, que ya fue muy alta con m¨¢s de un 28% en primera vuelta, apenas se reducir¨¢ en dos o tres puntos, de forma que en vez de un 71% de votantes, concurrir¨ªan a las urnas este domingo todav¨ªa menos de un 75%. Esos sufragios que faltaron en la primera vuelta, cuando se daban cita vacaciones escolares y un buen tiempo que para la Francia del Norte es de esc¨¢ndalo, pertenec¨ªan virtualmente todos a la izquierda cl¨¢sica, la que se encuentra c¨®moda en un sistema en el que las grandes formaciones pol¨ªticas, el partido socialista y los de la derecha democr¨¢tica, tienen cara de sosias rec¨ªprocos. Y ¨¦sos son, afirma el encuestador, los que van a besar urna dentro de seis d¨ªas. Pero eso no quita que en 1995 votaran en primera opci¨®n el 78% de franceses, y en la ocasi¨®n definitiva, el 80%. Si esos datos se confirman, se dir¨ªa que Francia no acaba de sacudirse su cansancio. El resto de los medios de comunicaci¨®n parece que no va a seguir el juego de las encuestas, porque la opini¨®n pensante de este pa¨ªs est¨¢ segura de que eso es darle aire al candidato aborrecido, situarle en un plano de igualdad con los pol¨ªticos republicanos. Por ese motivo, no ha habido hasta ahora entrevistas con Le Pen en este fin de campa?a.
?De qui¨¦n es la culpa? Francia mira para otro lado, como si los que hubi¨¦ramos votado fu¨¦ramos espa?oles. Pero, si ya en primera vuelta sumamos los votos de Le Pen a los de su ¨ªntimo enemigo Bruno M¨¦gret, que se separ¨® del Frente en 1999 para crear su propio ultra¨ªsmo, llegan a casi un quinto del electorado. Una parte del pa¨ªs que, seg¨²n el periodista Jean-Fran?ois Fogel, no se ha reconciliado nunca con la democracia y que si ahora vota Le Pen porque el sistema, dice, no es capaz de frenar el aumento de la delincuencia, a lo que ataca, en realidad, es al ejercicio democr¨¢tico de las libertades.
Jean-Marie Colombani, director de Le Monde, estima que hay que ir a una refundaci¨®n de la Rep¨²blica, aunque no necesariamente pasando de la V actual a una VI, porque los partidos no expresan suficientemente el estado de la naci¨®n. Hay un repliegue, dice, de Francia que teme a la diversidad, que se encuentra mal en un cors¨¦ hist¨®rico-centralista, y, en ese sentido, esa refundaci¨®n, afirma, tendr¨ªa que inspirarse en el modelo espa?ol de las autonom¨ªas, para hacer la igualdad dentro de la diferencia. El mapa electoral del lepenismo subraya, por otra parte, que su fuerza es fundamentalmente fronteriza, que crece cuando se encuentra en los l¨ªmites extremos del pa¨ªs, cara a cara con el otro. Solamente un poder regional fuerte, a?ade Colombani, podr¨¢ resta?ar ese voto del miedo.
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