S¨¢bato
Al tiempo que en dos salas de Alicante se exhib¨ªa la obra fotogr¨¢fica de Sebasti?o Salgado sobre las migraciones humanas o el ¨¦xodo puro y duro, el escritor Ernesto S¨¢bato daba el pasado lunes, en esta misma ciudad, una conferencia escrita sobre la cat¨¢strofe cotidiana y el mundo que hemos heredado. Una lluvia de aplausos que irradiaba emoci¨®n le abrig¨® hasta el escenario del aula de cultura de la CAM y all¨ª, despu¨¦s de colocar los folios sobre la mesa y ajustarse precariamente el micr¨®fono, elev¨® hasta donde pudo su voz nonagenaria y d¨¦bil y arroj¨® contra la conciencia del respetable nueve razones para el pesimismo: 'La grave situaci¨®n de Argentina no es s¨®lo la crisis de un pa¨ªs sino la de una vasta regi¨®n de la Humanidad'; 'Estamos en la era de la explotaci¨®n del hombre por el hombre'; 'Asistimos al derrumbe de nuestro tiempo'; 'Cada crisis hist¨®rica pone de manifiesto un conflicto esencial de la existencia humana'; 'Nuestra sociedad se ve golpeada por la injusticia y la impunidad'; 'Es una ¨¦poca de confusi¨®n donde no se sabe si alguien es conocido por h¨¦roe o por criminal'; 'Estamos en la fase final de una forma de vida'; 'El hombre se siente exiliado de su propia existencia'; 'Diariamente es amputada la vida de miles de hombres y mujeres'. M¨¢s all¨¢ de la voz, con el coraje y la clarividencia de sus 91 a?os, S¨¢bato se puso a repartir asimismo un dec¨¢logo para la esperanza: 'Todo cambio exige creaci¨®n'; 'La creaci¨®n s¨®lo surge en libertad'; 'Es imprescindible la trasmisi¨®n de grandes valores a nuestros hijos'; 'No se puede permitir que un ¨²nico modelo de sociedad se nos imponga'; 'No resignarse es la forma de combatir la existencia'; 'La vida es un ir abriendo brechas'; 'Queda la esperanza de que el hombre vuelva a alcanzar los valores trascendentales'; 'Todas las desgracias tienen su fruto'; 'El mundo nos da la desdicha, pero tambi¨¦n la plenitud, el amor, la sangre'; 'La vida siempre busca un lugar para volver a nacer'... Y el maestro concluy¨® la lectura, mir¨® a la concurrencia y se enjug¨® los ojos mientras los aplausos engull¨ªan su figura de combatiente eterno, de pensador que camina junto a las gentes del ¨¦xodo, junto al alma de cada desaparecido.
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