?Qu¨¦ oculta Israel en Yen¨ªn?
Human Rights Watch asegura que el Ej¨¦rcito cometi¨® cr¨ªmenes de guerra, pero no ejecuciones sumarias masivas
La ONU no podr¨¢ investigar lo ocurrido en Yen¨ªn debido al rechazo de Ariel Sharon. Pero la organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch ha investigado durante una semana sobre el terreno y, a trav¨¦s de decenas de entrevistas y de comprobaciones in situ, ha sacado sus conclusiones: no hubo ejecuciones sumarias masivas, como han denunciado algunos palestinos, pero el Ej¨¦rcito de Israel asesin¨® deliberadamente a civiles, cometi¨® cr¨ªmenes de guerra y viol¨® la legislaci¨®n humanitaria internacional.
Tras mantener m¨¢s de 100 entrevistas con habitantes de Yen¨ªn, acceder a algunos de los cad¨¢veres y contactar con organizaciones humanitarias, Peter Bouckaert, uno de los tres miembros de la misi¨®n de investigaci¨®n de Human Rights Watch, indica, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Yen¨ªn, que han contabilizado, con nombres y apellidos, 52 muertos palestinos, 22 de ellos civiles. 'Todav¨ªa hay unos 80 desaparecidos y hay fuertes evidencias de que el n¨²mero de muertos podr¨ªa ser mayor, pero no mucho mayor', relata. Bouckaert asegura que 'las tropas israel¨ªes causaron un da?o desproporcionado a los civiles palestinos. Les dispararon deliberadamente, los utilizaron como escudos humanos, se les neg¨® el acceso a los servicios m¨¦dicos y destruyeron sus casas'.
Ni?os, mujeres, ancianos y discapacitados figuran entre las bajas palestinas. Kamal Zghair, de 57 a?os, trataba de avanzar en su silla de ruedas en la que ondeaba una bandera blanca cuando fue arrollado por un tanque israel¨ª. Una carga explosiva le estall¨® en la cara a Afaf Disuqui, de 52 a?os, cuando fue a abrirle la puerta de su casa a las tropas israel¨ªes. Farwa Jammal, una enfermera de 27 a?os, uniformada, muri¨® por los disparos de los soldados israel¨ªes mientras socorr¨ªa a un enfermo. Mariam Wishai, de 58 a?os, muri¨® dos d¨ªas despu¨¦s de que un misil alcanzara su casa, sin que los servicios m¨¦dicos pudieran acudir a socorrerla y horas despu¨¦s de que su hijo fuera disparado en la calle. Jamal Fayid, paral¨ªtico de 37 a?os, muri¨® en su casa aplastado por un buldozer israel¨ª. Muhammad Abu Saba'a suplic¨® a los soldados que no demolieran su casa, en la que permanec¨ªa su familia dentro. Cuando se dio la vuelta le dipararon caus¨¢ndole la muerte. Faris Zaiban, de 14 a?os, muri¨® por los disparos de un tanque cuando iba a comprar fruta durante un levantamiento del toque de queda. Hani Abu Rumaila, de 19 a?os, se acerc¨® a la cancela de su casa para contemplar la batalla. Primero le dispararon en la pierna, cuando quiso volver a su casa le dispararon en el pecho y en el abdomen. Munthir al-Haj, un miliciano de 22 a?os, desarmado y con los brazos rotos, muri¨® por los disparos del Ej¨¦rcito cuando estaba refugiado en un hospital de una organizaci¨®n caritativa. Yusra Abu Khurj, una enferma mental de 66 a?os, result¨® muerta por los disparos israel¨ªes mientras gritaba y cantaba desde la ventana de su casa. Kamal Tawalbi fue utilizado junto a su hijo de 14 a?os como escudo humano en la l¨ªnea de fuego. As¨ª, hasta 22, seg¨²n un minucioso informe de la organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos que ser¨¢ hecho p¨²blico hoy.
La organizaci¨®n asegura asimismo que durante la Operaci¨®n Muro Defensivo, en Yen¨ªn se vet¨® el acceso a los servicios m¨¦dicos del 4 al 15 de abril. En esos d¨ªas los milicianos y civiles heridos no pudieron ser atendidos y algunos murieron por falta de asistencia m¨¦dica. En varias ocasiones los soldados dispararon contra ambulancias y personal sanitario. 'Cada vez que envi¨¢bamos ambulancias los tanques disparaban contra ellas, a veces incluso despu¨¦s de haber obtenido permiso para hacer nuestro trabajo. Pero hab¨ªa tantos heridos y muertos que lo intent¨¢bamanos de todas maneras', asegura el director de la Media Luna Roja de Yen¨ªn, Ibrahim Dababna.
Los emisarios de Human Right Watch tambi¨¦n comprobaron los enormes destrozos provocados por los buldozers y los carros de combate en las casas de los civiles de Yen¨ªn. Seg¨²n la organizaci¨®n, 140 edificios han quedado totalmente destruidos, 100 de ellos en el distrito de Hawashin, donde se libraron los combates m¨¢s intensos entre israel¨ªes y palestinos. Como consecuencia de los destrozos, 4.000 palestinos de Yen¨ªn se han quedado sin casa, y el Alto Comisionado para los Refugiados en la zona busca ahora la forma de realojarlos.
Human Rights Watch considera que la actuaci¨®n del Ej¨¦rcito israel¨ª en Yen¨ªn viola el derecho humanitario internacional, recogido en las convenciones de Ginebra y en particular vulnera el articulado que establece la proporcionalidad en el uso de la fuerza, el concepto de necesidad militar, y los l¨ªmites a la destrucci¨®n de la propiedad de los civiles. Insisten adem¨¢s, en la necesidad de que la ONU investigue con rigor lo sucedido en Yen¨ªn.
Una sangrienta batalla
El emisario de Human Rights Watch Peter Bouckaert reconstruye lo que asegura fue una cruenta batalla entre israel¨ªes y palestinos. 'El fuego cruzado se mantuvo durante la mayor parte de la incursi¨®n israel¨ª, lo que no sabemos es si la ofensiva continu¨® una vez que la resistencia palestina ya hab¨ªa cesado', admite Bouckaert. La noche del 2 de abril, las tropas israel¨ªes rodearon el campo de Yen¨ªn, en el que viven unos 14.000 palestinos y donde unos 80 milicianos, entre ellos militantes de Ham¨¢s, Yihad y las brigadas de Al Aqsa, se atrincheraron y defend¨ªan el per¨ªmetro del campo de refugiados. Los soldados israel¨ªes lograron desbloquear el acceso norte del campo y desplazaron a los milicianos al centro de Yen¨ªn. Enseguida comenzaron los registros casa por casa. Perforaron los muros de las viviendas creando pasadizos de una a otra y capturaron palestinos que, a punta de pistola, hicieron de escudos humanos. Mientras, en las calles de Yen¨ªn se libraba la batalla cuerpo a cuerpo. Tras tres d¨ªas de combates, los helic¨®pteros israel¨ªes comenzaron, la madrugada del 6 de abril, la ofensiva a¨¦rea y lanzaron misiles sobre la poblaci¨®n, que todav¨ªa dorm¨ªa. Dos d¨ªas despu¨¦s, los buldozers israel¨ªes irrumpieron en Yen¨ªn y destrozaron decenas de edificios, algunos con personas dentro, para abrir el paso a los carros de combate hacia el sinuoso centro de Yen¨ªn. En la batalla muerieron 23 israel¨ªes y decenas de palestinos.Un mes m¨¢s tarde, los habitantes de Yen¨ªn todav¨ªa buscan a sus muertos entre los escombros.
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