El Ivima concede el 55% de sus pisos a mujeres con hijos y sin pareja
Las solicitudes de maltratadas han aumentado m¨¢s del doble en 2001
M¨¢s de la mitad de las 3.500 viviendas sociales entregadas en alquiler por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) durante la presente legislatura (desde 1999) se ha destinado a mujeres sin pareja y con hijos menores a su cargo. Esto supone la entrega de 1.960 pisos a madres solteras, separadas o viudas. Adem¨¢s, el n¨²mero de mujeres maltratadas que solicita viviendas sociales aument¨® en un 150% el a?o pasado con respecto a 2000.
El Ivima entreg¨® casi 600 pisos en 1999, otros 1.450 en 2000, un total de 1.126 en 2001 y 340 hasta el 30 de marzo de este a?o. Seg¨²n el perfil de los adjudicatarios dado a conocer por la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, Urbanismo y Transportes, un 55% de las viviendas se ha destinado a mujeres 'con cargas familiares no compartidas'. El consejero de Obras P¨²blicas, Luis Eduardo Cort¨¦s, hizo hincapi¨¦ ayer en el aumento de mujeres maltratadas que solicitan viviendas p¨²blicas. En 2000, el Ivima entreg¨® 38 pisos a mujeres que hab¨ªan sufrido malos tratos, y en 2001 ya fueron 95, lo que supone un aumento de m¨¢s del doble en s¨®lo un a?o.
Tres de los bloques del Ivima en un barrio del sur de Madrid son un ejemplo clarificador de la estad¨ªstica. En uno de ellos, de 24 viviendas, 14 pertenecen a mujeres sin pareja con m¨¢s de un hijo.La mayor¨ªa de estos pisos est¨¢ integrada en la llamada 'reserva de cupo de especial necesidad', donde se da prioridad a las situaciones familiares m¨¢s graves. Los vecinos del bloque 3 B son todos mujeres viudas, separadas o maltratadas. Muchas de ellas no se atreven a hablar porque temen ser reconocidas o encontradas por sus familiares y ex maridos.
Embarazada con 17 a?os
?ngela tiene 37 a?os y cuatro hijos: un chaval de 20 a?os, dos gemelas de 11 y otra ni?a de tres a?os. Ella sola tiene que sacarlos adelante. Los tres primeros son de una primera relaci¨®n, y la peque?a, de su ¨²ltima pareja. 'Me qued¨¦ embarazada con 17 a?os, y cuando mi primer compa?ero me dej¨® me qued¨¦ sin nada. Ten¨ªa dos peluquer¨ªas y las tuve que cerrar. Mi relaci¨®n fue mal, ¨¦l ten¨ªa problemas con el alcohol. Despu¨¦s empec¨¦ otra relaci¨®n y me qued¨¦ embarazada de mi cuarto hijo. Ya no ten¨ªa la peluquer¨ªa y peinaba en mi casa; los fines de semana trabajaba en un bar. Hace dos a?os me separ¨¦ por maltratos ps¨ªquicos hacia m¨ª y mis hijos', cuenta ?ngela.
Esta mujer lleva menos de un a?o viviendo en un piso del Ivima. 'Lo tuve que pedir porque estaba viviendo de alquiler y no ten¨ªa con qu¨¦ pagarlo', explica. Present¨® su solicitud en mayo del a?o pasado y en octubre le comunicaron que le hab¨ªan concedido una vivienda. ?ngela est¨¢ de baja por depresi¨®n y cobra 385 euros mensuales para mantener a sus cuatro hijos. Debido a su situaci¨®n, el Gobierno regional le ha concedido la rebaja m¨¢xima para el alquiler de su casa: paga s¨®lo 30 euros por el piso y otros 36 euros por un trastero y una plaza de garaje que por el momento no utiliza, porque no tiene coche. 'Los padres de mis hijos no me ayudan econ¨®micamente. Ahora estoy en juicio con el padre de mi hija peque?a por la custodia de la ni?a y para solicitar una pensi¨®n para ella', relata.
Desde 1998, el Instituto de la Vivienda de Madrid ha concedido rebajas, con car¨¢cter retroactivo, a 6.500 familias, el 84% de las solicitudes. Teniendo en cuenta que los pisos que entrega el Ivima est¨¢n destinados a familias con ingresos muy bajos, el alquiler m¨¢ximo que cobra el instituto no supera los 186 euros por una casa de tres habitaciones; las familias con menos recursos a¨²n, que gozan de rebaja, pagan s¨®lo 30 euros por el alquiler.
Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa es vecina de ?ngela y tiene su misma edad. Se cas¨® siendo a¨²n una ni?a de 14 a?os y ah¨ª comenz¨® su calvario. A los 15 se tuvo que separar porque, seg¨²n sus palabras, su marido la 'mataba a palos'. A los 24 a?os se volvi¨® a casar y tuvo su primera hija, pero con la mala suerte de que su marido 'se mat¨® en un accidente con su cami¨®n'. Mar¨ªa del Carmen tuvo a su su segunda hija, fruto de otra relaci¨®n, hace tres a?os. 'He ido de desahucio en desahucio hasta llegar aqu¨ª', recuerda. Esta mujer cobra una pensi¨®n de viudedad de 360 euros y paga 180 por su piso, porque no ha obtenido la rebaja del Gobierno regional. Trabaja en lo que le 'sale' y recibe alguna ayuda de sus hermanos.
'Estoy encantada con el piso, despu¨¦s de haber sufrido tanto. He llegado a vivir sin agua corriente y sin luz. Ahora tengo un techo decente para mis hijas', concluye Mar¨ªa del Carmen.
'Todos hemos sufrido mucho'
La entrada al bloque 3 B de una zona residencial en Pavones, al sur de Madrid, est¨¢ llena de ni?os jugando. 'Estas casas pertenec¨ªan a una constructora, pero quebr¨® y las cogi¨® el Ivima', explica una vecina. La mayor¨ªa de los residentes en el edificio reconoce que las familias que lo habitan tienen 'problemas'. 'Las personas que viven aqu¨ª han sufrido mucho, convivimos lo mejor que sabemos', comenta esta mujer.
Muchas de las mujeres se asoman a la puerta de sus casas sin querer hablar. En uno de los pisos abre una ni?a de unos 13 a?os. 'Mi madre no est¨¢. Est¨¢ trabajando y no llega hasta las cinco', dice. A la pregunta de si vive sola con su madre responde que s¨ª. 'Y mi hermano tambi¨¦n', matiza.
En otro de los pisos, una joven se asoma a la puerta y detr¨¢s aparece su hijo peque?o. S¨®lo cuenta que es madre soltera, pero enseguida corta la conversaci¨®n. 'De verdad, no puedo hablar', lamenta.
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