Festejos salpicados de sangre
Observando los festejos salpicados de sangre que, en nombre de la cultura popular, a¨²n perviven por muchos pueblos de nuestra geograf¨ªa, nadie pudiera pensar que estamos en el siglo XXI. Arcos, Benalup, Vejer, Grazalema, Paterna, Alcal¨¢ de los Gazules... se cubren de gloria manteniendo en candelero, mediante ayudas p¨²blicas, unas dosis de salvajismo que m¨¢s bien parecieran situarnos en la Edad Media y que afortunadamente ya fueron erradicadas del resto de Europa.
Parece ser que en Alcal¨¢ de los Gazules, en donde han soltado seis vaquillas -dos por d¨ªa- para festejar al santo patr¨®n, han rizado el rizo en cuanto a barbarie se refiere. Los animales, transportados en un cami¨®n volquete y lanzados como si de ¨¢ridos se tratara, sufrieron continuos malos tratos por parte de las viriles hordas populares. Una vaquilla, con la pata partida, fue arrastrada por las calles hasta acabar vomitando sangre. El espect¨¢culo debi¨® de ser maravilloso.
De otras localidades baste contemplar las fotos publicadas. En Benalup, como en el resto, el lanzamiento de objetos, los palos y tirones del rabo han sido una constante.
Contaba Gerald Brenan en su Al sur de Granada una escena que vivi¨®, creo que en Yegen: 'Los ni?os del pueblo lanzaron a un perro al vac¨ªo, desde una azotea. El animal, con las patas partidas, entre aullidos lastimeros, fue arrastrado por las calles del pueblo con una soga'. Brenan se estremec¨ªa al ver que ninguno de los adultos interven¨ªa, es m¨¢s, seg¨²n ¨¦l, mostraban gesto complaciente y hasta el asomo de una callada sonrisa de satisfacci¨®n. Sadismo que de alg¨²n modo ¨¦l hac¨ªa extensivo al espa?ol en general.
Es absurdo pensar que un ayuntamiento, por mucho que lo intente, va a lograr impedir que el animal sea maltratado. Sencillamente porque la diversi¨®n se basa en eso: en el maltrato. Y nadie puede evitar que entre cientos o miles de personas alguien saque una navaja y lo apu?ale, o que le arroje tierra a los ojos..., o tantas otras barbaridades como han ido llegando a conocimiento de Agaden, algunas incluso denunciadas por taurinos. Dif¨ªcilmente se va a avanzar en la tecnolog¨ªa si no se avanza en la cultura.
Y aqu¨ª lo m¨¢s grave es que tales actos de barbarie se cometen en nombre de esa cultura etiquetada de popular. Por cierto: en Andaluc¨ªa no existe Ley de Protecci¨®n a los Animales. Dan ganas de borrarse de este pa¨ªs.
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