Descifrar lo indescifrable
Desde que en abril de 1970 se arrojara al Sena, la obra y la figura de Paul Celan han sido objetos de una labor de interpretaci¨®n y de un culto de veneraci¨®n sin precedentes en la historia de la literatura alemana del siglo XX. En poco m¨¢s de tres d¨¦cadas transcurridas desde la desaparici¨®n del poeta de Czernowitz, sus aproximadamente quinientos poemas han generado una bibliograf¨ªa cuyos t¨ªtulos ya se cuentan por millares. Para muchos de sus ex¨¦getas -entre los que, aparte de los fil¨®logos, destacan sobre todo escritores y fil¨®sofos-, la ocupaci¨®n de su obra, m¨¢s que un acto de lectura, es un acto de fe -en muchos casos mera hagiograf¨ªa-, tan personalizado y exclusivo que se convierte en 'toda una dimensi¨®n de mi vida', como afirma emocionado John Felstiner, el bi¨®grafo m¨¢s reciente.
La poes¨ªa de Celan, altamente codificada, desarrolla un complejo sistema de palabras clave y referencias literarias que reclama ser descifrado. Por eso agradece el lector trabajos como el del fil¨®logo franc¨¦s Jean Bollack, quien en su comentario al poema Le P¨¦rigord aporta datos valiosos. Aparte de dar informaci¨®n ocasional -Celan y su mujer pasaron en 1964 una semana en casa de Bollack en un pueblo del Lemos¨ªn, y al cabo de dos meses el poeta envi¨® a sus anfitriones el poema dedicado-, analiza los ataques a Celan por parte de eminentes cr¨ªticos alemanes que negaban la implicaci¨®n con el exterminio jud¨ªo en met¨¢foras 'surrealistas' como 'molinos de la muerte', discusi¨®n tergiversante que desemboc¨®, para el superviviente del holocausto, en una grave crisis ps¨ªquica. Bollack tambi¨¦n ofrece una visi¨®n de los planteamientos est¨¦ticos de Celan en la ¨¦poca de Cambio de aliento. Pero sobre todo consigue relacionar el poema en cuesti¨®n con toda la obra anterior y posterior, se?alando, donde viene al caso, las conexiones con H?lderlin, Rilke, Eich y tantos otros.
Ahora bien, las interpretacio
nes de los versos de Celan indefectiblemente revelan el alcance intelectual e imaginativo del ex¨¦geta. No todos poseen la lucidez y claridad del recientemente fallecido Hans-Georg Gadamer cuyos ejemplares comentarios en ?Qui¨¦n soy yo y qui¨¦n eres t¨²? (Herder, 2000), habr¨ªa que (re)leer antes que nada. En el caso del profesor de teor¨ªa literaria Jos¨¦ M. Cuesta Abad, su estudio acad¨¦mico, redactado en un oscuro estilo deconstructivista, en vez de defenderla, echa tanta tierra sobre la obra de Celan que la deja bien enterradita en la tumba de la literalidad. Todo se toma al pie de la letra, para sacar unas conclusiones como m¨ªnimo sorprendentes. Incluso en la f¨®rmula vocativa 'damas y caballeros', que abre el discurso El meridiano, pronunciado con motivo del Premio B¨¹chner, descubre Cuesta Abad significados trascendentes: 'Es la f¨®rmula que borra o hace desaparecer, como por arte de magia, a los presentes con el fin de que (...) aparezca el artificio del arte, entre en juego esa invenci¨®n que consiste s¨®lo en encontrar simulacros'.
Bien podr¨ªan ser ¨¦stos los estragos del discurso derridiano, ya que Jacques Derrida, con su ensayo sobre el uso del t¨¦rmino schibboleth, publicado en franc¨¦s en 1986, cre¨® una nefasta escuela del circunloquio celaniano. La interpretaci¨®n asociativa y el rodeo sem¨¢ntico, junto al abuso del sin¨®nimo, confunden y agotan al lector hasta el punto de que se ver¨¢ incapaz de discernir cu¨¢ndo se est¨¢ entrando en materia. Se echan en falta unas palabras introductorias del editor para ubicar al lector com¨²n que desconoce el t¨¦rmino schibbolet y el poema del mismo nombre, puesto que Derrida arranca sin m¨¢s (si esto no es una tautolog¨ªa en su caso) al dirigirse en su conferencia a los asistentes de un congreso de celanistas. Como, adem¨¢s, se limita a parafrasear el mencionado discurso, el fil¨®sofo franc¨¦s resulta asombrosamente vacuo. Lo ¨²nico que queda claro al final es que Derrida no tiene miedo de ser tachado de redundante: 'El ejemplo no da ejemplo m¨¢s que si s¨®lo vale para su propio caso. Pero en eso mismo radica su ejemplo, y el ¨²nico ejemplo posible, que es el ¨²nico en dar: el ¨²nico'. De m¨¢s provecho ser¨¢, sin duda, la lectura del estudio bio-bibliogr¨¢fico del catedr¨¢tico estadounidense John Felstiner. Traductor de Celan al ingl¨¦s, este especialista en juda¨ªstica sigue una cronolog¨ªa textual, es decir, describe el trayecto vital de Celan a trav¨¦s de su escritura y se centra para ello en la exploraci¨®n de la tradici¨®n jud¨ªa. Ah¨ª reside lo m¨¢s notable de su trabajo: revelar con sus exhaustivos conocimientos la riqueza de citas de la Biblia, de la m¨ªstica suf¨ª o del jasidismo, en una obra que 'insisti¨® en registrar en alem¨¢n la cat¨¢strofe preparada en Alemania'. Tal como indica el t¨ªtulo, el libro pone de relieve el aspecto dram¨¢tico de la existencia de Celan, marcada por su identidad judeo-alemana y la experiencia del holocausto, lo cual determina el tono subido -y sobrecargado- de esta imprescindible biograf¨ªa.
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