El regreso de Sacrist¨¢n
Es curiosa la trayectoria de Iris Star, joven productora barcelonesa que estaba tambi¨¦n tras un filme como La biblia negra. Porque si en ¨¦sta el modelo de referencia parec¨ªa ser cierto apolillado cine de terror hispano de comienzos de los a?os setenta, las formas y el tono de Fumata blanca, una torpe peripecia ambientada en los s¨®tanos del poder vaticano, se dir¨ªa un trasunto del cine de denuncia (seudo) pol¨ªtico italiano de la misma ¨¦poca, las m¨¢s bien olvidables pel¨ªculas de un Damiano Damiani, de un Elio Petri... en el mejor de los casos.
As¨ª luce esta segunda pel¨ªcula del actor Miquel Garc¨ªa Borda, quien adem¨¢s de dirigir e interpretar, se reserva tambi¨¦n la funci¨®n de coguionista: un filme con voluntad de discurso, pero con un libreto por completo insatisfactorio -su estructura parece dictada antes por un manual que por la inspiraci¨®n de sus responsables - y una realizaci¨®n que, por momentos, resulta incluso vergonzante (v¨¦ase la secuencia en que un coche vuela por los aires).
FUMATA BLANCA
Director: Miquel Garc¨ªa Borda. Int¨¦rpretes: Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Cayetana Guill¨¦n Cuervo, Adri¨¤ Collado, H¨¦ctor Alterio, Franco Nero. G¨¦nero: criminal, Espa?a, 2002. Duraci¨®n: 90 minutos.
Que tiene veleidades de discurso human¨ªstico parece fuera de toda duda: la relaci¨®n entre un improbable sacerdote (Collado) y su padre, un encallecido polic¨ªa (Sacrist¨¢n), sus encuentros y desencuentros, o el hecho mismo de ambientarse donde se ambienta y contar lo que cuenta -una oscura conjura de elementos ultramontanos-, as¨ª lo indica. Pero Garc¨ªa Borda es tan zafio como para desmontar cualquier credibilidad -?esa persecuci¨®n por las cloacas de Barcelona!-, de forma que lo ¨²nico que queda en pie del asunto es el oficio de Sacrist¨¢n, en este su regreso al cine, y la ajustada r¨¦plica que le da la siempre eficaz Cayetana Guill¨¦n Cuervo: el resto, silencio.
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