El jubilado implacable
Un grupo de pensionistas lucha contra los desperfectos urbanos de C¨®rdoba
La tenacidad es una virtud m¨¢s bien molesta. Que se lo pregunten, si no, a Gonzalo Chac¨®n, presidente de la Asociaci¨®n de Jubilados Vigilantes de C¨®rdoba. Este se?or de apariencia pac¨ªfica ha ideado un sistema tan opresivo como eficaz para conseguir que el Ayuntamiento repare r¨¢pidamente los desperfectos de su ciudad. Por ejemplo, las se?ales de tr¨¢fico torcidas, los ¨¢rboles difuntos, las baldosas rotas, las papeleras agujereadas, las farolas cascadas. Y todo a fuerza de insistencia: de notificar los problemas a los responsables una y otra vez, hasta el agotamiento, hasta la rendici¨®n.
?C¨®mo lo hace? 'Por Internet', sonr¨ªe Chac¨®n. 'Por Internet se puede incordiar mucho'. El jubilado vigilante va por la calle libreta en mano, y anota pormenorizadamente todos los defectos que descubre. Desde las pintadas en las cabinas telef¨®nicas hasta los contenedores de basura hechos trizas. Luego la informaci¨®n se introduce en una base de datos que est¨¢ ligada a una p¨¢gina web. Y aqu¨ª viene lo bueno: cada deficiencia se comunica por correo electr¨®nico al responsable municipal directo, y si no se corrige el sistema se encarga de insistir peri¨®dicamente, y, adem¨¢s, de remitir la queja al superior inmediato. La denuncia se hace p¨²blica y reiterada. Y as¨ª, hasta que se produce una reacci¨®n.
'A nuestra edad nos podemos permitir el lujo de ser cascarrabias con tal de que nos arreglen la ciudad', explica Chac¨®n, un empresario retirado que ha cumplido ya los 70 a?os. ?l mismo se ocupa de las bases de datos y de la p¨¢gina web. 'En inform¨¢tica no se puede estar a la ¨²ltima, pero s¨ª a la pen¨²ltima', dice modestamente. Ha elaborado un detallad¨ªsimo Cat¨¢logo de Desperfectos Subsanables, ha estudiado las condiciones legales en las que deben moverse los voluntarios, ha captado simpatizantes, ha calculado cu¨¢ntas personas se necesitan para cubrir la ciudad por completo.
Pero todo este despliegue tiene otro objetivo, adem¨¢s del m¨¢s obvio, el de dejar C¨®rdoba como reci¨¦n hecha: 'Se trata de nuestra realizaci¨®n personal', puntualiza Chac¨®n. 'Que los jubilados no nos quedemos para tomar el sol o para jugar al domin¨®. Porque hay que entretener la mente, que intelectualmente estamos en condiciones de hacer muchas cosas'.
Bien puede decirlo. Apenas un a?o despu¨¦s de comenzar a funcionar, cuando el proyecto est¨¢ todav¨ªa en la fase de arranque, la Asociaci¨®n de Jubilados Vigilantes se ha asegurado el apoyo del Ayuntamiento, que acaba de comprometerse a darles una subvenci¨®n de 6.000 euros y toda la informaci¨®n que necesiten (incluyendo las direcciones de correo electr¨®nico que les faltan para que ninguna reclamaci¨®n se quede sin destinatario). Pero ellos no se casan con nadie. Un ejemplo: han pedido a los portavoces de la oposici¨®n que hagan una interpelaci¨®n en el pr¨®ximo pleno sobre 31 ¨¢rboles que no est¨¢n donde deber¨ªan.
De la calle, a la huerta
El presidente de los Jubilados Vigilantes es partidario de que los desperfectos urbanos sean tratados Instant¨¢neamente. 'Igual que un incendio', explica. 'Cuando uno llama a los bomberos no tardan seis meses en llegar; vienen de inmediato'. Lo mismo deber¨ªa suceder, defiende, cuando el problema es un arbolito que se echa a perder o una luna rota. Los responsables han de intervenir sin retrasos, para evitar que las deficiencias se acumulen. 'Tenemos miles de desperfectos que atacar', dice con aire marcial.
Pero ¨¦ste no es el ¨²nico frente en el que batalla. A Gonzalo Chac¨®n le sobran ideas para dar ocupaciones fruct¨ªferas a los casi 47.000 jubilados que viven en C¨®rdoba. Sin ir m¨¢s lejos, tiene un proyecto de huertas para pensionistas sobre el que ya ha hablado con el Ayuntamiento.
'Muchos jubilados han vivido en el campo toda su vida, pero han acabado traslad¨¢ndose a la capital. En la ciudad no se mueven igual y necesitan entretenerse. As¨ª que se trata de tomar un terreno en las cercan¨ªas de los viveros municipales, hacer peque?as parcelaciones, quiz¨¢s de 100 metros cuadrados, eso est¨¢ por ver, y ceder su uso a la Asociaci¨®n, que a su vez ceder¨¢ cada parcela a un jubilado'.
Chac¨®n cree que lo ideal ser¨ªa que la empresa municipal de aguas les facilitase riegos gratuitos, y que la de autobuses les concediese pases especiales para desplazarse a sus campos de cultivo en miniatura. Y que alguna instituci¨®n les financiase otro tipo de gastos, como la contrataci¨®n de un vigilante, la construcci¨®n de unos vestuarios y la habilitaci¨®n de un bar donde los jubilados pudiesen charlar, despu¨¦s de las labores agr¨ªcolas, e intercambiar informaci¨®n sobre el progreso de sus respectivos pimientos, patatas y tomates o sobre los abonos m¨¢s adecuados. Ser¨ªa, en fin, como un club de golf, pero sin golf.
'El acuerdo incluye la firma de un documento en el que la asociaci¨®n se compromete a no vender los frutos de las huertas', indica Chac¨®n. 'Nos los llevar¨ªamos a casa, se los dar¨ªamos a los amigos o los regalar¨ªamos a asilos de ancianos'. Los jubilados activos que est¨¦n interesados en trabajar en la calle o en la huerta pueden contactar con la Asociaci¨®n: la direcci¨®n de Internet es www.terra.es/personal/gchacond, y el tel¨¦fono es el 957 400 534.
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