Experiencia y meditaci¨®n
La tan caracter¨ªstica preocupaci¨®n de los artistas actuales por la libre exploraci¨®n de la experiencia, unida a la orientaci¨®n interdisciplinar con que afrontan su tarea, lleva a muchos de ellos a servirse de la pintura, la escultura, la fotograf¨ªa o el v¨ªdeo casi indistintamente, sin sentirse obligados a salvar abismo alguno, ni siquiera el que supuestamente nos separa a todos del pasado. Una prueba de ello la podemos encontrar en el hecho de que esta actitud sea compartida por los artistas m¨¢s dispares, como es el caso, por ejemplo, de Jos¨¦ Noguero y Mireya Mas¨®, que estos d¨ªas coinciden exponiendo en Valencia.
Mireya Mas¨® (Barcelona, 1963) presenta una reciente serie de fotograf¨ªas (It's not a question of artificial lighting or daylight es su largo t¨ªtulo) centradas en el tema del jard¨ªn ingl¨¦s, de los sufridos arbustos y ¨¢rboles entre salvajes y dom¨¦sticos, y de sus ramajes como lugar de proyecci¨®n de la siempre inquietante experiencia del tiempo.
JOS? NOGUERO
Escultura/fotograf¨ªa Galer¨ªa Luis Adelantado Bonaire, 6 Valencia Hasta el 1 de junio
MIREYA MAS?
Fotograf¨ªa/v¨ªdeo Galer¨ªa Tom¨¢s March Aparisi y Guijarro, 7 Valencia Hasta el 18 de mayo
Del tiempo, por cierto, en el terrible sentido del dios Cronos, pero tambi¨¦n del tiempo en el sentido atmosf¨¦rico, que no depende menos que el otro del curso c¨ªclico de la naturaleza, del que se trata sobre todo en el v¨ªdeo (Garden's delights) grabado en el Queen's Garden londinense. La artista, sin embargo, se declara no-fot¨®grafa (hasta el punto de haber revelado que algunas de sus fotograf¨ªas las hab¨ªa dibujado previamente) sin que nadie se sienta mayormente sorprendido por ello.
Por su parte, lo que Jos¨¦ No
guero (Huesca, 1969) nos propone es una experiencia igualmente contemplativa, incluso abiertamente meditativa, en donde el protagonismo corresponde no tanto a la naturaleza cuanto al propio sujeto humano (y al autor mismo).
Jos¨¦ Noguero es escultor y pintor; con la ayuda de la escultura y la pintura construye instalaciones, y en ocasiones las fotograf¨ªa. En su trabajo escult¨®rico destaca la figura estilizada del peque?o individuo solitario abandonado en un espacio repleto de ausencias, mirando al vac¨ªo en actitud pat¨¦ticamente interrogante, acogi¨¦ndose torpemente a la opacidad de los muros o al enga?oso reflejo de los espejos: nada al otro lado. A veces (pero s¨®lo a veces) recuerda a las obras de Juan Mu?oz.
Antes sol¨ªa introducir animales (perros, caballos) como ¨²nica y dudosa compa?¨ªa del solitario. Cuando Noguero pinta, sus cuadros suelen resultar ambiguos, semiabstractos, exultantes y crom¨¢ticamente explosivos. En cuanto a sus actuales fotograf¨ªas, restituyen instalaciones que son como escenarios subjetivos, pero abiertos, siempre compuestos con el mayor cuidado, en los que juega con la apariencia de profundidad y la fascinaci¨®n de la monocrom¨ªa.
En todos los casos se hace patente, por as¨ª decir, una especie de inclinaci¨®n obsesiva, pero no por ello menos fecunda, hacia la m¨¢s rigurosa pulcritud.
Si en Mireya Mas¨® reconocemos una -tal vez no del todo consciente- invocaci¨®n del mejor paisajismo rom¨¢ntico ingl¨¦s, tanto del mundo apacible de artistas como Constable como de la inapacible naturaleza de Turner, en Jos¨¦ Noguero se revela, m¨¢s bien, una clara inspiraci¨®n en el artificioso universo del barroco.
En la obra de ambos artistas, sin embargo, lo que se nos ofrece es una similar invitaci¨®n a una sutil remoci¨®n de la conciencia. Y ambos lo hacen vali¨¦ndose de todos los medios de los que disponen, que en nuestros d¨ªas son casi ilimitados, seleccion¨¢ndolos y poni¨¦ndolos al servicio de una cierta unidad de prop¨®sito.
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