'Prefiero investigar con un embri¨®n humano que con una cobaya'
Peter Singer es conocido sobre todo por su idea de que los animales, muy en particular los grandes simios, son titulares de ciertos derechos humanos, como el derecho a la vida y a no ser torturados. No en vano, su libro de 1975 Liberaci¨®n animal ha vendido casi medio mill¨®n de ejemplares en todo el mundo. Pero Singer es uno de los fil¨®sofos contempor¨¢neos m¨¢s influyentes, y lleva treinta a?os reflexionando -'investigando', prefiere decir ¨¦l- sobre cualquier asunto ¨¦tico que tenga o pueda tener una aplicaci¨®n directa en la vida, un reflejo inquietante en la pol¨ªtica, un enemigo agazapado en el prejuicio. Dice: 'Muchas personas tienen opiniones contundentes sobre mi trabajo, pero pocas han le¨ªdo realmente alguno de mis libros o art¨ªculos'. Los 27 ensayos y extractos agrupados en Una vida ¨¦tica (Taurus) son un destilado de sus pol¨¦micas tomas de posici¨®n sobre la funci¨®n pr¨¢ctica de la ¨¦tica, la distribuci¨®n de la riqueza, las obligaciones morales de los pa¨ªses desarrollados con el Tercer Mundo, la investigaci¨®n con embriones humanos, la eutanasia, el sufrimiento, la felicidad y hasta un darwinismo para uso de izquierdistas. Todo Singer en cuatrocientas p¨¢ginas.
'Muchos m¨¦dicos practican la eutanasia, pero en secreto. Eso les da m¨¢s poder sobre el paciente'
'La fuente de la ¨¦tica est¨¢ en nuestra capacidad de sentir compasi¨®n por otros seres sensibles'
Nacido en Melbourne (Australia) en 1946, Peter Singer ocupa desde hace tres a?os la c¨¢tedra Ira W. De Camp de Bio¨¦tica en el Centro para los Valores Humanos de la Universidad de Princeton (Estados Unidos).
PREGUNTA. El mes pasado salt¨® a la luz el caso de Sharon Duchesnau y Candace McCullough, dos mujeres homosexuales y sordas de nacimiento que seleccionaron el semen de un donante sordo para que sus hijos lo fueran tambi¨¦n. ?Qu¨¦ opina de esto?
RESPUESTA. Aunque no apoyo la utilizaci¨®n del peso de la ley para prohibir lo que hicieron Duchesnau y McCullough, creo que actuaron err¨®neamente. Han privado a sus hijos de una capacidad, la de o¨ªr, que casi todo el mundo valora. Ellas aducen que la sordera es s¨®lo una forma distinta de normalidad, pero decir que la capacidad de o¨ªr es neutral parece equivocado, puesto que es mejor tener m¨¢s sentidos que vivir sin ellos. Sin ese sentido, no podemos o¨ªr cantar a los p¨¢jaros en el bosque, ni la m¨²sica de Beethoven, ni un grito avis¨¢ndonos de un peligro. Los adultos pueden, si ¨¦se es su deseo, optar por taparse los o¨ªdos y utilizar el lenguaje de signos, pero esas madres est¨¢n eligiendo deliberadamente reducir unas posibilidades que estar¨ªan abiertas a sus hijos.
P. La ayuda al Tercer Mundo se justifica a menudo por motivos ego¨ªstas: por ejemplo, evitar la migraci¨®n masiva a los pa¨ªses ricos, abrir nuevos mercados, etc¨¦tera. ?Son buenos tales argumentos? ?Lo ser¨ªan, al menos, si diesen resultado?
R. S¨ª. En este mundo cada d¨ªa m¨¢s globalizado, los pa¨ªses ricos tienen buenas razones de tipo ego¨ªsta para contribuir de alg¨²n modo a erradicar la pobreza. Por supuesto, considero que los ciudadanos de estos pa¨ªses ya deber¨ªan sentirse motivados para mitigar la pobreza por la sencilla raz¨®n de que al hacerlo pueden, con muy poco sacrificio por su parte, cambiar de un modo radical la vida de unas gentes que de lo contrario pasar¨ªan hambre, o ver¨ªan morir a sus hijos de enfermedades que se pueden prevenir f¨¢cilmente con unas medidas sanitarias elementales. Pero lo importante son los resultados; as¨ª pues, si de este modo aumentamos las probabilidades de que determinadas personas se decidan a obrar bien, porque al hacerlo salen beneficiadas, no deber¨ªamos dejar de se?alar que, efectivamente, ayudar a las naciones menos desarrolladas va en beneficio de los pa¨ªses ricos.
P. ?Es ¨²til la ayuda humanitaria individual? ?O no hay nada que podamos hacer, aparte de apoyar una pol¨ªtica internacional inteligente?
R. La ayuda individual puede ser muy importante para los que la reciben. Si yo dono, pongamos por caso, 1.000 d¨®lares a Interm¨®n Oxfam, ese dinero puede ser bastante para ayudar a varias familias a salir de la pobreza. Tal vez puedan comprar sus propias herramientas mediante un programa de microcr¨¦ditos y se hagan unos granjeros y agricultores m¨¢s competentes; o quiz¨¢ colaboren entre todos para crear un suministro de agua seguro y fiable donde antes no lo hab¨ªa; o bien podr¨ªan contratar con ese dinero a profesionales de la sanidad que proporcionaran a sus hijos los cuidados y medicamentos necesarios para que no mueran cuando contraen una diarrea. Sin duda es fundamental que los Estados se involucren, dada la enormidad de los recursos que tienen a su disposici¨®n; pero nosotros, como individuos, no deber¨ªamos considerarnos impotentes.
P. ?Es peor el dolor para el ser muy consciente que para el menos consciente? ?O es una especie de magnitud absoluta, independiente de la clase de intelecto que lo sufre?
R. El intelecto ciertamente influye en el modo de experimentar el dolor: en c¨®mo se prev¨¦, c¨®mo se recuerda y, a veces, en c¨®mo lo alivia el pensamiento de que va a ser pasajero, o de que se est¨¢ soportando por alcanzar un fin superior que hace que merezca la pena. Pero que el dolor sea peor o no cuando afecta a un ser de inteligencia superior siempre depender¨¢ del tipo de dolor de que se trate, as¨ª como de las circunstancias en las que se inflige.
P. ?Hay casos en los que la ¨¦tica sea aplicable a toda una poblaci¨®n, un pa¨ªs, una especie o cualquier otra entidad colectiva?
R. A veces responsabilizamos a las naciones de los actos de sus gobiernos, pero habr¨ªa que precisarlo m¨¢s: los verdaderos responsables son las personas que tomaron -o influyeron en- las decisiones de esos gobiernos. Por consiguiente, ser¨ªa absurdo responsabilizar a todos los estadounidenses de la pol¨ªtica de Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo, ya que muchos se oponen a dicha pol¨ªtica. Pero ser¨ªa todav¨ªa m¨¢s absurdo considerar a todos los afganos responsables de brindar refugio a Osama Bin Laden, porque no se les consult¨® al respecto.
P. ?Tiene alg¨²n sentido afirmar que la vida humana es mejor, superior o m¨¢s valiosa que la animal?
R. No tiene sentido decir que la vida de todos y cada uno de los seres humanos sea mejor que la vida de todos y cada uno de los animales no humanos. Porque algunas personas nacen con discapacidades ps¨ªquicas irreparables, tr¨¢gicamente tan graves, en ocasiones, que ni siquiera son capaces de responder a sus madres. La vida de estos seres humanos no es superior o m¨¢s valiosa que la de los perros, los cerdos o las vacas. Por tanto, ser¨ªa mejor preguntar: ?tiene sentido afirmar que la vida de un ser con las caracter¨ªsticas de una persona normal y madura es m¨¢s valiosa que la de un cerdo, vaca o perro normal y maduro? En este caso s¨ª cabe responder afirmativamente. Es razonable sostener que nuestra vida adquiere valor por nuestra capacidad de planificarla en su conjunto, de educarnos a nosotros mismos, de realizar proyectos a largo plazo y muchas otras cosas que est¨¢n fuera del alcance de otros seres de menor capacidad intelectual.
P. ?Por qu¨¦ muchos gobiernos y profesionales m¨¦dicos se oponen a la eutanasia?
R. A los pol¨ªticos les preocupa enfrentarse a la Iglesia cat¨®lica. Temen perder los votos de los sectores que siguen la l¨ªnea marcada por la Iglesia, y temen no obtener tampoco los de la mayor¨ªa de la gente, que apoya la eutanasia voluntaria pero considera que ¨¦se no es un tema por el que tenga que cambiar su voto. De ah¨ª que, cuanto m¨¢s d¨¦bil sea la influencia de la Iglesia, m¨¢s probabilidades tendr¨¢ de triunfar el movimiento en pro de la legalizaci¨®n de la eutanasia voluntaria. Por lo que se refiere a los m¨¦dicos, muchos de ellos practican de hecho la eutanasia, pero lo hacen en secreto. Se encuentran a gusto en esa situaci¨®n, porque les da m¨¢s poder sobre el paciente. De alg¨²n modo, a¨²n perduran las ideas paternalistas de la generaci¨®n de m¨¦dicos anterior. Si se legalizara la eutanasia voluntaria, los pacientes empezar¨ªan a reivindicar sus derechos, lo cual no agradar¨ªa en absoluto a los sectores de la medicina m¨¢s conservadores.
P. En materia de medio ambiente, ?se precisa m¨¢s legislaci¨®n o una nueva forma de pensar?
R. Ambas cosas. La legislaci¨®n es esencial, pero no es eficaz si no tiene apoyo popular. En el plano individual tambi¨¦n tenemos que cambiar nuestro sistema de valores y procurar vivir de un modo menos da?ino para nuestro planeta, y en concreto para el clima. Debemos pensar en el futuro a largo plazo de nuestros respectivos pa¨ªses y de todo el planeta.
P. ?Cu¨¢l es su postura sobre la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre de embriones humanos y la clonaci¨®n con fines m¨¦dicos?
R. Los embriones no son seres sensibles. No experimentan dolor. Hay miles de embriones 'excedentes' o 'sobrantes' de tratamientos de fertilizaci¨®n in vitro que se conservan congelados en tanques de nitr¨®geno l¨ªquido. No tienen futuro, as¨ª que ?por qu¨¦ no emplearlos en el campo de la investigaci¨®n? Eso no va a privarles de ning¨²n futuro, pues no lo tienen. Tampoco les causa ning¨²n da?o, porque no pueden sentir nada. Es sorprendente que nos preocupe tanto el uso que se pueda dar a esos embriones cuando sin cesar estamos realizando investigaciones que s¨ª provocan dolor y angustia en criaturas mucho m¨¢s sensibles: los animales de laboratorio. Antes prefiero un experimento con un embri¨®n humano excedente que con una cobaya. Por su parte, no creo que la clonaci¨®n suscite ning¨²n conflicto moral grave, a menos que lo que se pretenda con ella sea obtener un beb¨¦. Mientras se limite al campo de la investigaci¨®n m¨¦dica, no le veo el menor inconveniente.
P. ?Hay alg¨²n l¨ªmite a partir del cual la medicina debiera renunciar a prolongar la vida, aunque s¨®lo fuese por lo insostenible de los costes?
R. Tal vez los costes sean una buena raz¨®n, pero tambi¨¦n cuentan la calidad de vida y el consentimiento del paciente. No tiene objeto prolongar una vida s¨®lo porque es la de un ser humano. Si est¨¢ en un coma irreversible, ?qu¨¦ sentido tiene prolongar durante a?os ese coma? O si padece una demencia profunda, y no habr¨ªa deseado seguir viviendo en esas condiciones. Pero en cuanto a si existe alg¨²n l¨ªmite definido para dejar de prolongar la vida, la respuesta es no; quiero decir que no se puede hablar de ning¨²n l¨ªmite sobre el que todo el mundo se muestre de acuerdo. Un aspecto importante es el consentimiento individual, y en ese sentido es muy ¨²til cuando la gente hace declaraciones previas especificando sus deseos para el caso de llegar a encontrarse en una situaci¨®n, o unas condiciones, en las que ya no puede decidir por s¨ª misma.
P. ?Ha generado el darwinismo un 'vac¨ªo moral' de alg¨²n tipo? Desde una perspectiva evolucionista, ?cu¨¢l es la fuente de la ¨¦tica?
R. El darwinismo no ha generado ning¨²n vac¨ªo moral, porque en cualquier caso no hab¨ªa ninguna explicaci¨®n alternativa plausible sobre la fuente de la ¨¦tica. Las explicaciones de ¨ªndole religiosa siempre han tropezado con el antiguo problema de que, si queremos decir que Dios es bueno, antes debemos necesariamente disponer de un criterio de bondad independiente por el que juzgar si lo es o no. La fuente de la ¨¦tica est¨¢ en nuestra capacidad de sentir simpat¨ªa o compasi¨®n por otros seres sensibles y de razonar sobre esa situaci¨®n, de comprender que los dem¨¢s tienen deseos, necesidades e intereses que son tan importantes para ellos como los nuestros lo son para nosotros.
P. El millonario Steve Forbes jur¨® que congelar¨ªa sus donaciones a la Universidad de Princeton hasta que este centro de deshiciera de usted. ?Por qu¨¦?
R. No estoy muy seguro de que valga la pena entrar en eso. Por la ¨¦poca en que me nombraron profesor en Princeton (1999), Forbes aspiraba a salir elegido candidato a la presidencia por el Partido Republicano. En su calidad de miembro de la junta directiva de la Universidad de Princeton, se volvi¨® vulnerable a los ataques por mi nombramiento (al que no se opuso cuando se debati¨® el tema en la junta). Sospecho que eso es lo que le indujo a atacarme, y a decir que no pensaba donar m¨¢s dinero a la universidad mientras yo permaneciese en ella. Pero no creo que nadie hiciera mucho caso de esa amenaza.
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