El cardenal y el pecado
Para los estadounidenses se ha convertido en tristemente familiar la imagen de un hombre o una mujer importantes respondiendo a la preguntas de un juez o un gran jurado con la vista puesta en los matices m¨¢s sutiles de la ley, en lugar de en consideraciones morales o de justicia social. El pasado mi¨¦rcoles, el cardenal Bernard Law, de Boston, engros¨® la lista, y sus respuestas (...) fueron m¨¢s propias de un hombre de negocios intentando escurrir el bulto (...) que de uno de los hombres de iglesia de mayor rango del pa¨ªs.
Repetidamente, el cardenal dijo que le fallaba la memoria cuando le interrogaban los abogados de las 86 personas que dicen haber sufrido abusos cometidos por el ex sacerdote John Geoghan. El cardenal dijo que no pod¨ªa recordar, (...) a pesar de que hab¨ªa recibido cartas de uno de sus obispos y de la t¨ªa de siete chicos que hab¨ªan sufrido abusos (...)
El cardenal, por supuesto, tomaba parte en un procedimiento legal en el cual la Iglesia cat¨®lica romana tiene una enorme cantidad de dinero en juego. La archidi¨®cesis de Boston, epicentro de los esc¨¢ndalos y delitos sexuales de los sacerdotes, hace poco renunci¨® a un acuerdo de entre 15 y 30 millones con las v¨ªctimas de Geoghan, aduciendo que no tendr¨ªa suficiente dinero para futuros litigios.
Quiz¨¢ haya sido una buena estrategia legal echar toda la culpa a otras personas. Pero (...) los testimonios del cardenal nunca han hablado de los sentimientos de traici¨®n, confusi¨®n y alienaci¨®n extendidos entre estadounidenses cat¨®licos y no cat¨®licos. (...)
Nueva York, 10 de mayo
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