La sonrisa de los pobres y marginados
La ONG Odontolog¨ªa Solidaria atiende en Valencia a personas sin poder adquisitivo por poco dinero La ONG Odontolog¨ªa Solidaria atiende en Valencia a personas sin poder adquisitivo por poco dinero
?Se imaginan que cada vez que vamos al dentista, ¨¦ste s¨®lo nos cobrara seis euros por visita? ?Que una limpieza de boca o un empaste nos costara otro tanto? Aunque parezca una entelequia, los odont¨®logos a este precio existen.
En Valencia se form¨® hace algunos a?os una ONG que, con el nombre de Odontolog¨ªa Solidaria, atiende casos de personas que no tienen poder adquisitivo o que han sido marginados socialmente por las enfermedades que padecen.
Mar¨ªa Jos¨¦ Sanz visita Odontolog¨ªa Solidaria desde hace seis meses. Es valenciana y lleva tres a?os trabajando en una empresa de limpieza. Cobra tres euros por hora, y s¨®lo puede hacer seis horas al d¨ªa, sin extras, claro. 'Estoy divorciada y tengo cuatro hijos, aunque ahora s¨®lo me queda en casa la m¨¢s peque?a, que tiene 16 a?os', describe.
Con ese dinero para Mar¨ªa Jos¨¦ era imposible hacerse una revisi¨®n bucal y mucho menos cubrir un empaste. 'As¨ª que la Asistenta Social de Quatre Carreres me dijo que viniera a esta consulta. Ella me arregl¨® los papeles para que pudieran atenderme'.
Y es que para llegar a la consulta de Odontolog¨ªa Solidaria lo ¨²nico que se necesita es justificar la situaci¨®n econ¨®mica. 'Yo no hubiera tenido otra forma de arreglarme la boca', explica Sanz.
Otro tanto le ocurre a Juan Carlos Gurrea. Tiene 34 a?os y trabaja de pe¨®n alba?il por un sueldo de 781 euros al mes. 'Estoy casado y tengo un ni?o. Mi mujer no trabaja ?qu¨¦ dentista privado me hubiera arreglado los dientes? Ninguno', se lamenta.
Hace dos meses que asiste a la consulta, tiene varias muelas picadas y le faltan algunas piezas. Poco a poco le ir¨¢n reponiendo los dientes que le faltan y podr¨¢ ir pagando la factura a cuentagotas.
'Por una visita te cobran seis euros, y lo mismo por una limpieza o un empaste. Si necesitas un puente o una pr¨®tesis, lo que hacen es cobrarte el tratamiento seg¨²n el dinero que puedas ir pagando y cuando ya est¨¢ cubierto, te ponen lo que necesites. Es la ¨²nica forma que los pobres tenemos para poder tener una boca sana', explica.
Para Gurrea es incomprensible la cantidad de dinero que suelen cobrar los dentistas. 'Yo creo que quieren ganar demasiado dinero. Incluso hay quien trabaja en la Seguridad Social y luego tienen su consulta privada. Algunos, lo primero que te dicen es que vayas a su cl¨ªnica. Eso no me parece justo', critica.
En Odontolog¨ªa Solidaria no hay lujos. La sala de espera es un lugar donde no se ven sillones de cuero, ni mesitas supletorias, ni l¨¢mparas pomposas, ni moqueta y tampoco se encuentran las revistas de cotilleo de la ¨²ltima semana. En realidad es un piso sencillo. El sal¨®n es m¨¢s bien un ancho pasillo. Las sillas son de pl¨¢stico. Las paredes est¨¢n pintadas de blanco y cuelgan algunos carteles solidarios. Hay pocas revistas. Nada es llamativo como suele ocurrir en muchas consultas privadas. Pero eso no importa. Lo importante es que los profesionales trabajen con el m¨¢ximo rigor.
Jezabel es valenciana. Lleg¨® a la consulta porque se lo dijo su madre, viuda y con seis hijos. Ella ha podido comprobar la diferencia entre un dentista de pago y los odont¨®logos solidarios. 'Hace tres a?os tuve que ir a un dentista particular y la verdad es que no he visto ninguna diferencia entre aqu¨¦l y estos. Me han hecho lo mismo en un sitio que en otro con la diferencia que aqu¨ª cobran bastante menos', narra.
Los emigrantes suelen ser de los m¨¢s necesitados y l¨®gicamente, tambi¨¦n llegan a la consulta. Algunos est¨¢n sin papeles, como le ocurre a Mar¨ªa, una rumana que no quiere dar su nombre verdadero y que lleg¨® aqu¨ª gracias a la recomendaci¨®n de la se?ora que cuida.
Mar¨ªa est¨¢ muy contenta con Odontolog¨ªa Solidaria. 'Sin ellos continuar¨ªa teniendo una boca muy estropeada. Llevo a?o y medio en Espa?a y vine con los dientes muy mal porque en mi pa¨ªs los dentistas son car¨ªsimos. Para pagar todo el tratamiento que me est¨¢n haciendo, en Rumania hubiera necesitado trabajar diez a?os seguidos', razona.
Adem¨¢s, Mar¨ªa tambi¨¦n se ha dado cuenta de que la relaci¨®n paciente-m¨¦dico es mucho mejor. 'Aqu¨ª son m¨¢s cari?osos. All¨ª son m¨¢s duros, supongo que es porque la vida all¨ª tambi¨¦n es m¨¢s dif¨ªcil. En teor¨ªa tenemos Seguridad Social, la descuentan de nuestro sueldo, pero cuando la necesitas, es como si no existiera. Tienes que volver a pagar para que te atiendan', denuncia.
A Mar¨ªa le est¨¢ costando adaptarse a vivir en Valencia, aunque no cree que vuelva a Ruman¨ªa, donde ha quedado parte de su familia: 'Mi madre se qued¨®. Cobra unos 24 euros al mes. Con ese sueldo es imposible pensar en m¨¦dicos. Yo llegu¨¦ hace a?o y medio y hace cuatro meses vino mi marido. De momento estamos teniendo suerte y con lo que ganamos podemos ir viviendo'.
Experiencia diferente
Mari Cruz Dartina ha vivido una experiencia muy diferente. Es guineana, tiene 15 a?os y lleg¨® a Valencia hace 7 meses para estudiar y ayudar a su hermana casada y con cuatro hijos: 'Empec¨¦ a quitarme las muelas en Guinea', dice Mari Cruz: 'All¨ª los dentistas son baratos y todo el mundo puede ir a su consulta. Tengo la boca podrida y cuando llegu¨¦ a Espa?a se me empez¨® a hinchar la cara'.
Las posibilidades de recuperar una buena dentadura no eran muy halag¨¹e?as. En la Seguridad Social le arrancaron las que ten¨ªa mal, pero no le hac¨ªan nada m¨¢s: 'Menos mal que estos m¨¦dicos me est¨¢n acabando de sanear la boca y luego me pondr¨¢n todas las piezas que me falten', se alegra.
Si no hubiera sido por la ayuda de la Asistenta Social, Mari Cruz no lo hubiera conseguido y eso para una chica de quince a?os no resulta f¨¢cil de digerir. Como tambi¨¦n es dif¨ªcil a esta edad separarte de los tuyos. 'S¨¦ que aqu¨ª estoy mejor, pero echo mucho de menos a mis padres, a mis amigos.... Me cuesta acostumbrarme. Eso me hace sentirme un poco triste pero creo que podr¨¦ adaptarme poco a poco', manifiesta.
De momento, Mar¨ª Cruz ha conseguido solucionar sus problemas dentales. tiene los gastos cubiertos y m¨¢s adelante, cuando tengan que ponerle los dientes postizos, buscar¨¢ ayuda a trav¨¦s de la Asistenta Social y de su familia. Y los primeros en ayudarla han sido los profesionales solidarios. Ellos se preocupan de evitar que el estado de la boca no sea una consecuencia de las diferencias sociales. Todo un esfuerzo recompensado por la sonrisa de sus pacientes.
Diez solidarios a?os
Astrid Hirschberg es una de las dentistas que trabajan en Odontolog¨ªa Solidaria. Empez¨® como voluntaria cuando estaba estudiando. Lo primero que hacen los profesionales es una revisi¨®n completa a cada paciente. Ella explica que algunos piensan que cobran tan poco porque son peores profesionales, y otros creen que como son pobres les van a tratar peor. Los pacientes son personas de estratos sociales bajos. Suelen ser marginados, enfermos que no quieren atender en otros sitios por miedo al contagio. Heirschberg sabe que es un trabajo duro, pero es dentista y prefiere esta consulta a cualquier otra. 'S¨¦ que gano mucho menos que si trabajara en una cl¨ªnica privada, pero la solidaridad es m¨¢s importante que ganar mucho dinero', afirma. Odontologia Solidaria surgi¨® en 1992 de la inquietud de unos cuantos profesionales para acortar las distancias que en el campo bucodental existen entre ricos y pobres. En Valencia, comenz¨® a organizarse en 1997 con la intenci¨®n de poner en marcha una cl¨ªnica dental, idea que se materializ¨® en 1999. La congregaci¨®n religiosa Esclavas de Mar¨ªa, les cedi¨® un local en la calle Balmes, 23, en el c¨¦ntrico barrio de Velluters. Seg¨²n la Memoria de la Fundaci¨®n de 2001, los motivos que han llevado a estos profesionales a participar en la ONG son los de ayudar a personas sin recursos, as¨ª como a marginados que no podr¨ªan superar sus problemas de otro modo. Tambi¨¦n les anim¨® el descubrir que en Valencia no exist¨ªa ninguna organizaci¨®n de este estilo. Pero, ante todo, los odont¨®logos tienen muy claro que su motivaci¨®n viene dada por 'la limitada cobertura de los tratamientos odontol¨®gicos que posee la Asistencia P¨²blica Sanitaria'.
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