'La izquierda tiene que dominar los temas de la derecha para ganar'
Anthony Giddens cre¨® la tercera v¨ªa, la doctrina con la que Tony Blair reform¨® el Partido Laborista brit¨¢nico y obtuvo la enorme victoria que a¨²n le mantiene en el poder. En un momento de avance de la derecha en Europa, de fracaso de los socialistas en Francia y mientras crece la vulnerabilidad de Gerhard Schr?der en Alemania, Giddens presenta aqu¨ª la f¨®rmula m¨¢gica que cree que ha dado a Blair la clave de su ¨¦xito: la izquierda debe asumir los temas que preocupan al ciudadano, darles una soluci¨®n propia y no dejar ni un mil¨ªmetro de ellos a la derecha. S¨®lo as¨ª, dice Giddens, el centro-izquierda puede triunfar: temas como la competitividad econ¨®mica, la inmigraci¨®n o el crimen, tradicionales de la derecha, deben ser arrebatados con ¨¦xito por la izquierda. 'Y entonces, ganas', asegura. Giddens viaj¨® esta semana a Madrid para promocionar los cursos de la London School of Economics, que dirige, y que ya cuenta con 400 alumnos en Espa?a.
'Jospin cometi¨® errores de campa?a y tambi¨¦n de pol¨ªtica. Francia necesita m¨¢s reformas del mercado de trabajo. Necesita abordar la inmigraci¨®n'
'La mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos no est¨¢n preparados para recibir grandes olas de inmigrantes. Pero una vez que les admites, tienes que tratarlos bien'
'La generaci¨®n actual de j¨®venes es liberal en cuestiones sociales, no quiere volver al modelo de Estado que defendi¨® la izquierda tradicional'
'Europa no ha hecho un buen trabajo para erradicar el racismo. Muchos critican a Estados Unidos, pero EE UU es m¨¢s avanzado en ese sentido'
'El papel de los sindicatos debe ser luchar por la protecci¨®n del trabajador en el cambio tecnol¨®gico, no insistir en una estructura de trabajo ya inexistente'
Pregunta. ?Cu¨¢l fue el error de Lionel Jospin?
Respuesta. No hizo muy bien su campa?a. Cometi¨® errores en la presentaci¨®n de su campa?a. Y tambi¨¦n cometi¨® errores de pol¨ªtica. Ten¨ªa una coalici¨®n en la que era dif¨ªcil tomar las decisiones pol¨ªticas, y Francia esencialmente necesita m¨¢s reformas del mercado de trabajo de las que consigui¨® el Gobierno. A pesar de que logr¨® reducir los niveles de desempleo, hay a¨²n un nivel sustancial de paro estructural, especialmente una gran cantidad de paro juvenil que no ha sido capaz de cambiar. Si los socialistas logran volver al Parlamento en las elecciones legislativas de junio, deben progresar en estas cuestiones de verdad, y, obviamente, en el tema de la inmigraci¨®n, que es una gran cuesti¨®n para la izquierda en toda Europa. Pero en las elecciones presidenciales de Francia, lo que ocurri¨® sobre todo fue que los votantes de izquierda se dedicaron a jugar, y fueron v¨ªctimas de sus propios juegos. Pensaron que Jospin iba a ganar de todas formas en la primera vuelta, as¨ª que decidieron divertirse votando a otros partidos, con unas consecuencias que nadie quer¨ªa en realidad.
P. Todo eso es cierto, pero tambi¨¦n es cierto que Europa est¨¢ girando hacia la derecha.
R. Hay que tener cuidado con eso. En primer lugar, ha habido mucha histeria en torno al se?or Le Pen, y creo que hay que relacionar el auge de la extrema derecha, esencialmente, con el tema de la globalizaci¨®n. Est¨¢n creciendo grupos, tanto a la derecha como a la izquierda, muy hostiles a la globalizaci¨®n, que comparten muchas similitudes. En la extrema derecha de todo el mundo tienes gente que quiere proteccionismo econ¨®mico y proteccionismo cultural, y ¨¦ste adopta la forma de la xenofobia. Esto ocurre en Australia, ocurri¨® con Ross Perot en Estados Unidos, no es un fen¨®meno actual. Encuentras hasta un 25% de votos de ultraderecha en algunos lugares de Europa en los ¨²ltimos 10 a?os, as¨ª que no hay que exagerar el impacto de Le Pen en Francia. Si hablamos del auge de la derecha m¨¢s moderada, hay circunstancias que favorecen ese ¨¦xito, adem¨¢s de los elementos pol¨ªticos. Cuando los socialistas volvieron al poder en 11 de los 15 pa¨ªses europeos, eso no era porque hubiera un giro a la izquierda entre la gente, sino en parte porque los partidos de centro-izquierda, como el Partido Laborista brit¨¢nico, reestructuraron sus doctrinas para dirigirse a un electorado m¨¢s amplio. Y en parte fue debido a una serie de circunstancias. En Inglaterra, la gente estaba harta de Margaret Thatcher; en Alemania estaban hartos de los democristianos. As¨ª que hay muchas cuestiones t¨¢cticas y estrat¨¦gicas en el asunto, no s¨®lo la divisi¨®n ideol¨®gica. No creo que haya una corriente general en Europa de derechas m¨¢s que la que hubo hace siete u ocho a?os de izquierdas. La cuesti¨®n para la izquierda es asegurarse de que contin¨²a la modernizaci¨®n ideol¨®gica y al mismo tiempo continuar pensando t¨¢cticamente, porque el problema tradicional de la izquierda han sido las divisiones, las fragmentaciones, y eso ha mantenido a la izquierda fuera del poder. Mucho depender¨¢ de varias circunstancias. Es posible que la izquierda siga en el poder en el Parlamento en Francia, que gane. Y el Nuevo Laborismo est¨¢ en buena situaci¨®n. As¨ª que, si eso ocurre, el mapa ideol¨®gico de Europa no cambiar¨¢ tan radicalmente. Hay que tener en cuenta estas cosas. El principio general de que 'unidos, ganas; divididos, pierdes' es importante para la izquierda. Eso importa tanto como lo ideol¨®gico. Sabemos cu¨¢les son los grandes temas ideol¨®gicos, pero es un poco dif¨ªcil para la izquierda adaptarse a ello. Hay que amoldarse positivamente a ello: la inmigraci¨®n, el paro, la identidad cultural de las naciones...
P. Usted defiende una pol¨ªtica dura en inmigraci¨®n. ?Cu¨¢l es su propuesta?
R. Hay que reconocer que la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos -y creo que Inglaterra es una excepci¨®n a esto- no est¨¢n preparados para recibir grandes avalanchas de inmigrantes. No son como Norteam¨¦rica o Australia, que son esencialmente sociedades inmigrantes. Europa siempre ha exportado personas, m¨¢s de las que ha acogido, as¨ª que tienes que tener una pol¨ªtica de inmigraci¨®n razonablemente cuidadosa. Pero una vez que admites a los inmigrantes, tienes que tratarlos bien. Muchos pa¨ªses europeos no tienen una pol¨ªtica clara en ninguno de los dos aspectos. Si observas las mejores pol¨ªticas, como la de Canad¨¢, que ha tenido una pol¨ªtica con ¨¦xito, ver¨¢s que ha asimilado grandes olas de inmigrantes, teniendo cuidado con el tipo de gente que est¨¢ aceptando; les trata bien, reconoce sus valores... ?stas son cosas que los pa¨ªses europeos no han hecho.
P. Usted est¨¢ de acuerdo con limitar el n¨²mero de inmigrantes.
R. Es obvio que hay que limitar el n¨²mero.
P. ?Por cualificaci¨®n, por origen...?
R. Yo estoy a favor de un criterio m¨¢s amplio de recepci¨®n; no s¨®lo tener inmigrantes por sus cualificaciones, hay que aceptar una gran diversidad. Un pa¨ªs debe establecer sus l¨ªmites generosamente, pero el asunto es asegurarse de que les vas a tratar bien una vez que les has aceptado, y que les puedes acoger, que puedes dotar de cambios tu sistema educativo, que tienes posibilidades de incorporar otros idiomas a la educaci¨®n. En el Reino Unido hemos tenido mayor experiencia que muchos pa¨ªses europeos y conocemos tanto los problemas como las ventajas de la inmigraci¨®n. Sabemos que la inmigraci¨®n es una fuerza econ¨®mica positiva para una sociedad y sabemos que muchos temores de la poblaci¨®n no est¨¢n fundados. Y al mismo tiempo tienes que reconocer que las inquietudes est¨¢n ah¨ª y no puedes hacer como si no estuvieran. Tienes que encontrar una forma razonable de afrontarlo.
P. Pens¨¢bamos que el problema eran los nuevos inmigrantes que llegan mat¨¢ndose en pateras, y resulta que nos levantamos un d¨ªa y encontramos que en Oldham los ingleses atacaban a los asi¨¢ticos ya afincados desde hace mucho. O que en Francia hay una gran xenofobia contra los inmigrantes que llevan ya 30 a?os, o contra sus hijos, nacidos all¨ª y que no se han integrado a¨²n. ?No ha sido un shock para la izquierda?
P. Una explicaci¨®n de esto es el racismo. Francamente, los pa¨ªses europeos no han hecho un buen trabajo para erradicar el racismo. Mucha gente critica a Estados Unidos por ello, pero Estados Unidos es m¨¢s avanzado que la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos en el combate contra el racismo. Y el racismo s¨ª es un asunto de m¨¢xima importancia si consideras, por ejemplo, que los espa?oles que fueron a vivir a Francia hace 20 a?os fueron muy f¨¢cilmente asimilados; pero si eres un negro, si vienes del norte de ?frica, es mucho m¨¢s dif¨ªcil de asimilar. Es una cuesti¨®n racista. La ¨²nica forma de atacar esto es a trav¨¦s de pol¨ªticas constantes y de educaci¨®n.
P. Volviendo al tema de la izquierda y la derecha, usted escribi¨® recientemente que el 50% de la poblaci¨®n no es ideol¨®gica, no se define como de izquierda o de derecha. ?Es el fin de la divisi¨®n cl¨¢sica entre izquierda y derecha?
R. No, no creo que sea el fin de la divisi¨®n, pero de nuevo es una situaci¨®n factual. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, no hace tanto, la mayor parte del electorado ten¨ªa una filiaci¨®n pol¨ªtica clara y se intentaba colocar en el espectro seg¨²n su definici¨®n de izquierda o derecha. Ahora las cosas ya no son as¨ª. Hay un menor nivel de filiaci¨®n a un partido fijo, la gente quiere elegir un partido, y el 50% de los europeos no se definen como de derechas o de izquierdas. Tradicionalmente, la izquierda se ha ocupado de unos temas, y la derecha, de otros temas. Los j¨®venes, por ejemplo. La generaci¨®n actual de j¨®venes es liberal en cuestiones sociales, pero no quiere volver al modelo de gran Estado tradicional de la posici¨®n de izquierdas. As¨ª que cualquier partido de izquierda, o de centro-izquierda, debe tener en cuenta esto, reconocer que as¨ª es el electorado. Eso no significa que izquierda o derecha ya no tienen significado, s¨ª que lo tienen. No podr¨ªas hablar de desarrollo de la extrema derecha si ya no tuviera sentido el concepto de izquierda y derecha. Lo tiene. Pero ya no est¨¢ tan relacionado con ideas tan claras o utop¨ªas en ninguno de los dos lados. Ya no tienes una utop¨ªa realista en la izquierda, como la que hab¨ªa antes de 1989, as¨ª que es obvio que estas divisiones ya no tienen la importancia que ten¨ªan en el pasado.
P. Si Gerhard Schr?der pierde en las elecciones de septiembre en Alemania, si el Partido Socialista Franc¨¦s pierde en las elecciones legislativas de junio, pr¨¢cticamente ya s¨®lo quedar¨¢ Blair. ?Por qu¨¦ se ha salvado la socialdemocracia en Inglaterra? ?Es la tercera v¨ªa?
R. En parte, s¨ª, porque los cambios que hizo el Nuevo Laborismo le permitieron alcanzar un electorado m¨¢s amplio. Mucha gente que jam¨¢s hab¨ªa votado a los laboristas, lo hizo, y eso es gracias a esos cambios. Pero una parte sustancial de la fuerza del Nuevo Laborismo se debe al sistema bipartidista y a la desmoralizaci¨®n de los tories. Si volvemos a la cuesti¨®n de 'unidos, ganas; divididos, pierdes', en el Reino Unido la derecha est¨¢ completamente dividida sobre el euro, y la izquierda no est¨¢ tan dividida. Eso act¨²a en favor del Partido Laborista. Es una cuesti¨®n que est¨¢ haciendo historia. Los laboristas pueden conseguir el tercer mandato en el poder. Es un gran hito en la historia.
P. ?Qu¨¦ opina del nuevo l¨ªder de los tories, Ian Duncan Smith? ?Cree que podr¨¢ conseguir esa unidad?
R. No. No creo que el l¨ªder actual pueda lograrlo. Ning¨²n l¨ªder puede conseguirlo porque hay una divisi¨®n estructural entre los tories sobre el euro muy profunda. Intentan resolverlo movi¨¦ndose a la derecha, pero pierden muchos votos con ello. Una de las cosas que ha hecho el Nuevo Laborismo es ocupar un territorio que sol¨ªa pertenecer a los tories. Una de las gu¨ªas filos¨®ficas del Nuevo Laborismo, que apoyo y a lo que he intentado contribuir, es que no dejas ning¨²n asunto a la derecha. No dices: ¨¦stos son asuntos de la derecha y no tenemos nada que decir. No dejas la inmigraci¨®n, no dejas la competitividad econ¨®mica, no dejas el crimen a la derecha. Buscas soluciones de centro-izquierda a problemas de la derecha. As¨ª que cuando Blair habla de lo que quiere hacer con el crimen es muy diferente de lo que dec¨ªa el laborismo tradicional, que era: el crimen es resultado de la desigualdad. ?Vete al infierno con la desigualdad! Y la derecha tradicional se centraba en el castigo. El Partido Laborista ha intentado tener una pol¨ªtica efectiva de rehabilitaci¨®n y parece que ha tenido ¨¦xito, as¨ª que es importante asegurarse de que tienes una pol¨ªtica de centro-izquierda en cada asunto, y es importante no permitir a la derecha que domine ning¨²n asunto. Y entonces ganas en tu ¨¢rea de centro-izquierda y neutralizas a la derecha en las ¨¢reas en que es fuerte. Y ganas por ti mismo. Eso es lo que ha hecho el Partido Laborista.
P. ?Debemos preocuparnos por el avance del Partido Nacional Brit¨¢nico (BNP), la ultraderecha brit¨¢nica, en las recientes elecciones municipales? [Lograron un 27% de los votos en algunos barrios de Oldham, aunque sin esca?os, y un 14% de votos en Burnley, con tres esca?os].
R. S¨ª, debemos hacerlo igual que debemos preocuparnos por los resultados de la extrema derecha en toda Europa: es la combinaci¨®n de xenofobia, racismo, intolerancia al cosmopolitismo. Estas actitudes est¨¢n extendidas en el Reino Unido, y el BNP tiene oportunidad de conseguir alg¨²n poder a trav¨¦s de esos esca?os municipales. No es una fuerza nacional como en otros lugares de Europa, en ese sentido no es una gran fuente de preocupaci¨®n. Al menos de momento.
P. Tras la victoria que alcanz¨® Le Pen en la primera vuelta, al lograr pasar a la segunda, Schr?der sugiri¨® que tal vez hay que frenar el proceso de ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea. Ir m¨¢s despacio.
R. No estoy de acuerdo. Creo que hay que impulsar la ampliaci¨®n. El compromiso por la ampliaci¨®n es ya un hecho y hay que ir r¨¢pido. Los temores de algunas personas no responden a la realidad. Algunos s¨ª y otros no. Si vuelves a la ¨¦poca en que entraron Espa?a y Portugal, mucha gente ten¨ªa los mismos temores en el norte de Europa, tem¨ªa la entrada de tanta gente no cualificada; pero esto no ocurri¨®, y lo que ocurri¨® fue que muchos inmigrantes volvieron a casa desde el norte de Europa. As¨ª que puedes anticipar algo similar si la ampliaci¨®n se efect¨²a. No estoy de acuerdo con ir m¨¢s despacio, sino con ir adelante.
P. ?Se siente a¨²n cercano a Blair? ?Cree que est¨¢ haciendo lo correcto para cumplir con su promesa de justicia social, de mejorar los servicios p¨²blicos?
R. Yo no soy un asesor formal de Tony Blair, no hablo en su nombre, sino por m¨ª mismo. Pero el punto clave para cualquier partido de centro-izquierda de hoy es c¨®mo reconcilias la competitividad econ¨®mica y la creaci¨®n de trabajo con la solidaridad social, reconociendo que no puedes alcanzar ambas cosas por los medios tradicionales. S¨®lo algunos medios tradicionales valen todav¨ªa. Eso es el programa del Partido Laborista. Y para hacer esto tienes que lograr primero una reputaci¨®n de competitividad econ¨®mica y despu¨¦s usar eso para generar los suficientes ingresos como para poner en marcha programas efectivos de justicia social, de bienes p¨²blicos. Y ¨¦sa es la cuesti¨®n que est¨¢n haciendo ahora. Han tenido ¨¦xito en estas ¨¢reas, y el test clave ser¨¢ la sanidad. Van a poner dinero en ello y creo que pueden tener ¨¦xito.
P. ?Por qu¨¦ cree que Aznar rob¨® la relaci¨®n con el laborista Blair, que por filiaci¨®n deb¨ªa ser m¨¢s cercano al Partido Socialista Obrero Espa?ol?
R. Hay que verlo como una conexi¨®n entre dos l¨ªderes de dos pa¨ªses europeos. Dos pa¨ªses pueden formar una alianza efectiva dentro de la Uni¨®n Europea. Eso es importante, y creo que Tony Blair trabaja con Aznar en ese sentido, independientemente de que sus visiones pol¨ªticas sean similares o diferentes. En segundo lugar, creo que comparten algo de inter¨¦s com¨²n, que es la agenda de Lisboa. Yo comparto la opini¨®n de que la Cumbre de Lisboa fue la m¨¢s progresista que ha producido la Uni¨®n Europea, porque por primera vez dio a la UE la oportunidad de rivalizar con Estados Unidos en el plano econ¨®mico, aparte del plano social. Y esa agenda no est¨¢ completamente realizada y necesitas alianzas en Europa para impulsarla. Y hoy el centro-izquierda o el centro-derecha pueden trabajar juntos en ¨¢reas que comparten y en las que pueden colaborar.
P. Sabe que los sindicatos espa?oles amenazan con una huelga general en junio. Hay huelga tambi¨¦n en Alemania y ha habido en Italia. Usted ha tenido un discurso cr¨ªtico con los sindicatos. ?Qu¨¦ opina de estas convocatorias?
R. No conozco bien las circunstancias exactas de cada caso, s¨®lo puedo comentar en t¨¦rminos generales. Pero el modelo actual debe ser distinto del pasado. Tienes que aceptar que hay un gran cambio tecnol¨®gico, y el papel de los sindicatos debe ser facilitar el cambio tecnol¨®gico en los mercados laborales y no bloquearlo, y la forma de hacerlo es luchar por la protecci¨®n de los trabajadores en el momento del cambio, no insistir en una estructura ya inexistente de trabajos. No hablo de la americanizaci¨®n del mercado de trabajo, es seguir los procedimientos que han tenido ¨¦xito en pa¨ªses como Dinamarca, Holanda u otros, donde se ha logrado una buena mezcla de competitividad econ¨®mica y protecci¨®n social.
Con detractores, y ¨¦xito
ANTHONY GIDDENS dirige la prestigiosa London School of Economics con la seria misi¨®n no s¨®lo de observar la realidad, sino de influir en ella. Psic¨®logo y soci¨®logo, hombre preciso, intuitivo y agudo, Giddens ha logrado promover desde el aula una renovaci¨®n de la socialdemocracia que ha removido los cimientos del Partido Laborista brit¨¢nico y que ha provocado el mayor debate ideol¨®gico que ha conocido la izquierda europea desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, en 1989. Con pocos partidarios y m¨¢s detractores, sus ideas de lanzar a la socialdemocracia a la conquista del espacio de centro y a la caza de los liberales, siempre sin perder al votante tradicional, tuvieron y tienen tantos enemigos como, sin ninguna duda, ¨¦xito: la Tercera V¨ªa ha dotado al Partido Laborista de una mina ideol¨®gica suficiente para nutrir dos mandatos seguidos y so?ar con una tercera victoria, un hito hist¨®rico en el Reino Unido.
Giddens, el estudioso brit¨¢nico, preciso y sint¨¦tico, al que no sobra una coma en sus intervenciones, es tambi¨¦n uno de los promotores de un mayor europe¨ªsmo para el Reino Unido, la gran asignatura pendiente que culminar¨¢ con el refer¨¦ndum, prometido por Tony Blair para esta legislatura, sobre el euro. Giddens quiere una Europa fuerte, ampliada y en la que se abra paso la agenda fijada en Lisboa por los Quince, que se comprometieron a un liberalismo que dinamizara la econom¨ªa europea muy contestado luego por Francia y por la propia Alemania. Hoy precisamente es en estos dos pa¨ªses donde peligra la mayor¨ªa de izquierdas en las elecciones de junio, en el primer caso, y de septiembre, en el segundo.
Giddens, mientras, intenta conjugar al tiempo liberalismo, europe¨ªsmo y socialdemocracia. Un desaf¨ªo tentador para la izquierda de Europa.
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