La madera en guerra
Estados Unidos grava con un 29% las importaciones deCanad¨¢
Por cuatro a cero, la Comisi¨®n de Comercio Internacional de Estados Unidos ha decidido imponer un gravamen del 29% a todas las importaciones de madera canadiense, con la que se construye m¨¢s de un tercio de las viviendas norteamericanas. La decisi¨®n, no por inesperada, ha sentado como una 'patada en los dientes' de los canadienses y es calificada como una 'obscenidad', en palabras del ministro de Comercio canadiense, Pierre Pettigrew.
El arancel ha provocado el cierre de centenares de aserraderos y encarecer¨¢ en 1.600 euros las viviendas en Estados Unidos
Los bosques de Canad¨¢ pertenecen a la Corona y los gestionan las provincias. En Estados Unidos son privados y las cortas se subastan
De momento ha provocado el cierre de m¨¢s de 120 aserraderos y la p¨¦rdida de millares de empleos en Canad¨¢, sobre todo en Columbia Brit¨¢nica, provincia que aporta la mitad de las exportaciones madereras del pa¨ªs y da trabajo a m¨¢s del 14% de la poblaci¨®n activa.
El dur¨ªsimo paso adoptado por Estados Unidos se ve¨ªa venir desde mayo del a?o pasado en que expir¨® un acuerdo de seis a?os que pon¨ªa fin a los centenarios litigios entre ambos pa¨ªses por culpa de la madera. Por este acuerdo Canad¨¢ se compromet¨ªa a respetar unas cuotas a sus exportaciones.
El ambiente se calde¨® en oto?o pasado cuando Estados Unidos anticip¨® que impondr¨ªa severos grav¨¢menes a la madera canadiense por vulnerar 'los principios del libre comercio'. Los competidores del sur acusan a sus vecinos de recibir subsidios y vender los tableros por debajo del coste real. Como el anuncio coincidi¨® con la petici¨®n de ayuda para luchar contra Bin Laden en Afganist¨¢n, los canadienses se sintieron ofendidos. 'Somos los primeros en echarles una mano y nos lo agradecen con un estacazo'.
Seg¨²n el departamento de Comercio, Estados Unidos import¨® en 2001 m¨¢s de 43 millones de metros c¨²bicos de madera canadiense por 6.000 millones de euros (un bill¨®n de pesetas). En un marco de excelentes relaciones, selladas por el acuerdo de libre comercio (NAFTA), la imposici¨®n unilateral del arancel ha quebrado unas relaciones de guante blanco y supone, como en el caso del acero, otro pelda?o proteccionista de la Administraci¨®n de Bush.
En Vancouver, la capital financiera de la Columbia Brit¨¢nica, se vive como un drama colectivo. La provincia es una de las principales productoras mundiales de madera y aporta el 9% del PIB provincial. Los medios gotean el cierre de aserraderos y la fat¨ªdica p¨¦rdida de empleos.
De nada han servido las intensas negociaciones al m¨¢s alto nivel o los recursos ante los tribunales y la OMC. La fuerza de un lobby sustentado por 779 madereros, mayoritariamente del sur de Estados Unidos, que se sienten perjudicados por las importaciones, se ha impuesto en el litigio.
A pesar de compartir una misma cultura y un mismo idioma, manejan lenguajes muy diferentes. Los del norte utilizan el sistema m¨¦trico y los del sur otro. Los montes en Canad¨¢ pertenecen a La Corona. Se gestionan por los Gobiernos provinciales que son quienes fijan el canon de cortas mediante una compleja f¨®rmula.
En Estados Unidos los bosques son privados y las cortas se efect¨²an a la puja. Sus madereros se quejan de que el canon que pagan sus vecinos del norte esconde un subsidio p¨²blico con el que no pueden competir. Por a?adidura, dicen, soportan muchas m¨¢s restricciones medioambientales debido a una mayor presi¨®n ecol¨®gica y una legislaci¨®n ambiental m¨¢s severa que la canadiense.
Compensar los subsidios y la competencia desleal
La mayor parte del arancel (19%) trata de compensar el supuesto subsidio al sector forestal que aplican las provincias de Alberta, Columbia Brit¨¢nica, Ontario y Quebec. Las dem¨¢s provincias canadienses quedan exentas. El resto del arancel (entre 2% y 12%) intenta resarcir el supuesto dumping de las exportadoras canadienses, muchas de las cuales son multinacionales con brazos en ambos lados de la frontera. Las m¨¢s afectadas son Weyerhaeuser (con un 12,3%), Abititi (12%), Tembec (10%), Slocan (7%), Canfor (6%), West Fraser (2,2%). Algunas ya han anunciado que asumir¨¢n el gravamen, pero todas est¨¢n dispuestas a recurrir a los tribunales. Otras han intentado eludir el brete comerciando con madera del Este europeo. Los constructores estadounidenses se han puesto de su parte. 'Es una amenaza a un sector que tira de la recuperaci¨®n econ¨®mica', ha declarado Bobby Yayburn, de la Asociacion Nacional de Constructores de Viviendas, y a?ade que 'aunque Canad¨¢ consiga el respaldo del Tratado de Libre Comercio a los norteamericanos, les van a salir las casas 1.600 euros m¨¢s caras'.
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