Pobre comedia
Hay veces que cuesta comprender que se escriban obras como ¨¦sta, pero todav¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil de entender que se ensayen, que se monten, que se d¨¦ el visto bueno, que lleguen sin problema a los escenarios institucionales. El asunto va de dos infelices, dos somniatruites, que simultanean la precariedad de sus empleos basura con grandes planes ilusorios acerca de su futuro, para quedarse al final, despu¨¦s de varios desenga?os absolutamente t¨®picos, en el lugar que ocupaban al principio.
El mensaje ese es regusto progre e impostado por la figura del perdedor, aunque para ello haya que echar mano de personajes que rozan la grave minusval¨ªa ps¨ªquica, ya que ni hay argumento ni desarrollo ni nada que se parezca a una obra dram¨¢tica, s¨®lo la afici¨®n fingida de sus creadores hacia el perdedor, trufado todo ello con un rosario insufrible de chistecitos, ocurrencias al tunt¨²n y observaciones graciosillas que se convierten en una especie de tics de recurso ante la ausencia de otros materiales de mayor peso a los que agarrarse. Los actores est¨¢n como est¨¢n, es decir, dentro de los l¨ªmites de lo normal en relaci¨®n con los papeles que les toca defender, y no en vano Manuel Ochoa y Alvaro B¨¢guena han ganado su prestigio en otros trabajos. El resto, incluyendo una direcci¨®n m¨¢s propia del peor y m¨¢s amateur caf¨¦ teatro, mejor es olvidarlo.
Miss Ceuta
De Roberto Garc¨ªa, por L'Horta Teatre. Int¨¦rpretes, Alvaro B¨¢guena, Manuel Ochoa, Juan Pablo Mendiola. Iluminaci¨®n, Ximo D¨ªaz. Vestuario, Roc¨ªo Cabedo. Escenograf¨ªa, Enric Juezas. Espacio sonoro y direcci¨®n, Roberto Garc¨ªa. Teatro Tal¨ªa. Valencia.
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