No al embargo, s¨ª a elecciones libres
El ex presidente estadounidense critica el bloqueo impuesto a la isla por su pa¨ªs y reclama de Castro un refer¨¦ndum
El ex presidente Carter dio, no obstante, una de cal y otra de arena, y pidi¨® que el Gobierno norteamericano tome la iniciativa para normalizar las relaciones entre ambos pa¨ªses. Carter present¨® una verdadera plataforma para resolver el conflicto: propuso que se constituya 'una comisi¨®n de notables' para solucionar las reclamaciones de las empresas y ciudadanos estadounidenses expropiados por la revoluci¨®n, que se permita viajar a los norteamericanos sin restricciones a la isla, se autorice el comercio bilateral y se levante el embargo impuesto hace cuatro d¨¦cadas. 'El embargo induce a la ira y al resentimiento, restringe la libertad de los ciudadanos de EE UU y dificulta el que podamos intercambiar ideas y mostrar respeto', dijo el ex mandatario.
'Cuando los cubanos ejerzan su derecho para pac¨ªficamente cambiar sus leyes mediante un voto directo, el mundo ver¨¢ c¨®mo son los cubanos y no los extranjeros quienes decidir¨¢n el futuro', agreg¨® Carter en un discurso de 20 minutos pronunciado en un espa?ol aprendido cuando era cadete en la Academia Naval.
El ex presidente norteamericano dijo que no propugnaba la definici¨®n de democracia existente en Estados Unidos, sino la que est¨¢ descrita en la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos y que Cuba firm¨® en el a?o 1948. 'Todos los ciudadanos nacen con el derecho a escoger sus propios l¨ªderes. De definir su propio destino. De hablar libremente. De organizar partidos, sindicatos y grupos no gubernamentales. Y de tener procesos legales abiertos'.
Carter, al abordar el tema de los derechos humanos, no ocult¨® que 'no podemos decir que mi naci¨®n es perfecta. Un n¨²mero de nuestros ciudadanos se halla encarcelado en prisiones y hay poca duda de que la pena de muerte se impone m¨¢s duramente sobre aquellos que son pobres, negros o se encuentran mentalmente enfermos'. Sobre este mismo asunto agreg¨®: 'Durante m¨¢s de un cuarto de siglo no hemos logrado garantizar para nuestro pueblo el derecho b¨¢sico al cuidado universal de la salud. Sin embargo, las garant¨ªas de las libertades civiles ofrecen a todo ciudadano la oportunidad de cambiar esas leyes'.
'Durante 42 a?os', a?adi¨®, 'nuestras dos naciones se han encontrado atrapadas en un da?ino estado de beligerancia. Ha llegado la hora en la que debemos cambiar nuestras relaciones y la forma en la que pensamos y hablamos el uno del otro'.
En la calle, el desconcierto por el debate era notorio. Alguna gente no acababa de entender qu¨¦ 'ha cambiado en Cuba' para que se permita ahora a los disidentes actuar abiertamente y que un visitante extranjero de la talla de Carter les haga propaganda. 'El Proyecto Varela... ?Y ¨¦se qui¨¦n es?', comentaba un joven.
Pero la reflexi¨®n que mejor resume el sentir de buena parte de la poblaci¨®n es la de Jes¨²s, que vende pescado de contrabando en el barrio residencial de Miramar: '?Me va a resolver a m¨ª Carter mi problema?'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.