Europa y Am¨¦rica Latina: una relaci¨®n muy especial
Los jefes de Estado o de Gobierno europeos, latinoamericanos y caribe?os celebran ma?ana, viernes, en Madrid, bajo la presidencia espa?ola, la II Cumbre UE-Latinoam¨¦rica y Caribe, un acontecimiento que refleja la importancia que tiene esta relaci¨®n muy especial no s¨®lo para Espa?a, sino para toda Europa.
Los lazos entre Europa y Latinoam¨¦rica son antiguos y profundos. Nuestra relaci¨®n es ¨²nica y particular: entre iguales, entre familias, entre culturas. Y se refleja cada vez m¨¢s en el ¨¢mbito comercial y econ¨®mico, as¨ª como en nuestro di¨¢logo pol¨ªtico.
Latinoam¨¦rica, al igual que Europa, se enfrenta a los retos de la globalizaci¨®n, tanto de las oportunidades que brinda como de las desigualdades e inestabilidades que genera. De ah¨ª la importancia que concedemos a la integraci¨®n regional, a trav¨¦s de Mercosur, del Pacto Andino, del Proceso de San Jos¨¦ con Centroam¨¦rica, del Grupo de R¨ªo, as¨ª como del proyecto de integraci¨®n regional entre los pa¨ªses del Caribe.
En t¨¦rminos comerciales, perseguimos la integraci¨®n por las v¨ªas complementarias multilateral y regional. Eso s¨ª, descartamos el unilateralismo. Ambas v¨ªas son caras necesarias de una misma moneda, que, mezcladas en la dosis adecuada, sirven para responder a los desaf¨ªos de un mundo complejo e interdependiente. El sistema multilateral define las normas y principios comunes que constituyen los cimientos de la 'casa global'. El enfoque regional, a su vez, permite ir m¨¢s all¨¢ en casos donde se comparten visiones comunes basadas en antecedentes hist¨®ricos, culturales, pol¨ªticos y econ¨®micos, cuyas preferencias colectivas pueden ser integradas en el mercado y en sus pol¨ªticas de acompa?amiento.
La Uni¨®n Europea, que es en s¨ª un ejemplo claro de integraci¨®n regional, tiene todo el inter¨¦s en que los procesos de integraci¨®n regional en Am¨¦rica Latina y el Caribe tengan ¨¦xito. Sustentan la estabilidad pol¨ªtica y la seguridad tan esenciales para el bienestar social y econ¨®mico. Mercosur constituye un pilar de un mundo multipolar y su negociaci¨®n para lograr un acuerdo de asociaci¨®n con la UE no hace m¨¢s que reforzar ese sistema internacional. Nuestra asociaci¨®n consolidar¨¢ nuestros considerables v¨ªnculos econ¨®micos, que ya sit¨²an a Europa como primer socio comercial e inversor de la regi¨®n. Si bien es cierto que Mercosur atraviesa momentos dif¨ªciles, sus integrantes, en un formato denominado mini-Maastricht, han dado recientemente un mensaje claro de solidaridad como f¨®rmula para superarlas. En un viaje reciente por Argentina y Brasil, mis interlocutores dejaron claro que ven el Mercosur 'no como una opci¨®n, sino como nuestro destino'.
Indudablemente, uno de los grandes ¨¦xitos de esta cumbre ser¨¢ la conclusi¨®n, tras dos a?os de trabajo intenso, de las negociaciones para un Acuerdo de Asociaci¨®n entre Europa y Chile, que crear¨¢ una zona de libre cambio (ZLC), la m¨¢s ambiciosa e innovadora hasta la fecha, estableciendo disciplinas que van mucho m¨¢s all¨¢ del nivel de la OMC. Despu¨¦s del acuerdo preferencial firmado con M¨¦xico, lo alcanzado con Chile es otra demostraci¨®n clara y contundente de que el compromiso de la UE con Latinoam¨¦rica es mucho m¨¢s que mera ret¨®rica.
De regreso de M¨¦xico, hace apenas unos d¨ªas, he podido ver con mis propios ojos los frutos que ya ha producido nuestra ZLC en apenas dos a?os. A pesar de la preocupaci¨®n que reina por la econom¨ªa mundial, y con los vol¨²menes de comercio internacional estancados, los flujos entre la UE y M¨¦xico han crecido en ese tiempo un 30%. Nuestras inversiones se han multiplicado. Actualmente, m¨¢s de 5.000 empresas europeas activas est¨¢n instaladas en M¨¦xico; es decir, la cuarta parte de toda la inversi¨®n extranjera.
Del mismo modo que la gastronom¨ªa y la temperatura var¨ªan de un continente a otro, cada regi¨®n requiere su propio proyecto. La UE tiene una larga historia de relaciones con los pa¨ªses del Pacto Andino y de Centroam¨¦rica a trav¨¦s del Proceso de San Jos¨¦. La UE otorga a las exportaciones de ambas regiones el mejor acceso preferente unilateral a su mercado posible mediante el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG), un mecanismo que se renov¨® y mejor¨® en enero pasado. Este acceso preferente es esencial para su desarrollo, lo cual contribuye al crecimiento de la econom¨ªa mundial. Pero ante una realidad en constante cambio, la respuesta de la UE tambi¨¦n ha de ajustarse: esta cumbre servir¨¢ de trampol¨ªn de lanzamiento de una estrategia para negociar acuerdos con ambas regiones. En lo comercial, el ritmo con el que nuestros socios andinos y centroamericanos avancen en sus procesos de integraci¨®n regional e incrementen su capacidad para asumir obligaciones multilaterales ser¨¢ fundamental en la decisi¨®n de los europeos de concluir acuerdos comerciales preferentes con ambas zonas en el futuro.
Los pa¨ªses del Caribe est¨¢n integrados desde 1975 en los convenios de la UE con los pa¨ªses de ?frica, Caribe y Pac¨ªfico (ACP). En junio de 2000, se firm¨® en Coton¨² el nuevo acuerdo UE-ACP, que reconoce el comercio como motor fundamental del desarrollo futuro. Prev¨¦ la negociaci¨®n de Acuerdos de Partenariado Econ¨®mico (EPA) para fomentar un proceso de integraci¨®n regional de estos pa¨ªses. Confiamos, pues, en que los 15 Gobiernos de la UE den el mandato a la Comisi¨®n que nos permita sentarnos a la mesa con nuestros socios caribe?os no m¨¢s tarde del pr¨®ximo septiembre.
Esta cumbre nos brinda una oportunidad importante de reafirmar nuestro compromiso firme con el multilateralismo. Latinoamericanos, caribe?os y europeos lanzamos juntos el pasado noviembre el Programa de Doha para el Desarrollo de la OMC en Qatar. Qu¨¦ apropiado que sea un pa¨ªs latinoamericano, M¨¦xico, quien haga de anfitri¨®n para la pr¨®xima reuni¨®n ministerial de la OMC en 2003, punto crucial en el calendario trienal que hemos acordado para concluir esta negociaci¨®n.
Juntos, Europa y Latinoam¨¦rica pueden y deben jugar un papel primordial en el dise?o del mundo del futuro, un mundo en que nuestros valores compartidos de democracia, de justicia y de solidaridad se vean reflejados y proyectados a nivel global. Esta cumbre sirve para consolidar al m¨¢ximo y al m¨¢s alto nivel la alianza entre nuestras dos grandes regiones para afrontar este reto fuerte de nuestra relaci¨®n m¨¢s que especial.
Pascal Lamy es comisario de Comercio de la Uni¨®n Europea.
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