El fiscal del caso de espionaje al PSOE cree que Matas debe ser imputado
Pide el archivo de la causa cumpliendo '¨®rdenes expresas' de Cardenal
El fiscal Miguel ?ngel Anad¨®n razon¨® ayer en una vista de apelaci¨®n ante la Audiencia de Palma que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, deber¨ªa declarar como imputado ante el Tribunal Supremo para que relate su conocimiento del supuesto espionaje electr¨®nico del correo del actual consejero del PSOE, Francesc Quetglas, en 1998 y 1999. En la ¨¦poca del presunto pinchazo, Matas era presidente de Baleares y Quetglas responsable de Urbanismo del Consejo de Mallorca, en oposici¨®n al PP.
Anad¨®n pidi¨® formalmente que se confirme el actual archivo de la causa por revelaci¨®n de secretos, cumpliendo 'las ¨®rdenes expresas' recibidas del fiscal general, Jes¨²s Cardenal, pero inmediatamente se ampar¨® en el art¨ªculo 25 del Estatuto Fiscal para legitimar 'en expresi¨®n oral', 'a t¨ªtulo personal', sus observaciones y convicciones jur¨ªdicas distintas, 'fruto del estudio y la reflexi¨®n'. El fiscal se ampar¨® en el 'principio de legalidad', sin fracturar su dependencia jer¨¢rquica en el ministerio p¨²blico, para detallar su relato acusador sobre los 'indicios suficientes' de un supuesto 'delito tipificado y penado'.
La junta de fiscal¨ªa de Baleares, por unanimidad, apoy¨® semanas atr¨¢s la petici¨®n de Anad¨®n de imputar al ministro, pero el juez de instrucci¨®n de Palma archiv¨® la causa sin que el fiscal pudiera efectuar sus conclusiones. Cardenal decret¨® que no se recurriera, pero la acusaci¨®n particular, el Gobierno de Baleares, Quetglas e IU apelaron contra el carpetazo judicial sobrevenido tras dos a?os de investigaci¨®n. En la Audiencia se proyect¨® una grabaci¨®n de v¨ªdeo de una sesi¨®n del Parlamento de Baleares de cuatro a?os atr¨¢s en la que Matas supuestamente exhibi¨® de 'forma ostentosa' los documentos 'internos' que ten¨ªa del ¨¢rea de Quetglas, al que aludi¨® como posible fuente de filtraciones.
Despu¨¦s de los tres alegatos de los acusadores, el fiscal Anad¨®n construy¨® un extenso informe sobre los indicios que en su opini¨®n hacen necesaria la declaraci¨®n de Matas ante el Tribunal Supremo como aforado, 'manteniendo inc¨®lume el principio de inocencia'.
Politizaci¨®n
El abogado de confianza del ministro y del PP, Rafael Perera, rechaz¨® que los hechos constituyan un delito, denost¨® la politizaci¨®n del asunto y aventur¨® que si Matas es citado como imputado ante el Supremo se ver¨ªa obligado a dimitir ante el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y que ¨¦ste le aceptar¨ªa la renuncia.
'Cualquier otra persona ya habr¨ªa declarado como imputado', sostuvo Anad¨®n para avalar la eventual imputaci¨®n de Matas. La fiscal¨ªa abri¨® su abanico acusatorio contra el entorno del ministro al observar indicios relevantes y suficientes de responsabilidad para la imputaci¨®n de dos asistentes de Matas en el Gobierno: la jefa del gabinete, Francisca Pascual, su secretaria particular en Medio Ambiente, y Sebasti¨¢n Vallori, funcionario de confianza que filtraba en exclusiva su correo. Pascual ten¨ªa todas las claves de los ordenadores del gabinete de Presidencia del Gobierno de Baleares con Matas.
El representante fiscal opin¨® que era secundario si el correo electr¨®nico de Quetglas fue desviado hasta el de Matas de manera accidental o intencionada, porque hay rastros en las memorias inform¨¢ticas de que hubo mensajes redireccionados que fueron 'gestionados, almacenados y utilizados'.
El letrado del Gobierno, Gabriel Carc¨ªas, indic¨® que existen 18 puntos sobre el pinchazo 'plenamente acreditados'. El defensor de la v¨ªctima, Antonio Di¨¦guez, se remiti¨® a una sentencia condenatoria contra un ciudadano que intent¨® apoderarse del correo de un vecino y que fue hallado con una mano en un buz¨®n: 'Aqu¨ª les han hallado con dos manos dentro del buz¨®n electr¨®nico', dijo. Jos¨¦ Vald¨¦s, acusador por IU, observ¨® que Matas se hab¨ªa apoderado de manera ileg¨ªtima del correo de la oposici¨®n y hab¨ªa alardeado de ello.
El ministro portavoz, Pio Cabanillas, dijo ayer en relaci¨®n con el caso que Matas 'es objeto de una persecuci¨®n intolerable'.
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