Amor en la C¨¢mara

Hay d¨ªas en que da gusto. Ayer, por ejemplo. Margarita Lozano, del PP, grupo parlamentario que sostiene al Gobierno regional, pregunt¨® en la Asamblea por los talleres de educaci¨®n afectivo-sexual. Un programa que se est¨¢ dando en cinco institutos madrile?os y que, como explic¨® el consejero de Educaci¨®n, Carlos Mayor Oreja, sirve para dar una educaci¨®n sexual desde 'el afecto, el placer y la ternura'. Tal vez contagiado por el tema, el titular de Educaci¨®n busc¨® las m¨¢s suaves palabras para hablar de estas cosas. Qu¨¦ bonito todo.

La educaci¨®n sexual, vista as¨ª y comparada con la que se impart¨ªa antes de abejas y florecitas, es, mal comparado, como el 'si t¨² me dices ven', de Los Panchos, y el 'si me llamaras' de Pedro Salinas. No hay color. Porque, a ver, qui¨¦n cuando ella le llama no elegir¨ªa dejar 'los precios, los cat¨¢logos, / el color del oc¨¦ano en los mapas / y el mar azul', que dec¨ªa el poeta, frente al resumen de 'lo dejo todo' del tr¨ªo Los Panchos. Que no est¨¢ mal. Pero, a cada uno, lo suyo. No es, por ello, extra?o que 300 j¨®venes hayan pasado ya por estos talleres, 'por espejos, por t¨²neles, por los a?os bisiestos, ay amor', para buscar ese plan afectivo-sexual que en la tarde primaveral de ayer cant¨®, desde su imponente figura, Mayor Oreja.

El caso es que, entre tanta dulzura, casi le dejan al diputado socialista Antonio Chazarra sin canciones. Metida la tarde en tales flores, pregunt¨® a la consejera de Las Artes, Alicia Moreno, por la arqueolog¨ªa industrial de la Comunidad de Madrid. Que parece una tonter¨ªa, pero que luego sirve para preservar edificios como la antigua f¨¢brica de El ?guila, sin ir m¨¢s lejos. La consejera le puso, precisamente, ese edificio como ejemplo, y el parlamentario socialista pregunt¨® que cu¨¢ndo se iba a poder disponer de un cat¨¢logo en condiciones porque, dijo, es que llega un momento en que ni siquiera vamos a poder hacer aquello que dec¨ªa Quevedo de 'mir¨¦ los muros de la patria m¨ªa', porque 'ni muros nos van a quedar'.

Y, en su l¨ªnea habitual, paternal y paciente, Chazarra explic¨® que, en esta ocasi¨®n, dejaba que la consejera eligiera canci¨®n. 'Una parodia de Emilio el Moro, la que quiera'. Alicia Moreno, sonriente, le contest¨®: 'Gracias por sus palabras de ¨¢nimo'. Y se sent¨®. Pero que conste que aqu¨ª tambi¨¦n hab¨ªa afecto.