Tendencia imparable
En Espa?a se ha producido un proceso de desintermediaci¨®n financiera que ha consistido en una paulatina sustituci¨®n de la actividad intermediaria tradicional de las entidades bancarias por la financiaci¨®n directa a trav¨¦s de los mercados de valores. Se est¨¢ produciendo, en suma, una transici¨®n desde el modelo de sistema financiero en el que predominan los intermediarios bancarios (banking-oriented) hacia aquel en el que el papel preponderante lo tienen los mercados de valores (market-oriented) y que caracteriza a los pa¨ªses anglosajones.
Sin duda en este proceso de transici¨®n han jugado un papel protagonista y determinante los hogares o familias. El crecimiento y la transformaci¨®n cuantitativa y cualitativa de su riqueza financiera es uno de los aspectos que mejor reflejan el cambio experimentado por el sistema financiero espa?ol en la ¨²ltima d¨¦cada. Pero el cambio cualitativo es todav¨ªa mayor que el que reflejan las cifras referidas al apartado de acciones. La propiedad de t¨ªtulos de renta variable cotizados se ha diseminado entre capas ampl¨ªsimas de la poblaci¨®n frente a la concentraci¨®n que exist¨ªa al final de los ochenta y primeros noventa. Hoy, unos ocho millones de espa?oles poseen acciones o participaciones en fondos de renta variable.Este cambio estructural viene acompa?ado por un elevado crecimiento en t¨¦rminos absolutos y relativos.
La cartera de activos financieros de los hogares espa?oles ten¨ªa un valor de 226.000 millones de euros en 1985; 16 a?os despu¨¦s, alcanza 1,18 billones de euros. La posici¨®n financiera de los hogares espa?oles medida como relaci¨®n entre los pasivos y activos financieros se fortalece. Si en 1985 la relaci¨®n entre pasivos y activos financieros era del 40%, en 2001 se hab¨ªa reducido al 33%.
Emerge con especial relevancia el fen¨®meno de la inversi¨®n colectiva, en el que se encuadran las figuras de los fondos de inversi¨®n, las sociedades de inversi¨®n mobiliaria, los fondos de pensiones y los seguros de vida. En 2001, el valor de las participaciones en estas tres figuras representaba el 26% de los activos de las familias, frente al 2,12% de 1985. Para el sistema financiero espa?ol, esta evoluci¨®n tiene una extrema importancia, porque se va conformando lo que se denomina inversi¨®n institucional, clave para la asignaci¨®n eficiente del ahorro hacia la inversi¨®n.
La situaci¨®n observada en Espa?a -similar a la que los hogares han seguido en las principales econom¨ªas desarrolladas- y las previsiones manejadas sugieren que las grandes tendencias se van a mantener en los pr¨®ximos a?os. Probablemente, los ¨²ltimos 15 a?os son irrepetibles en t¨¦rminos cuantitativos absolutos y relativos, pero la transformaci¨®n cualitativa de las finanzas personales continuar¨¢ a buen ritmo en los pr¨®ximos a?os.
Uno de los ejemplos que mejor reflejan el proceso de continua transformaci¨®n de la din¨¢mica de inversi¨®n de los hogares es la 'internacionalizaci¨®n' de sus carteras. Al cierre de 2001, el 38% de la cartera total de los fondos de inversi¨®n mobiliaria (FIM) registrados en Espa?a estaba materializada en valores exteriores de renta fija y variable. En 1998, s¨®lo dos a?os atr¨¢s, este porcentaje era apenas del 6,3%.
Situaciones coyunturales marcar¨¢n, sin duda, etapas de alza, estabilidad o recorte en la participaci¨®n de los distintos instrumentos financieros en la riqueza financiera de las familias, pero el peso de los valores cotizados, directa o indirectamente en manos de las familias, seguir¨¢ aumentando.
Domingo J. Garc¨ªa Coto es doctor en Ciencias Econ¨®micas y subdirector del Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid.
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