Espido Freire se introduce en los c¨ªrculos en red de las anor¨¦xicas
La autora de 'Cuando comer es un infierno' se suscribi¨® a las listas de correo de AnorexNation y ThinSpiration, que cantan los logros de las enfermas
'La buena anor¨¦xica no muere, la buena anor¨¦xica sigue viva'. 'Estar delgada es m¨¢s importante que estar sana'. Sentencias lapidarias como ¨¦stas, colgadas en algunos lugares de la red, han llevado a Espido Freire a escribir Cuando comer es un infierno.
El ensayo surgi¨® por azar. 'Buscaba unos horarios de trenes en Internet y me encontr¨¦ con una p¨¢gina pro anorexia, llena de im¨¢genes', cuenta la escritora. 'Me pas¨¦ la tarde navegando entre esas p¨¢ginas'.
Unos meses despu¨¦s estaba suscrita a listas de correos norteamericanos como AnorexNation y ThinSpiration, donde escriben las enfermas anor¨¦xicas para dar testimonio de sus logros: 'Hoy he perdido 400 gramos'.
Freire segu¨ªa navegando entre p¨¢ginas que dan consejos como 'Amar¨¢s a tu b¨¢scula sobre todas las cosas, y a tus huesos como a ti misma'. 'Quer¨ªa comprender qu¨¦ les hab¨ªa llevado a eso', explica la escritora. Result¨® dif¨ªcil acceder al c¨ªrculo excluyente de estas hermandades, que exigen ser joven, guapa y delgada.
Aunque algunas de las p¨¢ginas son de libre acceso, en otras hay que comulgar con su filosof¨ªa de la delgadez. 'Tuve que pasar un aut¨¦ntico test psicol¨®gico para que me aceptaran y me incluyeran en las listas de correo, a partir de ah¨ª pas¨¦ a ser una m¨¢s de ellas'.
La traici¨®n
Inicialmente, el idioma supuso un aumento de las reticencias para acogerla en la comunidad, pero despu¨¦s hubo quien le propuso que tradujera al espa?ol los credos y los himnos dedicados a Anna, como se conoce a la enfermedad cr¨ªpticamente.
Cuando decidi¨® abandonar las listas de correo y desvel¨® que recopilaba material para un libro la respuesta de las hasta entonces sus colegas fue escueta: 'Nos has enga?ado, lo m¨ªnimo que puedes hacer por nosotras es ser justa', le pidieron. 'A partir de aquel momento mor¨ª para ellas; intent¨¦ hablar con algunas pero fue imposible. Fueron de una frialdad absoluta, que si no las conocieras podr¨ªas pensar que se trata de elegancia'.
'Como tantas otras mujeres, he vivido de manera cercana los trastornos alimentarios..., la exigencia de ser hermosa y mantenerme delgada', confiesa en su libro, el octavo desde que publicara con 24 a?os su obra, Irlanda.
'Creo que estas p¨¢ginas en la red incitan a un delito contra la salud y habr¨ªa que tomar medidas', explica la escritora; 'la idea de proteger al menor tiene que prevalecer sobre la libertad de expresi¨®n'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.