Las manos m¨¢gicas de Boixel
El oste¨®pata personal de Zidane, clave en el intento de recuperar a la carrera al jugador
Ya no pueden m¨¢s. Los doctores, masajistas y dem¨¢s especialistas que componen el equipo m¨¦dico de la selecci¨®n francesa van a terminar cortando la l¨ªnea telef¨®nica y blind¨¢ndose en su habitaci¨®n en el hotel. Desde que Zidane se lesion¨® en el cu¨¢driceps del muslo izquierdo, el domingo pasado, en el partido amistoso Corea del Sur-Francia, reciben cada d¨ªa una veintena de llamadas telef¨®nicas de curanderos, charlatanes o fabricantes malditos que, todos lo mismo, quieren vender el aparato milagroso que curar¨¢ a la estrella de los tricolores, al mejor futbolista del mundo. El ¨²ltimo instrumento m¨¢gico registrado por los m¨¦dicos es una misteriosa pistola l¨¢ser terap¨¦utica.
'Pero nosotros preferimos los remedios m¨¢s cl¨¢sicos', dicen en el entorno m¨¦dico de Zidane; 'utilizamos campos electromagn¨¦ticos, drenajes, masajes... Despu¨¦s, los ultrasonidos. Y el caso progresa bien. Zidane se siente mejor'. Pero, por si todo ese personal terap¨¦utico no bastara, la selecci¨®n se guarda en la manga al hombre m¨¢s envidiado por el planeta futbol¨ªstico: Philippe Boixel, el oste¨®pata personal del director de juego del equipo de Roger Lemerre. En Se¨²l, estos d¨ªas, pasa la mayor parte del tiempo con el jugador del Madrid.
De boca a oreja
Boixel tiene s¨®lo 44 a?os, pero ya, en muy poco tiempo, se ha labrado una reputaci¨®n sobresaliente. Est¨¢ bajo contrato con el Arsenal, londinense, pero no deja de recorrer pa¨ªses para atender y cuidar a sus clientes famosos, que son muchos. Incluso, para trabajar m¨¢s c¨®modamente, alquila una habitaci¨®n en un hotel muy cercano al aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, junto a Par¨ªs, y all¨ª trabaja y recibe a sus pacientes, aunque tiene instalado oficialmente su gabinete en la ciudad de Laval.
'Todo ha sido efecto del boca a oreja', recuerda Boixel; 'empec¨¦ tratando a los jugadores del Stade Lavallois. Despu¨¦s pas¨¦ a ocuparme del equipo de M¨®naco. Y ya todo lleg¨® seguido...'
En aquellos tiempos, la osteopat¨ªa era una especialidad m¨¦dica muy marginada. La formaci¨®n original de Boixel es la de quinesiterapeuta. 'La osteopat¨ªa se vale de t¨¦cnicas manuales, de trabajo muy espec¨ªfico con las manos. Ejerce una acci¨®n sobre el medio interior', explica; 'as¨ª, nos podemos servir de la fuerza muscular para corregir un segmento vertebral. He podido tratar y solucionar los problemas de futbolistas que no iban muy bien. Boghossian estaba casi desahuciado cuando jugaba en el N¨¢poles. Y Lizarazu sufr¨ªa enormemente poco antes de la Eurocopa 2000. Le pudimos recuperar por los pelos'.
Ahora le ha llegado a Zidane el turno de aprovechar todo el talento de las manos de Boixel, quien a menudo habla de su oficio como si se tratara de un arte en el que hubiera que trabajar 'el toque, como un pianista'.
Boixel lleg¨® a la selecci¨®n francesa hace nueve a?os, en 1993, cuando el seleccionador era G¨¦rard Houllier. Sigue funcionando como colaborador, cobrando un jornal diario, aprovechando los d¨ªas libres de las vacaciones. 'Pero yo estoy aqu¨ª sobre todo por el placer', asegura; 'es un grupo excepcional. Soy un c¨®mplice de los jugadores y tengo un despacho aparte del de los masajistas. ?Que si hago milagros? No. Pero doy mucho amor y eso, a veces, ayuda'.
Seg¨²n Boixel no hay celos entre los diferentes especialistas m¨¦dicos de la selecci¨®n. Una reuni¨®n diaria, despu¨¦s de la comida, permite elegir los cuidados adecuados a las distintas patolog¨ªas. 'Mis clientes son b¨®lidos de f¨®rmula 1, pero si no tienen mec¨¢nicos se quedan en los boxes', suele decir Boixel, que, modesto ¨¦l, se niega a ir de vedette y gusta de fundirse en el grupo de los campeones del mundo.
'Como mucho, yo he sido un precursor. El desconocimiento y la desconfianza generaban miedo respecto a la osteopat¨ªa. Pero ahora esta profesi¨®n va a ser reconocida, regulada por decreto', concluye Boixel, quien, finalmente, se reconoce un m¨¦rito: contribuir a la lucha contra el dopaje: 'Me atrevo a creer que quienes recurren a la osteopat¨ªa dan la espalda al doping'.
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