Contrainformaci¨®n
Contrainformarse significa poder acceder a ciertas informaciones que, por unos u otros motivos, no tienen cabida en los medios de comunicaci¨®n, llam¨¦mosles oficiales. Unos u otros motivos responden, en realidad, a un sentido sospechoso del inter¨¦s period¨ªstico, que puede f¨¢cilmente relacionarse, en primer lugar, con ciertos otros intereses y, en ¨²ltima (?¨²ltima?) instancia, con la m¨¢s pura y simple censura. A tan paranoica (ya ven) conclusi¨®n se llega de inmediato cuando uno se adentra en p¨¢ginas como las de Nodo50 (www.nodo50.org), servidor telem¨¢tico de casi 500 organizaciones. En estos sitios circula, entre otras, informaci¨®n sobre el movimiento antiglobalizaci¨®n y sus actividades. Recientemente, Nodo50, acompa?ado por el abogado Endika Zulueta y el l¨ªder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha presentado al Parlamento, en conferencia de prensa, un informe sobre el espionaje policial al que est¨¢ sometida esa web, demostrando que, a trav¨¦s de la detecci¨®n de las direcciones IP de los ordenadores que usan las Fuerzas de Seguridad, sus actividades investigadoras incluyen, entre otras, la infiltraci¨®n en listas de correo privadas. No s¨®lo manipulaci¨®n, sino antidemocr¨¢ticos atentados a la intimidad y a la libertad de expresi¨®n.
Nodo50 es, sin embargo, un medio para poder informarse de lo que no cuentan los peri¨®dicos, por no hablar de la radio y, ni qu¨¦ decir tiene, de la televisi¨®n. En este peri¨®dico, por poner el ejemplo que mejor conozco porque soy lectora habitual, un asunto ha levantado ampollas en los ¨²ltimos d¨ªas: el que se refiere a la pol¨¦mica suscitada por una columna antitaurina de Manuel Vicent, asunto en el que el Defensor del Lector tuvo que poner por fin carta, titulada Pasi¨®n por la Fiesta, debido, precisamente, al c¨²mulo de cartas recibidas, ya fuera a favor o en contra de la opini¨®n de Vicent. No s¨¦ si me estar¨¢ permitido hacer un comentario al Defensor del Lector o su intervenci¨®n se considera un punto y final. Agradecer¨ªa de veras que no fuera as¨ª, por lo que voy a intentarlo. Ya el hecho de que tenga su mesa y su correo electr¨®nico colapsados de cartas (en cualquiera de los sentidos) significa que el debate existe y merece atenci¨®n, como por cierto se la ha prestado. Pero compara la pasi¨®n por la pr¨¢ctica taurina con la pasi¨®n por el f¨²tbol, y ah¨ª es donde quisiera permitirme hacer mi observaci¨®n. Como a muchos lectores de este peri¨®dico, a los que se refiere el Defensor, me sucede que carezco de pasi¨®n futbolera y que no entiendo tal gusto y tal derroche de atenci¨®n por parte de los medios. Pero, efectivamente, jam¨¢s se me ha ocurrido solicitar la supresi¨®n de esa informaci¨®n, por la sencilla raz¨®n de que soy capaz de comprender que hay pasiones y pasiones, aunque algunas me resulten incomprensibles.
La pasi¨®n taurina no es comparable, por la tambi¨¦n sencilla raz¨®n de que en esta ¨²ltima interviene un elemento que no est¨¢ presente en aqu¨¦lla: la tortura y muerte de un animal. ?sa es la diferencia entre una y otra pasi¨®n, y contra la que luchan las campa?as antitaurinas y el movimiento animalista. El pasado s¨¢bado 25 de mayo se celebr¨® en Madrid una manifestaci¨®n antitaurina que podemos considerar, felizmente, multitudinaria, pues congreg¨® a casi cuatro mil personas. Sali¨®, legalmente, de la plaza de Felipe II y lleg¨®, legalmente, hasta la plaza de Las Ventas, donde los concentrados, legalmente, expusieron su postura. ?Cuatro mil personas manifest¨¢ndose en Madrid y ni un solo medio de comunicaci¨®n, incluido este peri¨®dico, cubri¨® esa informaci¨®n! Ni las secciones nacionales, ni las secciones locales, ni las televisiones. Nada. Excepto Internet: Nodo50, por ejemplo y por si alguien est¨¢ interesado en a?adir su navegaci¨®n a la diaria lectura del peri¨®dico (sugiero aprovechar la hora del telediario).
La cosa no queda ah¨ª. Un cuarto de hora despu¨¦s de ser desconvocada la manifestaci¨®n antitaurina de Madrid, las fuerzas policiales arremetieron contra todo el que se cruz¨® por delante: una se?ora salvajemente golpeada (atendida por el Samur), varios lesionados, escenas de p¨¢nico. Y un chico, detenido tras recibir una brutal paliza, que s¨®lo por mediaci¨®n de Julio Seti¨¦n, de IU, fue puesto en libertad el lunes, tras permanecer en una celda inmunda, obligado a intentar reconocer fotos de etarras e insistentemente interrogado acerca del comando Madrid. Nadie ha dado esta informaci¨®n. Por lo que conmino a contrainformarse.
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