Barcelona celebra Gaud¨ª
Barceloneses y turistas se vuelcan en la jornada festiva y de puertas abiertas dedicada al arquitecto
Ge¨®metra, constructor, dise?ador. Incluso punto de referencia de importantes corrientes art¨ªsticas del siglo XX. El A?o Gaud¨ª est¨¢ haciendo aflorar una visi¨®n poli¨¦drica del arquitecto. Ayer, con la ciudad de Barcelona movilizada en torno a su obra, Gaud¨ª incorpor¨® el aspecto festivo como un registro m¨¢s de su universo. A ello contribuy¨® la transformaci¨®n del parque G¨¹ell en un sorprendente espacio lleno de sorpresas creativas y la recreaci¨®n luminosa de la Sagrada Familia.
Los barceloneses echaron un pulso a los turistas, consumidores compulsivos del mundo de Gaud¨ª. A las nueve de la ma?ana, la cola de barceloneses para entrar en la casa Batll¨® era impresionante. El motivo, la jornada de puertas abiertas que permit¨ªa entrar gratuitamente a ¨¦ste y al resto de edificios de Gaud¨ª en la ciudad. La familia Forn, aunque puntual a la cita, tard¨® dos horas y media en entrar en el edificio a pesar de su madrug¨®n sabatino. El ahorro de unos buenos euros merec¨ªa la pena. A primera hora de la ma?ana, la cola recorr¨ªa parte del paseo de Gr¨¤cia hasta llegar a la calle de Arag¨®. Continuaba por esta v¨ªa hasta llegar a Rambla Catalunya, giraba en sentido mar y daba la vuelta por la calle de Consell de Cent. La Pedrera y el Palau G¨¹ell, por citar algunos de los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos de Gaud¨ª, tambi¨¦n registraron largas colas para entrar.
Pero ayer, la jornada denominada Un d¨ªa con Gaud¨ª ofrec¨ªa algo m¨¢s que contemplar los edificios gaudinianos. Hab¨ªa que mirar la obra del arquitecto de Reus con otros ojos. As¨ª se encargaron el grupo franc¨¦s Ilotopie y la Associaci¨® Marat¨® de l'Espectacle, que montaron una singular intervenci¨®n denominada Peque?os placeres en el parque G¨¹ell. Una de estas delicatessen visuales la ofrec¨ªan dos bailarines que danzaban en lo alto de los dos edificios que flanquean la entrada principal del parque. Un actor demostraba al p¨²blico que uno de los distintivos de la obra de Gaud¨ª, el trencad¨ªs, es el resultante del proceso que su propio nombre indica. Unas cuantas docenas de platos convertidos en a?icos lo confirmaban. Este espect¨¢culo provoc¨® el mimetismo de los ni?os, que r¨¢pidamente se lanzaron a comprobar de forma pr¨¢ctica el m¨¦todo de trabajo de Gaud¨ª.
Mientras, una surrealista intervenci¨®n convert¨ªa el p¨²blico en res al ofrecerle la posibilidad de marcarles las suelas del zapato al fuego, en la zona central del parque; encerrados en unas jaulas, diversos actores interven¨ªan en un espect¨¢culo de gran plasticidad. Esta opulencia visual contrastaba con el minimalismo de acciones singulares con las que se recompensaba al p¨²blico m¨¢s curioso, que se adentraba en la parte m¨¢s frondosa del parque. En una de ¨¦stas se pod¨ªa encontrar al propio Gaud¨ª encaramado en una gran esfera y efectuando un discurso sobre su manera de entender la creaci¨®n. Grandes orejas convertidas en columpios, enormes piedras basculantes y singulares personajes monocromos paseando por el parque. Todo el recinto se convirti¨® en una m¨¢gica sorpresa.
Pero el acto que aport¨® una nueva visi¨®n del Gaud¨ª de siempre fue el espect¨¢culo de luz, fuego y sonido que se celebr¨® en la Sagrada Familia, que culmin¨® con un espectacular fin de fiesta pirot¨¦cnico a medianoche. Creado por Groupe F, Noche de luz y fuego en la Sagrada Familia permiti¨® observar una nueva visi¨®n del templo expiatorio. Los focos situados en el interior del recinto ofrec¨ªan una visi¨®n de las vidrieras jam¨¢s contemplada. En el espect¨¢culo intervino la Banda Municipal de Barcelona, que complement¨®, con m¨²sica de la ¨¦poca de Gaud¨ª, las evoluciones pl¨¢sticas generadas por los focos en las trabajadas siluetas del edificio. El espect¨¢culo quiso poner de manifiesto la trascendencia del templo no s¨®lo como reflejo religioso, sino tambi¨¦n como expresi¨®n de una extendida espiritualidad laica.
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