La excepci¨®n pol¨ªtica argelina
A pesar de la alta abstenci¨®n, las elecciones en Argelia han sido limpias y transparentes a diferencia de la mayor¨ªa de pa¨ªses ¨¢rabes
?En qu¨¦ pa¨ªs ¨¢rabe el r¨¦gimen organiza una consulta y reconoce a posteriori que los partidarios de su boicoteo han logrado la mayor¨ªa? En un mundo ¨¢rabe donde elecciones y plebiscitos, como el que se celebr¨® hace una semana en T¨²nez, se ganan por mayor¨ªas ama?adas y aplastantes, Argelia ha sido una excepci¨®n.
El Gobierno argelino admiti¨® el viernes pasado que la abstenci¨®n en las elecciones legislativas del d¨ªa anterior rond¨® el 54% pese a que en 25 wilayas (provincias) la apertura de los colegios electorales se prorrog¨® al menos una hora para facilitar la participaci¨®n. 'Es una realidad que demuestra que en Argelia las cartas est¨¢n menos marcadas que en otros pa¨ªses (...) del mundo ¨¢rabe', escrib¨ªa ayer Le Quotidien d'Oran.
La Asamblea estar¨¢ en manos del FLN, el partido que apoya al presidente Buteflika
Ese mismo viernes, los partidos que propugnaron el boicoteo e incluso algunos islamistas moderados, quejosos con sus pocos esca?os, denunciaron que la participaci¨®n hab¨ªa sido abultada y las urnas manipuladas.
Un diario, Le Matin, exig¨ªa tambi¨¦n ayer la dimisi¨®n del presidente, Abdelaziz Buteflika, el hombre que pidi¨® un 'voto masivo', porque los argelinos le acababan de propinar una 'bofetada monumental'. Otro, Libert¨¦, el de mayor tirada en franc¨¦s, public¨® una caricatura con los 199 asientos del antiguo partido ¨²nico, el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), transformados en retretes.
Todo esto, de nuevo, es dif¨ªcilmente imaginable en el resto del mundo ¨¢rabe, excepto acaso en L¨ªbano, en el que junto con las monarqu¨ªas conviven rep¨²blicas cuyos jefes de Estado, nunca criticados y siempre alabados, convierten a sus hijos en sus herederos pol¨ªticos, como fue el caso de Siria y lo ser¨¢, probablemente, el de Irak, Libia o Egipto.
?D¨®nde se ha visto, tambi¨¦n, en la orilla sur del Mediterr¨¢neo, que el l¨ªder de un partido que logra una holgada mayor¨ªa absoluta sea tan cauto en su victoria? El FLN no considera que 'haya lugar a ning¨²n triunfalismo', declaraba su l¨ªder, Al¨ª Benflis, al conocer que dispondr¨ªa de 199 esca?os. 'Ning¨²n partido tiene por s¨ª solo la capacidad de resolver las crisis multiformes del pa¨ªs'.
Los resultados pueden haber sido algo retocados, pero el grueso de la prensa local y diplom¨¢ticos acreditados en Argel consideran que reflejan a grandes rasgos la voluntad de la minor¨ªa de electores que acudi¨® a las urnas.
El viejo FLN sedujo a la mayor¨ªa, porque es el partido de la Administraci¨®n y se ha renovado bajo la batuta de Benflis, un antiguo defensor de los derechos humanos. Los menos moderados de los islamistas autorizados a presentarse, los de El Islah, resultaron m¨¢s atractivos para los votantes con marcadas convicciones religiosas, aunque una mayor¨ªa de ellos opt¨®, probablemente, por renunciar al voto porque no se identificaban con un partido tan comedido.
A primera vista, la abstenci¨®n ha sido un 'bofet¨®n' para Buteflika, pero una segunda lectura incita a matizar esta apreciaci¨®n. La nueva Asamblea Nacional estar¨¢ ahora en manos del FLN, la formaci¨®n a la que perteneci¨® el presidente y que m¨¢s le apoy¨® cuando present¨® su candidatura a la jefatura del Estado en el a?o 1998.
La hegemon¨ªa parlamentaria del FLN le deber¨ªa permitir seguir adelante con su pol¨ªtica de 'reconciliaci¨®n nacional' y, probablemente, concurrir de nuevo a las elecciones presidenciales del a?o 2004.
Buteflika y Benflis tienen, sin embargo, enormes retos por delante empezando por el de pacificar a la Cabilia insurrecta, acabar con la end¨¦mica violencia islamista, mejorar el paup¨¦rrimo nivel de vida de los argelinos, lograr una mayor legitimidad para las instituciones y, sobre todo, emanciparse de la tutela de los jerarcas del Ej¨¦rcito. Diez a?os despu¨¦s de la intervenci¨®n de las Fuerzas Armadas para impedir una victoria islamista, los civiles argelinos siguen bajo la supervisi¨®n de la seguridad militar.
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