Una agencia de colocaci¨®n desocupada

Aunque todos los parados y todos los contratos pasan necesariamente por el Inem, este organismo gestion¨® el a?o pasado s¨®lo el 17,1% de la contrataci¨®n que registr¨®. El Instituto Nacional de Empleo intermedi¨® en 2,3 millones de colocaciones, es decir, en uno de cada seis contratos firmados en 2001. Por ocupaciones, el servicio de colocaci¨®n alcanza su m¨¢xima expresi¨®n en el sector primario, donde intermedi¨® en el 21,6% de los contratos, y su valor m¨¢s bajo, en los puestos directivos de empresas y de administraciones (8,5%).

Intermediar entre oferta y demanda de empleo se ha convertido en la funci¨®n m¨¢s infrautilizada del Inem. Con el paso del tiempo, el Instituto Nacional de Empleo se ha convertido en una agencia de colocaci¨®n desocupada. Y esto, a pesar de que el Real Decreto-Ley 36/1978, que dio lugar a la creaci¨®n de este organismo, establezca que sus funciones son 'organizar los servicios de empleo en orden a procurar, p¨²blica y gratuitamente, el mejor desarrollo y utilizaci¨®n de los recursos y ayudar a los trabajadores a encontrar un empleo, y a las empresas, a contratar a los trabajadores apropiados a sus necesidades'.

Seg¨²n datos del propio organismo, el a?o pasado se firmaron en Espa?a 13.597.407 contratos y todos fueron debidamente registrados en el Inem, tal como establece el art¨ªculo 16 del Estatuto de los Trabajadores. Los empresarios recurrieron al instituto de empleo para cubrir 2.691.004 puestos de trabajo y utilizaron otras v¨ªas para encontrar los trabajadores que firmaron los 10,9 millones de contratos restantes. Por diversas causas, el instituto no pudo cubrir todas las demandas de trabajadores reclamados por las empresas e instituciones. El Inem gestion¨® el 17,1% de la contrataci¨®n total y el 87% de las demandas de los contratadores. En concreto, intermedi¨® en 2,3 millones de colocaciones; en otras palabras, uno de cada seis contratos se firmaron gracias a la agencia p¨²blica de empleo.

Por grupos de ocupaci¨®n, que dividen el mercado laboral en diez grandes categor¨ªas, donde m¨¢s intermedi¨® el Inem fue en los contratos de los trabajadores cualificados del sector primario. A petici¨®n de los contratadores, las oficinas p¨²blicas de empleo gestionaron el 21,6% de las colocaciones de agricultores, pescadores y ganaderos cualificados. A escasa distancia le siguen los empleados de tipo administrativo. Uno de cada cinco consigui¨® un contrato por la agencia p¨²blica de colocaci¨®n. Aunque estos dos grupos son las m¨¢ximas expresiones de la funci¨®n de equilibrar oferta y demanda de empleo del Inem, s¨®lo superan en cuatro puntos la modesta media de colocaciones gestionada por la agencia p¨²blica.

En el otro lado de la balanza, est¨¢ el grupo de direcci¨®n de administraciones p¨²blicas y empresas. Las empresas e instituciones que tienen que cubrir puestos directivos y de gerencia apenas recurren al Inem. S¨®lo el 8,5% de los 39.107 contratos de este grupo de ocupaci¨®n -en el que se incluyen los poderes ejecutivo y legislativo y la direcci¨®n de las administraciones p¨²blicas, las organizaciones de inter¨¦s y de las empresas- se cubri¨® con candidatos propuestos por el Inem.

El perfil de los desempleados que consiguen una colocaci¨®n gracias al instituto es dif¨ªcil de establecer. Atendiendo a su nivel de estudios, el 22,7% de los contratos que firmaron las personas sin graduado escolar los gestion¨® el instituto, que tambi¨¦n intervino en el 21,4% de los contratados con titulaci¨®n superior.

El estudio de las edades de los trabajadores y las trabajadoras empleados a trav¨¦s del Inem ofrece m¨¢s particularidades. En el caso de los hombres, la intervenci¨®n de este organismo benefici¨® pr¨¢cticamente por igual a todos los tramos de edad. La mayor diferencia -y tan s¨®lo es de tres puntos- se da entre el 17% de los hombres de entre 16 y 19 a?os que encontraron trabajo gracias a la agencia p¨²blica y el 14% de los hombres de entre 30 y 34 a?os que tambi¨¦n se beneficiaron.

Entre las mujeres, sin embargo, se dan mayores diferencias por tramos de edad. El Inem intermedi¨® en el 21,6% de los contratos a trabajadoras de entre 45 y 49 a?os y en el 20,6% de los contratos a las desempleadas de entre 35 y 39 a?os. Detr¨¢s de estas cifras se esconde la excepci¨®n que confirma la regla: las posibilidades de que el Inem le ofrezca un trabajo son mayores si es mujer, y tambi¨¦n, si supera los 35 a?os de edad.

En total, el a?o pasado el Instituto Nacional de Empleo intermedi¨® en el 19,7% de la contrataci¨®n firmada por mujeres y en el 15,15% de los contratos firmados por hombres. En las cifras globales, la tendencia no ha variado: los trabajadores firmaron m¨¢s contratos de trabajo (57%) que las trabajadoras (43%).

Desde el Inem prefieren no hablar de los servicios de colcoaci¨®n de la agencia. No hay mucha predisposici¨®n, en general, a comentar estos temas; y menos en estos momentos, cuando la pol¨¦mica por la reforma del desempleo echa humo y cuando faltan dos semanas para la huelga general, convocada el pr¨®ximo d¨ªa 20. Una cita que tiene su peculiaridad en el Pa¨ªs Vasco. La sima que separa en Euskadi a sindicatos nacionalistas y no nacionalistas ha llevado a ELA y LAB a convocar el paro contra el decretazo el d¨ªa 19 de junio, en una nueva vuelta de tuerca en su reivindicaci¨®n de 'un marco vasco de relaciones laborales'.