?Mejor o peor?
Ante la reforma laboral del Gobierno de Aznar, nos encontramos de nuevo ante una situaci¨®n en la que a muchos ciudadanos les gustar¨ªa tener m¨¢s y mejores criterios para analizar, juzgar y tener una opini¨®n razonada
Ante la reforma laboral del Gobierno de Aznar, nos encontramos de nuevo ante una situaci¨®n en la que a muchos ciudadanos les gustar¨ªa tener m¨¢s y mejores criterios para analizar, juzgar y tener una opini¨®n razonada.
La econom¨ªa nos obliga continuamente a hacernos preguntas, a tener opini¨®n, a tomar decisiones, y origina numerosas controversias y debates. ?Es buena o mala una situaci¨®n econ¨®mica determinada? ?Ser¨ªa posible una alternativa? ?Qu¨¦ alternativa es mejor o peor?
Todos los ciudadanos debemos tomar desde peque?as a grandes decisiones con implicaciones econ¨®micas. Pan o boller¨ªa para nuestro desayuno y el de nuestros hijos, transporte p¨²blico o privado para los desplazamientos, cajas o bancos para rentabilizar los ahorros (cuando existen), escuela p¨²blica o privada, vivienda de propiedad o de alquiler, participar o no en los procesos electorales (gubernamentales o sindicales), decidir qu¨¦ propuesta pol¨ªtica o sindical preferimos, etc¨¦tera. Nos gusta tambi¨¦n tener opini¨®n razonada sobre numerosos acontecimientos aunque no nos conciernan directamente, al menos por el momento. Y situaciones, propuestas y alternativas econ¨®micas son objeto de numerosas y a veces fuertes controversias y debates en casa, entre amigos, en los lugares de trabajo y, por descontado, entre economistas.
?Por qu¨¦ continuamente nos encontramos ante disyuntivas? ?C¨®mo decidir qu¨¦ propuesta o qu¨¦ alternativa es la mejor? Existen disyuntivas porque en econom¨ªa existen distintos enfoques te¨®ricos que se basan inevitablemente en unos valores. Es la diversidad de valores y teor¨ªas que origina, de forma m¨¢s o menos consciente, la disparidad de opiniones y de propuestas y las controversias. Y es a partir de la asunci¨®n consciente de un enfoque te¨®rico y de sus valores como podemos formular opiniones razonadas respecto a los procesos econ¨®micos y juzgar qu¨¦ propuesta o alternativa es mejor o peor.
Samuel Bowles y Richard Edwards (Introducci¨®n a la econom¨ªa: Competencia, autoritarismo y cambio en las econom¨ªas capitalistas) proponen la eficiencia, la justicia y la democracia, valores que subyacen en el enfoque anal¨ªtico de la econom¨ªa pol¨ªtica, para juzgar qu¨¦ procesos, resultados o propuestas econ¨®micas son mejores o peores.
Para estos autores hay eficiencia cuando se consigue la mejor utilizaci¨®n de los recursos existentes (incluido el medio ambiente) evitando el despilfarro. La justicia es sin¨®nimo de equidad, de mayor igualdad en la distribuci¨®n de la renta y en las oportunidades de las personas. La democracia la refieren a la participaci¨®n de la poblaci¨®n en la toma de decisiones econ¨®micas b¨¢sicas y en el control del proceso de producci¨®n respecto a las cuestiones que la ata?en.
?Qu¨¦ ocurre si examinamos la reforma de las prestaciones por desempleo del Gobierno de Aznar de acuerdo con los tres valores propuestos por Bowles y Edwards? ?Consigue aumentar la eficiencia, la justicia y la democracia? ?Con la reforma, la econom¨ªa y la sociedad ser¨¢n mejores o peores?
Desde el punto de vista de la eficiencia, el aumento de las dificultades de obtener las prestaciones de paro y el miedo a perderlas (se reducir¨¢n en las dos primeras negativas a una oferta de trabajo del Inem y se perder¨¢n a la tercera negativa) pueden incitar a los parados que reciben prestaciones (el 40% de los parados inscritos en el Inem) a la b¨²squeda y aceptaci¨®n de las ofertas de ocupaci¨®n existentes, reduciendo as¨ª el paro y, con ello, el derroche del factor trabajo. Pero estas medidas pueden tener, a su vez, graves efectos negativos sobre la eficiencia. ?Por qu¨¦? Obligar¨¢n a los parados a aceptar, para poder subsistir, ocupaciones que no se correspondan a sus conocimientos. Dadas las caracter¨ªsticas de nuestro mercado de trabajo, fomentar¨¢n la contrataci¨®n temporal, muy arraigada en el mundo empresarial de nuestro pa¨ªs (representa el 31,2% del total de la ocupaci¨®n en la actualidad), y con ello el aumento del malestar, de la falta de motiva
ci¨®n, de la siniestralidad, de la falta de formaci¨®n. Impulsar¨¢n tambi¨¦n los contratos a tiempo parcial (ahora el 8% del total) aupados por el gobierno, que comportan reducci¨®n de horas trabajadas y de salarios, y l¨®gicamente de formaci¨®n. Ocasionar¨¢n, en definitiva, disminuci¨®n de horas trabajadas y de conocimientos, falta de motivaci¨®n de muchos trabajadores, malestar social, p¨¦rdidas humanas parciales o totales, es decir, p¨¦rdidas de eficiencia. P¨¦rdidas de eficiencia que afectar¨¢n negativamente tanto a la productividad como a la competitividad y como consecuencia a la creaci¨®n de ocupaci¨®n a corto y, sobre todo, a medio plazo. Los ¨²ltimos informes sobre la evoluci¨®n de la coyuntura y sobre el desarrollo de la econom¨ªa espa?ola muestran ya estas tendencias.
La reforma tendr¨¢ efectos negativos sobre la justicia, ya que las 'las ofertas adecuadas de empleo' comportar¨¢n, en muchos casos, ingresos inferiores a los recibidos en el ¨²ltimo trabajo o a la prestaci¨®n a la que el parado tiene derecho legalmente, y tambi¨¦n menores oportunidades. La supresi¨®n de los salarios de tramitaci¨®n (excepto en los pocos casos de despidos improcedentes readmitidos) y la reforma adoptada del subsidio especial agrario abundan en la misma direcci¨®n.
Tanto el proceso de elaboraci¨®n como el de aprobaci¨®n v¨ªa real decreto ley de la reforma nos alejan del sistema de negociaci¨®n y pacto entre el Ejecutivo y los agentes sociales respecto a cuestiones laborales. Sobre su contenido, diremos simplemente que el tipo de contratos que presumiblemente va a impulsar frenar¨¢n la sindicaci¨®n de los trabajadores y con ello su participaci¨®n.
La conclusi¨®n a que se llega, de acuerdo con los criterios expuestos, es que la reforma no s¨®lo no mejorar¨¢, sino que empeorar¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica y social de nuestro pa¨ªs.
ci¨®n, de la siniestralidad, de la falta de formaci¨®n. Impulsar¨¢n tambi¨¦n los contratos a tiempo parcial (ahora el 8% del total) aupados por el gobierno, que comportan reducci¨®n de horas trabajadas y de salarios, y l¨®gicamente de formaci¨®n. Ocasionar¨¢n, en definitiva, disminuci¨®n de horas trabajadas y de conocimientos, falta de motivaci¨®n de muchos trabajadores, malestar social, p¨¦rdidas humanas parciales o totales, es decir, p¨¦rdidas de eficiencia. P¨¦rdidas de eficiencia que afectar¨¢n negativamente tanto a la productividad como a la competitividad y como consecuencia a la creaci¨®n de ocupaci¨®n a corto y, sobre todo, a medio plazo. Los ¨²ltimos informes sobre la evoluci¨®n de la coyuntura y sobre el desarrollo de la econom¨ªa espa?ola muestran ya estas tendencias.
La reforma tendr¨¢ efectos negativos sobre la justicia, ya que las 'las ofertas adecuadas de empleo' comportar¨¢n, en muchos casos, ingresos inferiores a los recibidos en el ¨²ltimo trabajo o a la prestaci¨®n a la que el parado tiene derecho legalmente, y tambi¨¦n menores oportunidades. La supresi¨®n de los salarios de tramitaci¨®n (excepto en los pocos casos de despidos improcedentes readmitidos) y la reforma adoptada del subsidio especial agrario abundan en la misma direcci¨®n.
Tanto el proceso de elaboraci¨®n como el de aprobaci¨®n v¨ªa real decreto ley de la reforma nos alejan del sistema de negociaci¨®n y pacto entre el Ejecutivo y los agentes sociales respecto a cuestiones laborales. Sobre su contenido, diremos simplemente que el tipo de contratos que presumiblemente va a impulsar frenar¨¢n la sindicaci¨®n de los trabajadores y con ello su participaci¨®n.
La conclusi¨®n a que se llega, de acuerdo con los criterios expuestos, es que la reforma no s¨®lo no mejorar¨¢, sino que empeorar¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica y social de nuestro pa¨ªs.
Carme Massana es profesora de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB
Carme Massana es profesora de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB
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