Una apuesta por el descaro
Frente al conservadurismo de Clemente, su predecesor, Camacho debut¨® en la Copa con muchos jugadores de ataque
Cualquiera que sea la valoraci¨®n del juego de Espa?a en su primer partido, ante Eslovenia, hubo un dato rese?able, por infrecuente, en la trayectoria de la selecci¨®n en los Campeonatos del Mundo. Jos¨¦ Antonio Camacho utiliz¨® un alt¨ªsimo n¨²mero de jugadores de ataque, en contra de la idea que mantuvo su predecesor, Javier Clemente, en los dos anteriores.
Cuatro de sus futbolistas -Ra¨²l, Trist¨¢n, Valer¨®n y Luis Enrique- son delanteros o medias puntas en sus equipos. En el caso de Baraja y De Pedro ocurre algo parecido. Baraja es un centrocampista de largo aliento, pero con una querencia indisimulada por ocupar zonas de remate. No por casualidad ha sido el m¨¢ximo goleador del Valencia esta temporada a pesar del escaso n¨²mero de partidos que disput¨® por culpa de una lesi¨®n. De Pedro es lo que se entiende por un fino estilista, poco dado a sacrificios defensivos. La simple enumeraci¨®n de efectivos debe interpretarse al menos como una ambiciosa declaraci¨®n de intenciones de Camacho.
Buena parte del desafecto de los aficionados con la era Clemente proced¨ªa de la terquedad del seleccionador por cuestionar ciertas cuestiones de estilo. Clemente detestaba la posesi¨®n de la pelota, el juego corto -o tiqui tiqui en su vocabulario- y una clase de jugadores que le parec¨ªan de poco trap¨ªo. Tanto en la apertura de la Copa del Mundo de Estados Unidos 94 como en Francia 98, Clemente prefiri¨® blindarse con el mayor n¨²mero de especialistas defensivos. En Dallas, frente a Corea del Sur, utiliz¨® tres centrales y a Hierro en el medio campo. En Nantes, contra Nigeria, comenz¨® con Nadal en el medio campo, donde dur¨® un minuto antes de colocarse en el centro de una defensa que tuvo a Iv¨¢n Campo como inopinado lateral derecho.
Camacho rompi¨® con esa mentalidad en el primer partido de la Copa del Mundo. Hasta se pod¨ªa hablar de desequilibrio en el equipo, quiz¨¢ compensado por la estricta dedicaci¨®n defensiva de los laterales. No progresaron nunca por las bandas. A la vista de la victoria, ser¨¢ interesante atender a las decisiones del seleccionador en los dos pr¨®ximos encuentros. Si persiste en mantener la misma alineaci¨®n ante Paraguay, ser¨¢ una se?al de confianza extrema en este equipo y un rechazo a las opiniones que consideran poco estructurada a la selecci¨®n.
El asunto cobra importancia porque Paraguay, tras empatar en la primera jornada ante Sur¨¢frica, necesita la victoria frente a Espa?a. Por muy firme defensor que sea del catenaccio, su t¨¦cnico, el italiano Cesare Maldini, deber¨¢ estirar a su equipo por pura necesidad.
Frente a esa exigencia que tienen los paraguayos, Camacho tendr¨¢ que responder bien con un voto de confianza en el equipo que gan¨® a Eslovenia -con sus seis jugadores de ataque distribuidos de medio campo hacia delante- o buscar una alternativa con alg¨²n otro especialista defensivo en el medio campo.
Pero el primer dato ya est¨¢ procesado: hab¨ªa dos maneras de afrontar el primer partido de la Copa del Mundo -con cautela o con descaro- y Camacho prefiri¨® la segunda v¨ªa. Si fue un mensaje a largo plazo o algo muy concreto, comenzar¨¢ a saberse el viernes frente a Paraguay.
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