La ilusi¨®n de la vida

El di¨¢logo entre literatura, trama y tradici¨®n todav¨ªa sigue alentando una tendencia en la narrativa espa?ola. Es ¨¦sta una operaci¨®n en la que la cocina literaria convive con las querencias est¨¦ticas que todo autor arrastra consigo, s¨®lo que a diferencia de la plasmaci¨®n tradicional, en este modo de urdir una novela, las costuras no se disimulan. En el modelo tradicional de novelar el campo de la ficci¨®n es aut¨®nomo del campo de su construcci¨®n. Por un lado est¨¢ el autor y por otro las figuras de su ejercicio de ilusionismo: las voces, los paisajes, los dramas, en definitiva, un cruce de vidas de papel. El escritor gallego Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez ?lvarez (O Barco de Valedoras, 1952) arma con su ¨²ltima novela, Nembrot, la ilusi¨®n de la vida, enfrente de la realidad de la ficci¨®n. En este m¨¦todo quedan comprometidos la soledad de unos personajes y la fragilidad de sus peripecias si no se registran con los mimbres de la imaginaci¨®n.

En Nembrot hay dos protagonistas, Horacio Oureiro, un narrador en busca de su lugar en el mundo de las experiencias m¨¢s sensuales y aut¨¦nticas, y Bralt, el escritor de historias banales sin el cual Horacio no existir¨ªa, el escrito desarraigado y err¨¢tico en busca de su salvaci¨®n en los suburbios del mundo. P¨¦rez ?lvarez recupera en esta excelente novela el esp¨ªritu del Cort¨¢zar de Rayuela, ciertas reminiscencias canallescas al estilo entre Onetti y Roberto Arlt, y esas incrustaciones metaf¨ªsicas que en la obra capital del argentino lo encarnaba Morelli y aqu¨ª Pedro Oliver, llamado tambi¨¦n el Uno. Todo en Nembrot es juego literario, burla a las nociones cartesianas de la progresi¨®n y el desenlace narrativos. ?sto no es gratuito. Hay un fundamento en la l¨®gica huidiza de las palabras, de los relatos. Por ello el autor apela hacia el final de su novela a ?lvaro Cunqueiro, a su visi¨®n libresca de la realidad, al ensue?o como su ¨²ltimo auxilio. Tampoco es casual que culmine con una cita del poeta Jos¨¦ ?ngel Valente: 'El d¨ªa en que este juego sin fin de las palabras se termine habremos muerto'. Entre el principio y el fin del mundo, cabe la novela, o la antinovela, como quer¨ªa Cort¨¢zar, para quien la novela que s¨®lo le interesaba era aquella en la que las situaciones buscaban a los personajes y no al contrario. Un atrevido gui?o a la magia bretoniana. P¨¦rez ?lvarez ha escrito una obra plet¨®rica de verdad y literatura, arriesgada para los tiempos que corren, sobre todo porque su consuelo tiene que ver con la naturaleza ambigua e incierta del destino humano.