Pinchos, espejismos
En esta muy galardonada coreograf¨ªa, que se desarrolla de una manera muy medida desde una cierta frialdad hasta la espl¨¦ndida explosi¨®n final, hay juegos, gui?os y burlas a varios niveles de concepci¨®n, y de ejecuci¨®n, acerca del baile mismo, de los argumentos posibles, de la credibilidad en escena. Sol Pic¨® compone, de entrada, un personaje repleto de indeterminaciones pero con una seguridad notable cuando hace como que no sabe hacia d¨®nde va su espect¨¢culo mientras nos lleva paso a paso hacia el lugar hacia que ella quiere que camine. Tampoco renuncia a cierta imaginer¨ªa burlona tomada del cine cl¨¢sico, de la comedia cl¨¢sica, seg¨²n un modelo emparentado con la chica en dificultades que hace como que no sabe si lograr¨¢ salir con bien del l¨ªo en que se ha metido. Todo ello con algunas interpelaciones m¨¢s o menos fingidas al p¨²blico, que no estorban el desarrollo de sus prop¨®sitos pero a?aden pedacitos de iron¨ªa.
B¨¦same el cactus
De Sol Pic¨®. Iluminaci¨®n, Silvia Kuchinow, Gina Cubeles. Vestuario, Valeria Civil. Escenograf¨ªa, Lali Canosa. Banda Sonora, Jordi Riera. V¨ªdeo, Alicia Reus. Dramaturgia y direcci¨®n teatral, Txiki Berraondo. Int¨¦rprete, coreograf¨ªa y direcci¨®n, Sol Pic¨®. Teatro Tal¨ªa. Valencia.
En un espect¨¢culo perfectamente trabado tambi¨¦n en lo visual, y en el que puede se?alarse como eje central -una especie de llegada sin posibilidad alguna de retorno- el episodio del combate ante ese espejo que tratar¨¢ de zafarse de la bailarina intentando arrojarla sobre el patio de butacas, hay zonas de paso y ¨¢reas de descanso, y con mayor raz¨®n cuando se trata de un solo. Lo que importa es que de riesgo en riesgo y de miedo en miedo se asiste a un asombroso ¨²ltimo tercio de danza donde Sol Pic¨® baila, sentada, el rasgueo de una guitarra flamenca como tiene que hacerse, entendiendo que lo que propone la guitarra es una especie de conversaci¨®n controvertida, para liquidar el asunto con un fastuoso baile final de otra pieza flamenca. La iron¨ªa que preside toda esta creaci¨®n, y sus innumerables detalles, recurre una y otra vez al tema musical B¨¦same mucho. Pero no se dejen enga?ar. Se trata de una manera de entrar en el asunto m¨¢s que de una argucia pasajera. Todav¨ªa pueden verla hoy en su ¨²ltima actuaci¨®n en nuestra ciudad.
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