Duhalde convence a medias al mercado
El desarme del 'corralito' mejora la situaci¨®n, pero no resuelve la crisis del sistema financiero
Economistas, banqueros y t¨¦cnicos del FMI opinan que el nuevo plan para desarmar el corralito bancario argentino no va a suponer en ning¨²n caso el saneamiento definitivo de su sistema financiero, que hubiera exigido un canje obligatorio y no voluntario de los dep¨®sitos por bonos, pero conceden que puede mejorar la apremiante situaci¨®n que viven los bancos y los ahorradores en este pa¨ªs.
El ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna, conf¨ªa en que los bonos frenar¨¢n la fuga de capitales generada por los recursos judiciales
El nuevo plan de bonos invita a los depositantes a canjear de forma voluntaria, en un plazo de 30 d¨ªas, los ahorros que tienen en la banca
El sector privado aplaude la creaci¨®n de cuentas externas al 'corralito', en las que el cliente puede depositar y retirar fondos sin restricciones
Si alg¨²n funcionario argentino piensa que el nuevo plan para desarmar el corralito bancario supone un saneamiento definitivo del sistema financiero, se equivoca, seg¨²n coincide en se?alar la mayor¨ªa de los economistas y banqueros. El canje voluntario de dep¨®sitos congelados por t¨ªtulos p¨²blicos, que decret¨® el Gobierno de Eduardo Duhalde el lunes pasado, puede mejorar en parte la situaci¨®n apremiante de todos los bancos de Argentina, que se desentender¨ªan de la devoluci¨®n de los ahorros a sus clientes, pero deja pendiente la tarea de normalizar el sistema hacia el futuro, de modo que los ciudadanos vuelvan a confiar en ¨¦l y se restituya el cr¨¦dito.
'No es una soluci¨®n final a la crisis bancaria', opina el analista Fernando Losada, de ABN Amro Bank en Nueva York. El economista considera, no obstante, que el denominado plan bonos constituye una estrategia para detener la fuga constante de fondos del corralito: 'Detiene la hemorragia del enfermo'. Pese a la congelaci¨®n de dep¨®sitos establecida en diciembre, cientos de ahorradores lograron retirar su dinero mediante un recurso de amparo judicial. Desde principios de a?o hasta la actualidad, se escaparon del sistema 2.500 millones de pesos (738,5 millones de euros). S¨®lo quedan 30.000 millones (8.862 millones de euros), menos de la mitad de lo que hab¨ªa el a?o pasado. En el exterior se calcula que los argentinos guardan m¨¢s de 130.000 millones de d¨®lares (139.784 millones de euros).
Suturar la sangr¨ªa
El ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna, conf¨ªa en que los bonos frenar¨¢n la fuga de capitales generada por los recursos judiciales. Pero el jefe de la misi¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Argentina, Anoop Singh, coment¨® en una reciente reuni¨®n del directorio del organismo que la sangr¨ªa del sistema bancario s¨®lo se interrumpir¨¢ con un canje obligatorio de dep¨®sitos por bonos. Los funcionarios t¨¦cnicos del FMI plantean que si se impusieran t¨ªtulos p¨²blicos, el sistema financiero saldr¨ªa m¨¢s saneado y se eliminar¨ªa de los bancos una masa de pesos que, en cuanto se liberen, ser¨¢n retirados y convertidos en d¨®lares, con lo que aumentar¨ªa la actual devaluaci¨®n del 72% de la moneda argentina. La postura de Singh coincide con la de la banca norteamericana.
Lavagna descart¨® la posibilidad de un canje obligatorio por calificarlo de 'una manipulaci¨®n financiera' que no repart¨ªa los costes en forma equitativa, pues el Estado deb¨ªa soportar la carga de cambiar todos los ahorros por t¨ªtulos p¨²blicos. Finalmente, el Estado argentino, que suspendi¨® pagos de su deuda de 140.000 millones de d¨®lares en diciembre, decidi¨® asumir el peso de los bonos optativos, cuyo coste fiscal asciende a 10.000 millones de d¨®lares. El economista Roberto Alemann reconoce que la suma hubiese sido mayor si se hubiese seguido el consejo de 'algunos banqueros'. A pesar de que el plan no satisfizo al cuerpo t¨¦cnico del FMI, sus directores (incluso una representante de EE UU) dieron el apoyo pol¨ªtico para reanudar negociaciones con Argentina lo antes posible. El Gobierno de Duhalde ha dejado de aspirar a recibir miles de millones de d¨®lares del fondo: sabe que s¨®lo puede pretender dinero para saldar cuentas con los organismos multilaterales.
El plan bonos, seg¨²n el analista de ABN Amro, no ataca el principal problema de las entidades financieras: la p¨¦rdida de confianza del ahorrador argentino. La inc¨®gnita radica en c¨®mo recuperar los clientes que depositaron sus d¨®lares -porque constitu¨ªan una suerte de seguro contra una devaluaci¨®n del peso- y despu¨¦s se los congelaron y pesificaron. Losada prev¨¦ que el sistema bancario afrontar¨¢ ahora su etapa m¨¢s dif¨ªcil, en la que se contraer¨¢, porque la econom¨ªa argentina se reducir¨¢ m¨¢s del 10% este a?o y por la p¨¦rdida de confianza que generaron las ideas y vueltas de la pol¨ªtica econ¨®mica de los ¨²ltimos seis meses.
El Gobierno de Duhalde hab¨ªa establecido en enero que los depositantes s¨®lo podr¨ªan recuperar sus ahorros progresivamente entre enero pr¨®ximo y 2005. Tambi¨¦n hab¨ªa dispuesto que cada d¨®lar depositado se convirtiera en 1,40 pesos. Pero ahora la divisa de EE UU cotiza a 3,64 pesos.
El plan bonos invita a los depositantes a canjear voluntariamente en los pr¨®ximos 30 d¨ªas sus ahorros: a los que ten¨ªan originalmente d¨®lares, se les ofrece un t¨ªtulo a diez a?os en esa divisa, con lo que se revierte la pesificaci¨®n; los que dispon¨ªan de pesos, pueden optar por un bono a cinco a?os y en esa moneda. S¨®lo los mayores de 75 a?os y los que cuenten con menos de 10.000 pesos (2.954 euros) pueden elegir un bono a tres a?os. Los t¨ªtulos podr¨¢n venderse en el mercado burs¨¢til, aunque con un valor probablemente 60% menor al nominal, teniendo en cuenta que el Estado suspendi¨® pagos. Tambi¨¦n podr¨¢n usarse para comprar coches nuevos -pagando un impuesto del 25% de su valor-, viviendas en construcci¨®n, inmuebles del Estado en venta y acciones de empresas en Bolsa, cancelar pr¨¦stamos hipotecarios y personales o pagar deudas impositivas anteriores a junio de 2001.
Dudas operativas
El plan de salida del corralito ha recibido el apoyo de las c¨¢maras de comercio, industriales, bancos de capital nacional, constructoras y automotrices. Sin embargo, a¨²n persisten las dudas de los empresarios sobre c¨®mo operar¨¢n los bonos para la compra de bienes. Uno de los vicepresidentes de la Uni¨®n Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, reconoce que los m¨¢s perjudicados del plan bonos ser¨¢n los ahorradores. El economista Aldo Abram, de la consultora Ex Ante, desconf¨ªa de que los t¨ªtulos se puedan abonar en d¨®lares.
Uno de los puntos del plan m¨¢s aplaudidos por el sector privado consiste en la creaci¨®n de nuevas cuentas bancarias por fuera del corralito, en las que los clientes puedan depositar fondos y retirarlos sin restricciones. En la actualidad s¨®lo se pueden sacar 1.200 pesos (354 euros) por mes de las cuentas de ahorro, mientras que se han eliminado los l¨ªmites para los cobros de salarios. El presidente de la C¨¢mara Argentina de Comercio (CAC), Jorge di Fiori, reconoce que las personas tardar¨¢n en volver a los bancos, pero las empresas lo har¨¢n porque disponen de recursos para abonar impuestos, sueldos y otros gastos operativos. El plan tambi¨¦n permite que los dep¨®sitos puedan volver a hacerse en d¨®lares, como hab¨ªa sido hasta enero. Los bancos deber¨¢n utilizar estas divisas s¨®lo para financiar exportaciones, pero temen que se las lleven antiguos ahorradores mediante un recurso judicial. Manuel Solanet, de la consultora Infupa, vaticina que los bancos estatales lograr¨¢n captar el mayor n¨²mero de nuevos dep¨®sitos porque cuentan con mayor confianza que los internacionales. A pesar de que exhiben peores balances, se supone que est¨¢n respaldados por los Estados nacional y provinciales, que al menos no pueden marcharse del pa¨ªs.
En los mercados se vaticinaba que el 30% de los ahorradores aceptar¨¢ el canje, pero Lavagna espera que sean m¨¢s. Los primeros sondeos de la banca, tambi¨¦n estiman una adhesi¨®n mayor. Adem¨¢s, las entidades m¨¢s d¨¦biles se beneficiar¨¢n porque m¨¢s depositantes aceptar¨¢n el trueque por bonos, mientras que las m¨¢s saludables se perjudicar¨¢n porque mantendr¨¢n una mayor cartera de dep¨®sitos del corralito.
Uruguayos al borde de un ataque de nervios
Fue el estr¨¦s. El presidente uruguayo, Jorge Batlle, culp¨® a sus nervios cuando el martes pasado pidi¨® perd¨®n a los argentinos por haberlos acusado, en una entrevista con la agencia Bloomberg, de constituir 'una manga de ladrones, del primero hasta el ¨²ltimo'. Ante las c¨¢maras de televisi¨®n, el jefe de Estado de Uruguay hab¨ªa reconocido que su par argentino, Eduardo Duhalde, 'no sabe ad¨®nde va'. Quiz¨¢ el presidente de este peque?o socio de Mercosur est¨¦ inquieto porque gobierna el pa¨ªs m¨¢s contagiado por el efecto tango. Una misi¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) lleg¨® esta semana a Montevideo para revisar las cuentas p¨²blicas antes de ampliar un acuerdo crediticio de 743 millones de d¨®lares a 1.500 millones.
Uruguay precisa ese dinero para reforzar su sistema financiero, que est¨¢ sufriendo la fuga de capitales argentinos a Estados Unidos, y las reservas monetarias del banco central, que bajaron el 47% hasta 1.569 millones de d¨®lares en lo que va de a?o porque las entidades uruguayas le retiraron colocaciones para devolver dep¨®sitos. El economista Fernando Losada, de ABN Amro Bank, considera que la ayuda del Fondo Monetario Internacional resultar¨¢ suficiente en el corto plazo, pero no si empeora el enfriamiento econ¨®mico de Brasil y la depresi¨®n de Argentina, que compra 75% menos importaciones de Uruguay y ha reducido los ingresos del turismo de este pa¨ªs a la mitad. Batlle est¨¢ cumpliendo las tareas pedidas por el fondo para el acuerdo por convencimiento, no por obligaci¨®n como Duhalde, seg¨²n reconocen funcionarios del organismo. El Congreso acaba de aprobar un ajuste del d¨¦ficit fiscal del 4,1% del producto interior bruto al 2,5%, que incluye despidos de personal y fuertes alzas impositivas en los sueldos y pensiones. Las medidas condujeron a que la central obrera uruguaya haya convocado la cuarta huelga general contra la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno que preside Batlle.
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