El campe¨®n dobla la rodilla
Francia, eliminada tras su derrota ante Dinamarca, que se clasifica junto a Senegal, Alemania e Irlanda - El ¨²nico precedente de un defensor del t¨ªtulo batido a la primera: Brasil, en 1966
No hubo venia para el campe¨®n, que estaba herido desde el primer partido. Francia fue eliminada ayer de la Copa del Mundo. Perdi¨® (2-0) con Dinamarca. Perdi¨® con Zidane al frente del equipo. Pocas veces se ha asistido a un desastre de esta magnitud en un Mundial. El ¨²nico precedente es el de Brasil en 1966. Nunca antes y despu¨¦s el campe¨®n hab¨ªa ca¨ªdo en la primera ronda. Cierto que Italia, ganadora en 1938, no super¨® la fase inicial en el Mundial de 1950, pero hab¨ªan transcurrido doce a?os entre los dos torneos, con una guerra de por medio y la cat¨¢strofe de Superga un a?o antes. Varios de los mejores jugadores italianos, con el fenomenal Valentino Mazzola a la cabeza, perecieron en el accidente a¨¦reo. No se puede considerar, por tanto, a aquella Italia como a esta Francia, que defend¨ªa el t¨ªtulo con la mayor¨ªa de los futbolistas que ganaron el Mundial en 1998.
Como sucedi¨® con Brasil en 1966, el batacazo franc¨¦s no responde a ninguna explicaci¨®n. En aquel Brasil jugaban Pel¨¦, Gerson y Garrincha. En Francia figuran algunos de los jugadores m¨¢s prestigiosos del planeta. Zidane, por supuesto, pero tambi¨¦n Henry, Trezeguet, Vieira, Thuram... Quiz¨¢ haya algo de generaci¨®n en declive y de falta de liderazgo real. Hace cuatro a?os, Deschamps y Blanc eran algo m¨¢s que futbolistas. Ejerc¨ªan de l¨ªderes con tanta claridad que el equipo siempre les encontraba en los momentos dif¨ªciles. Zidane era la estrella del equipo, pero Francia no era el equipo de Zidane. Ahora todo ha sido mucho m¨¢s difuso. Aunque los franceses han sufrido su cuota de calamidades -la lesi¨®n de Zidane, la expulsi¨®n de Henry en el encuentro con Uruguay, los cinco tiros al palo en los tres encuentros-, la sensaci¨®n es que el equipo no estaba verdaderamente armado para afrontar el sufrimiento. En el Mundial de Francia, s¨ª. All¨ª fue expulsado Zidane, y sancionado con dos partidos de suspensi¨®n, y no faltaron momentos angustiosos: Francia super¨® a Paraguay en la pr¨®rroga, bati¨® a Italia en la tanda de penaltis, remont¨® a Croacia con dos goles de Thuram, su lateral derecho. Era un equipo preparado para sortear las minas que encierra cada Copa del Mundo. Esta Francia no ten¨ªa la misma fortaleza.
Ha sido evidente el choque generacional. Los veteranos no han encontrado sucesi¨®n moral en los j¨®venes. Les hab¨ªa llegado el momento a Vieira, Henry o Trezeguet. Ninguno de ellos ha recogido el testigo de la vieja guardia. Vieira sale del Mundial con el cr¨¦dito quebrado. Cuesta creer que el Madrid vaya a pagar 60 millones de euros por un jugador irrelevante en la Copa del Mundo. Lo m¨¢s probable es que el inter¨¦s haya desaparecido. El caso de Trezeguet y Henry tiene miga. Pocas selecciones hab¨ªan alardeado tanto de delantera como Francia, que hab¨ªa reunido a los m¨¢ximos goleadores de las Ligas inglesa -Henry-, italiana -Trezeguet- y francesa -el joven Ciss¨¦-. No hab¨ªa posibilidad de fracaso con tanta dinamita. Sin embargo, Francia sale del torneo sin haber marcado un solo gol.
La ausencia de goles no se debe tan s¨®lo al desacierto de sus delanteros. Al equipo le ha costado generar ocasiones. A Francia le ha faltado juego. Tiene de todo, pero le faltan centrocampistas capaces de ayudar a Zidane, principio y fin en las tareas creativas. Y si no est¨¢ Zidane, como ha ocurrido, se ven las carencias de gente como Vieira. En una ¨¦poca donde algunos pa¨ªses -Italia, el primero- han desatendido la importancia creadora del medio campo, en favor de una especie de estajanovismo est¨¦ril, Francia ha pagado este error conceptual. Fundamentalmente lo han pagado unos delanteros que no han recibido el suministro adecuado. No se puede ir por la vida produciendo malos clones de Deschamps. No s¨®lo sus actuales centrocampistas son peores que el antiguo capit¨¢n franc¨¦s, sino que ninguno de ellos ha demostrado el coraje de Deschamps para hacer frente a las adversidades, que en este Mundial han sido numerosas.
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