Una gesta espa?ola: Woody Allen

Algunos lectores de este peri¨®dico, quiz¨¢s muchos, habr¨¢n interpretado la concesi¨®n del Premio de las Artes de la Fundaci¨®n Asturiana a Woody Allen como otro ejemplo m¨¢s de la presencia norteamericana en la cultura espa?ola actual desde la m¨²sica a las matem¨¢ticas. Pero est¨¢n muy equivocados, porque Woody Allen es un s¨ªmbolo m¨¢s bien europeo que del pa¨ªs que le vio nacer. O, m¨¢s precisamente, de la cultura occidental cinematogr¨¢fica y de escoger un apelativo nacional, ser¨ªa por su parte el de Francia. Porque el actor y director de Nueva York se siente querido y hasta adorado en el pa¨ªs galo. Pero Francia no le ha dado hasta ahora una condecoraci¨®n equivalente a la actual espa?ola.

Y se puede afirmar que el Premio de las Artes concedido por el jurado aludido ha sido un gesto intelectual y art¨ªstico muy valiente. Porque Woody Allen no es un s¨ªmbolo de Estados Unidos, sino m¨¢s bien de la cultura cinematogr¨¢fica occidental, y concretamente de lo que representa Nueva York como compendio hist¨®rico y social del siglo XX, y por eso quiso hacer algo que le acercara a Nueva York despu¨¦s de la cat¨¢strofe del 11-S y accedi¨® a participar en un evento colectivo de acercamiento a su pa¨ªs.

Sin duda, los jurados de los premios Asturias est¨¢n en buena vena liberal, pues antes del premio a Woody Allen lo hab¨ªan concedido al autor teatral bien conocido en todo el mundo, Arthur Miller, y admirador ¨¦l mismo de Woody Allen.

Pero Arthur Miller es, sobre todo, un autor muy americano que se siente muy heredero de la tradici¨®n teatral de su pa¨ªs. Es m¨¢s, cabe afirmar que Miller es un americano por antonomasia hasta el punto de haber sido marido de Marilyn Monroe, aunque su originalidad no se limita a este hecho, pues podr¨ªa v¨¦rsele como un rebelde dentro de su pa¨ªs y fue perseguido en tiempos del infame inquisidor McCarthy. Aunque Miller triunf¨® globalmente por su arte teatral. En suma, Miller es un autor universal que puede llegar a un p¨²blico muy variado.

Woody Allen es, en cambio, un complejo actor-autor que no est¨¢ al alcance de p¨²blicos 'populares' y, por lo mismo, es un autor de estos d¨ªas que requieren p¨²blicos menos elitistas que Miller. Y por esta raz¨®n podr¨ªa incluso hablarse de Woody Allen como autor de estos d¨ªas que requieren versatilidad: actor y autor realmente europeo y nada f¨¢cil de interpretar a pesar de su aire jovial. Es m¨¢s, pocos escritores de nuestro tiempo tienen la admiraci¨®n que despierta Woody Allen. Por eso, el jurado ha podido premiarlo.

Sobre todo en estos tiempos en que la libertad de conciencia corre peligros indudables en Espa?a y la Europa conservadora. Woody Allen es un rebelde de un g¨¦nero muy de estos d¨ªas y por ello la juventud universitaria europea (y tambi¨¦n americana) le ve como s¨ªmbolo rebelde, aunque sea un artista como pocos. Sorprende verdaderamente que el jurado del Asturias le haya distinguido, y cabe suponer que muy pocos en ese jurado entienden lo que Woody Allen significa verdaderamente. Y es de elogiar no obstante que hayan inclinado la balanza a favor de una figura art¨ªstica tan singular en Espa?a y en toda Europa. Podr¨ªa incluso hablarse de una gesta que honra al jurado ovetense y que sorprender¨¢ fuera de Espa?a a mucha gente por la valent¨ªa intelectual y art¨ªstica de la decisi¨®n. Y los lectores deben congratularse del gesto del jurado.

Juan Marichal es profesor em¨¦rito de la Universidad de Harvard.