'?Que trabajen!'

Desde que Bouffon dijo 'el estilo es el hombre', todas las ciencias sociales andan de cabeza. De un modo u otro, han de bregar con la terca sospecha de que lo importante no es el mensaje, sino cu¨¢l sea la intenci¨®n de quien lo emite, adem¨¢s de c¨®mo, cu¨¢ndo, d¨®nde, por qu¨¦. Ello hace que la pol¨ªtica se vuelva a menudo, demasiado a menudo, un endiablado ejercicio de interpretaci¨®n de actitudes.

?Por qu¨¦ Aznar elige Sevilla, un territorio que no le es particularmente favorable, para entronizar su dudoso liderazgo europeo? ?Por qu¨¦ Juan Carlos Aparicio, todav¨ªa ministro, desliza insinuaciones miserables sobre la supuesta pereza andaluza, o sobre la conveniencia de regular por ley el derecho de huelga, precisamente ahora? ?Por qu¨¦ se empe?a este Gobierno en imponer por decreto unas reformas que ni son urgentes ni est¨¢n justificadas en t¨¦rminos sociales ni econ¨®micos? ?Por qu¨¦ subrayar, ante los desaf¨ªos del d¨ªa 20, el problema de la inmigraci¨®n, justo en Andaluc¨ªa, donde una turba de inmigrantes africanos deambula de un lado para otro, por la ineficacia y los incumplimientos del propio Gobierno? No es posible ser tan torpe, si no se es llevado, arrastrado m¨¢s bien parece, por una intenci¨®n premeditada, y finalmente descontrolada; por un estilo de hacer pol¨ªtica.

Gusta ese estilo de la frase contundente y mal¨¦vola: '?Que trabajen!', asegura un diputado de IU que oy¨® decir el pasado d¨ªa 6, en el Parlamento Andaluz, procedente de los bancos de la derecha, cuando se hablaba de los jornaleros andaluces. Y aunque no fuera as¨ª. Es la frase mil veces repetida por el mismo flanco. ?se es todo el argumento. A eso se reduce la alambicada reforma de la protecci¨®n al desempleo. A intentar poner a los trabajadores del medio rural a los pies del amo, como antes. Y a eso se reduc¨ªa la burda manipulaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola, en el informativo de tarde del d¨ªa 11, al informar de la manifestaci¨®n del domingo. Lo que fue multitudinaria expresi¨®n de rabia contenida, y transformada por las doscientas mil banderas del pueblo en un mar de alegr¨ªa democr¨¢tica, para el PP no pasaron de cincuenta mil personas acarreadas por los sindicatos. Un minuto y quince segundos exactamente. A continuaci¨®n, eso s¨ª, tres minutos de pedagog¨ªa gubernativa: en Andaluc¨ªa lo que pasa es que todo el mundo se apunta al PER para no trabajar.

No que los empresarios agr¨ªcolas se est¨¢n forrando como nunca con las subvenciones de Bruselas, sin generar el empleo que a ello corresponde; no que subdividen la propiedad del latifundio entre miembros de la familia para despistar al fisco y a Fischler (m¨¢s todav¨ªa); que nos quitan los caladeros de pesca; que el propio Gobierno les dice a los empresarios freseros de Huelva que tiren para Polonia y Ruman¨ªa; que las malas relaciones con Marruecos impiden, ahora completamente, que se regularice el flujo de emigrantes africanos; que la inmensa mayor¨ªa de los empresarios utiliza los contratos basura de dos y cuatro horas para controlar mano de obra barata y asustada, en jornadas de diez y doce. Nada de eso, sino que ellos tienen m¨¢s de diez millones de votos, y una turbia intenci¨®n, un estilo, m¨¢s claros cada d¨ªa.