Ayuntamientos familiares
Dos hermanos son alcaldes de sendos pueblos de El And¨¦valo de Huelva
Fernando Recio, de 44 a?os, alcalde socialista de Cala?as, localidad onubense de 5.000 habitantes, y su hermana Joaquina, de 41 a?os, alcaldesa del PSOE de Villanueva de Las Cruces, pueblo de 511 vecinos, no entienden de Estado del bienestar. Tienen una cultura pol¨ªtica de supervivencia. Ambos presiden ayuntamientos ubicados en la comarca onubense de El And¨¦valo, considerada por los expertos como una de las zonas m¨¢s deprimidas econ¨®micamente de la Uni¨®n Europea (UE). Y detr¨¢s de los dos hay una historia tremenda, aunque ellos se consideren marcados por la buena suerte.
Fernando y Joaquina proceden de una familia de 11 hermanos, nacidos en Sotiel, una pedan¨ªa de Cala?as. Su padre, Saturnino, era un minero que cada d¨ªa sub¨ªa en bicicleta al yacimiento de La Torerera, para trabajar a destajo bajo tierra a fin de sacar a su familia adelante. La jornada laboral era largu¨ªsima y el jornal, peque?o. Saturnino se jubil¨® a los 40 a?os, hecho un anciano, sin dientes y con los pulmones perforados. Muri¨® poco tiempo despu¨¦s.
La madre, Mar¨ªa, era empleada de una f¨¢brica de explosivos, una factor¨ªa dedicada a la fabricaci¨®n de cartuchos para las escopetas de caza. Eran 40 trabajadoras. Una ma?ana, en 1950, hubo una explosi¨®n, por causas que nunca se conocieron. Treinta mujeres murieron, atrapadas entre las llamas y las explosiones del polvor¨ªn. Pero Mar¨ªa, no se sabe c¨®mo, consigui¨® salir viva de all¨ª. Sus hijos, desde entonces, se consideran afortunados.
Fernando march¨® a Cala?as para trabajar en Minas de Almagrera. Desde hace a?os sufre problemas en la espalda, pero cuando era un joven minero no supon¨ªa que desde 1995 iba a presidir la Corporaci¨®n de Cala?as con una holgada mayor¨ªa absoluta.
La historia de Joaquina es m¨¢s dura. Cuando ten¨ªa cuatro a?os, sus padres se vieron obligados a entregarla a una familia de Villanueva de las Cruces para que la ni?a sobreviviera al hambre. Joaquina se cri¨® en un hogar ajeno, lejos de sus padres y de sus hermanos. 'Todav¨ªa recuerdo el d¨ªa que me llevaron. El dolor de mi madre. Una madre no se desprende de una hija as¨ª como as¨ª', dice.
Los 24 kil¨®metros que dista Villanueva de Las Cruces de Sotiel eran entonces una distancia casi insalbable. Pero Joaquina recuerda que su hermano Fernando 'se compr¨® una motillo con el dinero que ganaba en la mina, una Derbi', y ven¨ªa a verla los fines de semana'. Fernando no s¨®lo tra¨ªa noticias de la familia. A partir de cierto momento tambi¨¦n empez¨® a hablar a su hermana de la necesidad de cambiar la vida, de transformar la sociedad. Desde las elecciones municipales de 1995, Joaquina es alcaldesa de Vilanueva de las Cruces con mayor¨ªa absoluta.
Una comarca hermosa y pobre
'En los primeros a?os de la democracia hab¨ªa unas deficiencias grand¨ªsimas en las localidades mineras. Entonces, entre la gente joven tomamos la decisi¨®n de reivindicar los servicios de los que carec¨ªamos. Comenzamos a hacerlo a trav¨¦s de las asociaciones de vecinos. Pero yo ten¨ªa unas ideas decididamente de izquierdas. Y las canalic¨¦ a trav¨¦s del PSOE', afirma Fernando Recio. Joaquina reconoce que ignora las teor¨ªas pol¨ªticas. Incluso las elementales. Pero tiene una cosa clar¨ªsima: En su situaci¨®n s¨®lo se puede ser de izquierdas. 'En mi familia todos somos de izquierdas. Los once hermanos. Y mis cu?ados y cu?adas. Y mis 26 sobrinos lo son o lo ser¨¢n. No hay otra posibilidad. ?o alguien considera que s¨ª, despu¨¦s de la vida que hemos llevado?'. Por eso, ambos se alteran, por ejemplo, cuando escuchan que el Gobierno central pretende modificar el antiguo PER, porque consideran que con esas peonadas han alcanzado 'un m¨ªnimo nivel una serie de localidades como las nuestras'. El poeta onubense Juan Cobos Wilkins ha escrito en su novela El coraz¨®n de la tierra, uno de los ¨¦xitos editoriales de esta temporada, que la comarca onubense de El And¨¦valo 'tiene un aire encantado de cuento'. Una zona tan hermosa como pobre. Con sus encinas y sus minas. Y una crisis que en algunas localidades se agrava con el paso de los a?os. Desde diciembre, las cuatro empresas mineras de la comarca est¨¢n cerradas. Hay en El And¨¦valo 40.000 habitantes y un ¨ªndice de desempleo del 50%. El futuro es especialmente incierto para los j¨®venes de la zona. Entre febrero y junio de cada a?o, parte de la poblaci¨®n vive de trabajar en la campa?a de recolecci¨®n de la fresa. Esos vecinos recorren cada d¨ªa unos 70 kil¨®metros de viaje de ida y vuelta a las pr¨®speras localidades freseras de la costa de Huelva, como Cartaya y Lepe. Los habitantes de El And¨¦valo van y vienen diariamente en autob¨²s, a fin de evitar el desarraigo. Los alcaldes de El And¨¦valo reivindican, sobre todo, la diversificaci¨®n econ¨®mica e infraestructuras.
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