Europesetas
Vivimos en euros, pero pensamos en pesetas. Dec¨ªan que iba a ser cosa de cuatro d¨ªas, pero llevamos seis meses con el coraz¨®n y la cabeza divididos entre las dos monedas. No comprendemos el precio de las patatas ni de los autom¨®viles hasta que lo traducimos a pesetas. Es muy raro, como vivir en alem¨¢n y pensar en espa?ol. O como estar soltero y tener costumbres de casado. La realidad nos habla en euros y nosotros le contestamos en pesetas, o sea, en una lengua muerta. Por eso la realidad y nosotros no nos entendemos. El euro es ahora mismo el lat¨ªn del dinero: produce respeto porque no sabemos lo que dice, que es lo que ocurr¨ªa con las misas hasta que empezaron a retransmitirlas en castellano y nos dimos cuenta de que tampoco dec¨ªan nada del otro jueves. O sea, que un euro es una tonter¨ªa, s¨ª, pero una tonter¨ªa con c¨¦ntimos.
Un amigo m¨ªo ha dejado a su mujer por una chica joven, pero llama a la chica con el nombre de su ex porque no se acostumbra. Y aunque intenta convencerse de que echa polvos, se limita hacer el amor, que es lo que ha hecho siempre la gente de su edad. No sabemos cu¨¢nto durar¨¢ el euro, pero la peseta, al morir, se ha vuelto eterna. Y es que el euro est¨¢ bien como un amante ocasional, para pasearlo por las tiendas libres de impuestos con expresi¨®n centroeuropea, pero por las noches so?amos con la seguridad de la peseta. Nos metemos en la cama con una moneda y so?amos con otra. Y a primeros de mes traducimos la n¨®mina a t¨¦rminos matrimoniales, porque el euro promete mucho pero no da nada. Pagamos el cine en euros y la pel¨ªcula nos hace llorar en pesetas.
Nos gustar¨ªa saber cu¨¢nto va a durar esto. Los expertos se equivocaron o nos mintieron, pero ahora que el proceso es irreversible deber¨ªan decirnos la verdad. ?Seremos capaces de pagar alg¨²n d¨ªa la incineraci¨®n de los padres en euros, o tendremos que traducir sus cenizas a pesetas para asumir que han muerto? ?Por qu¨¦ la ortodoncia del ni?o nos conmueve m¨¢s si la calculamos en duros? Y sobre todo: ?es necesario que los comerciantes se aprovechen de la falta de afecto hacia el euro para que todo cueste un ojo de la cara? La respuesta, en pesetas. Gracias.
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