Bello infierno
'Yo, hijo de finales del c¨¦lebre siglo XIX, extraigo de ellos (los dos ¨²ltimos a?os vividos) el inquebrantable convencimiento de que el infierno existe, pero aqu¨ª en este mundo, y que yo acabo de pasar por ¨¦l'. Inferno (1899) es el libro que relata esos dos a?os vividos en Par¨ªs, con un regreso a Suecia de por medio y continuos cambios de domicilio causados por las alucinaciones de este periodo de locura. Strindberg es un artista que emerge de la mezcla de locura y genialidad, de vida y obra, de neurosis y creatividad. Es conveniente citar otro libro, Genio art¨ªstico y locura, de Karl Jaspers, tambi¨¦n publicado por El Acantilado y en el que se estudia el caso de Strindberg, entre otros. Pero ahora nos las vemos con uno de los textos que apoyan el estudio de Jaspers, Inferno, que no es ni una autobiograf¨ªa de esos dos a?os que ¨¦l considera dur¨ªsimos ni la narraci¨®n de un esp¨ªritu atormentado y visionario, sino la mezcla de ambas formas. El otro texto caracter¨ªstico que Strindberg escribi¨® previamente -y en franc¨¦s, como Inferno- es Alegato de un loco (1887), pero ¨¦ste tiene la intenci¨®n de ser eso, un alegato en su favor para desmentir su locura (lo que, parad¨®jicamente, ayud¨® mucho a estudiarla).
INFERNO
August Strindberg Traducci¨®n de Jos¨¦ Ram¨®n Monreal El Acantilado. Barcelona, 2002 406 p¨¢ginas. 19,23 euros
Ante todo, conviene advertir que estamos ante un escritor formidable. Narrador y dramaturgo, es una de las cumbres del teatro moderno. Tambi¨¦n fue ensayista, polemista y pintor. Hijo de un burgu¨¦s acomodado y de su sirvienta, fue siempre un provocador, un individualista irreductible, car¨¢cter que le atrajo no pocos conflictos con la sociedad sueca de su tiempo, que lo trat¨® como a un apestado. Su debilidad ante los dem¨¢s, su peque?ez ante el acoso, era su inmensa fuerza creadora, la que lo meti¨® en, y lo sac¨® de, un infierno.
E Inferno, el relato central, es la perfecta muestra de ello. No es el retrato de una ¨¦poca, tampoco es s¨®lo el autorretrato de un esp¨ªritu inestable dotado de un orgullo sat¨¢nico. Es m¨¢s: es tambi¨¦n el retrato de una mentalidad, lo que lo convierte en un texto de valor incalculable.
Hay un regusto baudeleriano
cuando, ya maduro, hablando de la juventud dice de ella: 'Adelante hacia lo desconocido, sin importar lo que sea, con tal de que no se trate de algo viejo'. Y unas l¨ªneas m¨¢s all¨¢: 'Ha terminado una ¨¦poca de experimentaci¨®n, y los experimentos han concluido con resultados negativos. Tanto mejor para el futuro, que as¨ª se beneficiar¨¢ de las saludables lecciones que pueden extraerse de los fracasos de estos hombres de vanguardia, perdidos en el desierto, ca¨ªdos como ni?os extraviados'. As¨ª se siente ¨¦l, pero en grado extremo; as¨ª es Inferno. Esta edici¨®n presenta el conjunto completo de textos de esa crisis, lo que le otorga especial valor. El texto final, Jacob lucha, de clara referencia b¨ªblica, describe el ¨²ltimo paso: tras el ni?o hipersensible, el devoto, el bohemio, el librepensador, el ateo, el creyente, el socialista, vemos la lucha religiosa final del autor y su fracaso, despu¨¦s del cual s¨®lo el reconocimiento del infierno en la tierra le librar¨¢ de la destrucci¨®n. Aqu¨ª est¨¢ tambi¨¦n, en p¨¢ginas memorables, el artista fascinado por la qu¨ªmica, el ocultismo, el hipnotismo, la telepat¨ªa... es decir, ese campo entre la ciencia y la vida que sedujo a tantas mentes po¨¦ticas amenazadas por un futuro imprevisible (como Poe, por ejemplo). Aunque en la secci¨®n segunda, Leyendas, resulte demasiado casu¨ªstico, nos reencuentra con ese regalo que a veces, obnubilados por lo nuevo, olvidamos: la persuasi¨®n y la belleza que emanan de la escritura del genio. Quiz¨¢ el olvido venga porque ya no existen genios y nos conformamos con lo que tenemos. Y si a lo dicho a?adimos que sigue siendo absolutamente moderno, como requer¨ªa Rimbaud.
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