'El poder quiere que seamos arcaicos, ex¨®ticos y folcl¨®ricos'
Bencheikh ha sorprendido a la opini¨®n p¨²blica estas ¨²ltimas semanas al reclamar, tras la primera vuelta de las presidenciales, que el voto musulm¨¢n fuese para Jacques Chirac, 'porque no se trata de votar derecha o izquierda, sino de votar a favor de la Rep¨²blica, que est¨¢ en peligro'.
Para un muft¨ª (jurisconsulto musulm¨¢n), esta toma de partido es arriesgada, pero a¨²n sorprendi¨® m¨¢s cuando afirm¨® que 'el jud¨ªo franc¨¦s sirve de bar¨®metro para el musulm¨¢n. En Occidente conocen mejor que nosotros lo que es la crueldad del fascismo'.
Pregunta. ?Le han criticado por esas palabras?
Respuesta. S¨ª, pero no me importa. ?Sabe?, el islam no tiene experiencia de laicismo y tampoco tiene, pues, la del anticlericalismo. Nuestra memoria no tiene inscrita seg¨²n qu¨¦ tipo de experiencias y reflexiones, es una memoria fresca. Un jud¨ªo, que es hijo de padres, abuelos, bisabuelos y antepasados que han sufrido persecuci¨®n, tiene una sensibilidad especial, unas antenas que le permiten detectar cu¨¢ndo el populismo puede transformarse en racismo o antisemitismo. Y cuando el jud¨ªo se inquieta, el musulm¨¢n debiera tener miedo.
'Los votantes isl¨¢micos se han inclinado por Chirac para agradecerle que, durante su visita a Jerusal¨¦n, criticara al Gobierno y al Ej¨¦rcito israel¨ª'
'El islam que yo defiendo pretende vivir la religi¨®n como una opci¨®n personal, espiritual. Que el Estado no intervenga m¨¢s que para defender la libertad'
'Los musulmanes lo que quieren es abandonar la barriada y el grupo, vivir como cualquier franc¨¦s. Si no tenemos diputados es porque no nos presentamos'
P. ?Cu¨¢ntos musulmanes hay en Francia?
R. La ley impide saberlo. En Francia, todos los ciudadanos son iguales, la religi¨®n o la raza no existen. A partir de ah¨ª, los soci¨®logos intentan hacer el c¨¢lculo a partir del origen geogr¨¢fico de las personas, y eso conlleva que los argelinos o los egipcios, por ejemplo, seamos considerados como musulmanes aunque en Egipto la minor¨ªa cat¨®lica es importante. Se habla de seis millones de musulmanes en Francia, m¨¢s otros tres millones clandestinos.
P. ?Y es posible saber por qui¨¦n se han inclinado quienes han acudido a las urnas en las ¨²ltimas presidenciales?
R. Por Chirac. Por Chirac y Mam¨¨re, el ecologista. Al presidente se le ha agradecido su actitud durante su visita a Jerusal¨¦n, que fuese capaz de criticar la actitud del Gobierno y del Ej¨¦rcito israel¨ª. A Jospin se le ha castigado por lo contrario, por su sionismo, por el hecho de calificar como 'terroristas' a la gente de Hezboll¨¢h.
P. ?Qu¨¦ suceder¨¢ el pr¨®ximo 23 de junio, d¨ªa en que debiera ser elegido el Conseil Fran?ais du Culte Musulman (CFCM), organismo representativo en el que usted participa?
R. Habr¨¢ que aplazar la votaci¨®n. Desde hace muchos a?os, los ministros franceses del Interior se suceden, y cada uno a su manera quiere tener ante s¨ª un organismo representativo del islam franc¨¦s. El CFCM fue ideado por Jean-Pierre Chev¨¨nement y re¨²ne representantes de las grandes mezquitas -Evry, Ly¨®n, Par¨ªs-, de las federaciones de musulmanes y un peque?o grupo de personalidades. Al principio, el CFCM era exclusivamente consultivo y, a eso, no hay nada que decir: un ministro consulta con quien quiere. Luego se ha querido que el CFCM tuviese la representaci¨®n institucional de una comunidad, y eso ya no es aceptable.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque la representatividad misma de cada uno de los que estamos en el CFCM puede ser puesta en cuesti¨®n. En Francia, ampar¨¢ndose en la ley de asociaciones de 1901, cualquier persona que lo desee puede alquilar un garaje y decidir que es una mezquita. Y cualquier tipo sin estudios puede considerarse imam. El poder pol¨ªtico franc¨¦s, y sobre todo los socialistas, parece que prefiere que los musulmanes seamos ex¨®ticos, arcaicos y folcl¨®ricos, y se siente inc¨®modo si somos racionales y civilizados, si no nos encerramos en nuestro peque?o mundo. Hay muchas mezquitas que no merecen ser consideradas como tales y es absurdo que el CFCM las legitime.
P. El islam m¨¢s retr¨®grado parece, sin embargo, tener mayor predicamento que el islam moderno que usted defiende.
R. ?Sabe?, la representaci¨®n social del islam en Francia es peculiar. En su d¨ªa, la mayor¨ªa de los emigrantes eran campesinos pobres que apenas sab¨ªan hablar en franc¨¦s, que nunca se integraron en la sociedad francesa, que no pod¨ªan comprender los mecanismos de la Administraci¨®n. Sus hijos llegaron cuando esos padres perdieron el trabajo, nunca han sido para ellos una referencia, y esos hijos han crecido sin un modelo. Son presa f¨¢cil para los predicadores de la Union des Organisations Islamiques en France (UOIF), que es el nombre que aqu¨ª toman los integristas Hermanos Musulmanes. ?stos y el Tabligh, que propone una religi¨®n reducida a chilaba, barba y ramad¨¢n, literalista y sin ning¨²n contenido espiritual, ofrecen a esos muchachos desorientados algo de lo que sentirse orgullosos, una pertenencia, un grupo al que integrarse. En Estados Unidos, un musulm¨¢n puede ser un hombre de negocios; en Bosnia es un intelectual o un cuadro dirigente, mientras que en Francia es un proletario o un hijo de proletario en el paro.
P. ?Y c¨®mo espera gan¨¢rselos?
R. Lo primero es evitar que el poder pol¨ªtico franc¨¦s siga respaldando un integrismo isl¨¢mico que en los pa¨ªses musulmanes ya est¨¢ desacreditado, que ya ha fracasado como alternativa pol¨ªtica y social. Los Hermanos Musulmanes, con o sin violencia, utilizan la religi¨®n para conseguir un poder temporal. El islam que yo defiendo es minoritario en el culto, pero es mayoritario en la comunidad. Los musulmanes quieren vivir su islam como una opci¨®n personal, espiritual, como su verdad. Quieren que el Estado no intervenga en cuestiones religiosas si no es para proteger la libertad de todos los cultos. Y yo quiero una mezquita en Marsella que sea abierta y transparente, hermosa, que reconcilie la ciudad con sus 130.000 o 150.000 musulmanes, de pronto ciudadanos tan respetables como los cat¨®licos o los jud¨ªos, gente que practicar¨¢ su religi¨®n de manera moderna y a la vista de todos.
P. Iniciativas como la de Mohamed Enacer Latreche, creando un Partido de los Musulmanes de Francia, va en contra de su sue?o de integraci¨®n.
R. ?Latreche es un loco! Ha estudiado en Arabia Saud¨ª e intenta implantar en Francia el modelo comunitarista propio de los pa¨ªses anglosajones. Juega con una realidad: apenas hay pol¨ªticos musulmanes en Francia, son poqu¨ªsimos los magreb¨ªes con cargos de responsabilidad. Y ¨¦l propone reforzar el gueto cuando todos los musulmanes lo que quieren es abandonar la barriada y el grupo, vivir como cualquier otro franc¨¦s. Yo digo que si no hay musulmanes en la Asamblea Nacional es porque no nos presentamos, porque no tenemos gente suficientemente preparada entre nosotros. Y la soluci¨®n no pasa por las cuotas o la llamada 'discriminaci¨®n positiva'.
P. Usted cree que el islam puede coexistir sin problemas con una Rep¨²blica laica.
R. Mire, no fue la Iglesia cat¨®lica la que eligi¨® separarse del Estado, sino m¨¢s bien lo contrario. El islam ha de emprender su reforma desde el interior, o la secularizaci¨®n se le impondr¨¢. La naturaleza tiene miedo al vac¨ªo.
P. Los peque?os problemas, como el del pa?uelo en la cabeza, sirven para enfrentar la comunidad musulmana a los dem¨¢s franceses.
R. Para m¨ª, una escuela laica tiene que garantizar que el profesor lo sea, que no intente adoctrinar a los alumnos, pero ¨¦stos tienen derecho a llevar su cruz, kipa o pa?uelo, aunque yo personalmente est¨¦ en contra del pa?uelo, que es un s¨ªmbolo de un sistema pol¨ªtico que no es propio del Magreb. La cabeza cubierta era para proteger a la mujer. Lo importante son los objetivos que Dios se propuso. Hoy, para proteger a la mujer, ¨¦sta necesita instruirse, estudiar, no ponerse pa?uelos en la cabeza. En Francia, los integristas pagan abogados para crear problemas legales con el asunto del pa?uelo.
P. ?Cu¨¢l es el peso de la financiaci¨®n extranjera en el islam franc¨¦s?
R. No se sabe con exactitud. Argelia est¨¢ detr¨¢s de la mezquita de Par¨ªs y paga a 60 imames. Arabia Saud¨ª, oficialmente, s¨®lo financia la mezquita de Mantes-la-Jolie, pero la UOIF recibe dinero de millonarios saud¨ªes. Los Emiratos ?rabes controlan el mercado de la carne hal?l mientras alguna de las federaciones est¨¢ econ¨®micamente respaldada por Marruecos.

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