El precio de un visado
Las relaciones de Espa?a con Latinoam¨¦rica pueden verse perjudicadas por la aplicaci¨®n de nuevos requisitos para entrar en la UE
Los primeros en protestar, en marzo de 2001, fueron Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y ?lvaro Mutis, los dos grandes de la literatura colombiana. Amenazaron con no volver a pisar territorio espa?ol si les exig¨ªan visado. Fue la reacci¨®n del Nobel y el Cervantes (reforzada por otras firmas ilustres en Colombia y en Espa?a) a la actitud del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. ?ste no hizo otra cosa que abstenerse (un gesto para salvar la cara) cuando la medida se discuti¨® entre los 15 pa¨ªses de la UE. Los otros 14 votaron a favor. De forma ineluctable, el 1 de enero de 2002, la puerta de Europa se cerr¨® un poco m¨¢s para los colombianos.
Desde entonces, ning¨²n otro pa¨ªs de la Am¨¦rica hispana se ha sumado a una lista negra de la UE en la que tambi¨¦n figuran Cuba, Per¨² y la Rep¨²blica Dominicana. Pero nada indica (si acaso lo contrario) que la tendencia a regular los flujos migratorios y a controlar qui¨¦n entra y para qu¨¦ en Europa no termine ampliando esa lista, m¨¢s pronto que tarde, a otros pa¨ªses latinoamericanos. Los desmentidos suenan m¨¢s a 'todav¨ªa no' que a 'eso no ocurrir¨¢'.
'Las exigencias espa?olas no son las de una madre, sino las de una madrastra'
Ya el pasado abril, con ocasi¨®n de la cumbre UE-Am¨¦rica Latina, se apunt¨® a Ecuador, Venezuela y Argentina como candidatos a seguir la estela de Colombia. La informaci¨®n en ese sentido publicada en El Peri¨®dico de Catalunya retumb¨® al otro lado del Atl¨¢ntico. El ministro de Exteriores argentino, Carlos Ruckauf, declar¨®: 'Ser¨ªa el triunfo de Le Pen. Si Europa hace esto, muchos de los que se rasgaron las vestiduras contra la derecha neonazi ser¨¢n igual que ellos'.
En el peor escenario posible, habr¨ªa sido la pr¨®xima cumbre de Sevilla la ocasi¨®n para que los Quince tomasen una decisi¨®n que marcar¨ªa un antes y un despu¨¦s en las relaciones de Espa?a con Am¨¦rica Latina. Demasiado fuerte: la presidencia espa?ola se cerrar¨ªa con una bofetada a un subcontinente que habla espa?ol, con lazos con la madre patria que van m¨¢s all¨¢ del inter¨¦s mutuo, que mira a Espa?a como puerta de entrada en Europa y que se ha convertido en campo natural de expansi¨®n de Telef¨®nica, Endesa, Repsol y otras grandes empresas que rivalizan all¨ª con Estados Unidos.
De ah¨ª el desmentido rotundo. Aznar se lo transmiti¨® a algunos de los participantes en la cumbre de abril. El ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, y el de Interior, Mariano Rajoy, lo hicieron de forma m¨¢s p¨²blica. Este ¨²ltimo, hace tan s¨®lo unos d¨ªas, descartaba que el pr¨®ximo fin de semana se vaya a plantear la ampliaci¨®n de la lista de pa¨ªses a los que se exigir¨¢ visado. Una forma de expresarse que dejaba la puerta abierta a que se haga despu¨¦s, cuando el costo pol¨ªtico para Espa?a sea menor. Consuelo Rum¨ª, secretaria de Pol¨ªticas Sociales y Migratorias del PSOE, asegura que ¨¦se es uno de los temas que 'se ha ca¨ªdo' de la agenda, pero s¨®lo 'tras una larga pugna' entre Interior y Exteriores.
Delia Blanco, presidenta de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado, a?ade otro ministerio a esa supuesta disputa de familia: el de Econom¨ªa, preocupado por la inevitable reciprocidad y las consecuencias sobre las inversiones. En cuanto a la actitud de Interior, se?ala, 'es cada vez m¨¢s restrictiva, con el objetivo de inmigraci¨®n cero'. Ella no cree que sea f¨¢cil extender la pol¨ªtica de exigencia de visados y espera que Espa?a 'defienda sus propios intereses, como hace el Reino Unido con los pa¨ªses de la Commonwealth'.
'Lo realmente importante', se?ala Blanco, 'son otras barreras a la inmigraci¨®n, los controles fronterizos, las dificultades para admitir refugiados, la reducci¨®n del plazo en que puede aplicarse la expulsi¨®n rigurosa, el fin de la regularizaci¨®n por arraigo. A efectos migratorios, los visados de turista no son tan vitales. Me preocupan m¨¢s los de trabajo. Ahora mismo se devuelve ya en las fronteras a gente que llega con visado de turista'.
La obligatoriedad de visado, aunque sea el tur¨ªstico de 90 d¨ªas de validez, abrir¨¢ una herida all¨¢ donde se aplique. As¨ª ha ocurrido en Colombia, seg¨²n informa Pilar Lozano. El escritor y columnista H¨¦ctor Abad Faciolince asegura en el semanario Cambio: 'Si los pa¨ªses latinoamericanos tuvieran alguna dignidad, exigir¨ªan de Europa un tratamiento muy distinto'. Un editorial del diario El Tiempo, ¨²nico de circulaci¨®n nacional, sosten¨ªa por su parte: 'Las exigencias espa?olas no son de madre, sino de madrastra: la dureza de la visa espa?ola hace a?orar a la de EE UU. Muchos abrazos en las cumbres internacionales pero poca consideraci¨®n en las oficinas'.
Entretanto, las colas frente al consulado espa?ol, no preparado para la avalancha, son interminables. Desde enero se han expedido unos 10.000 visados. Pero hay quien ve el lado positivo, como Jean Claude Bessudo, de la agencia Aviatur: 'Aunque no me guste la medida, creo que ante una situaci¨®n como la que ten¨ªamos antes, en la que una familia vend¨ªa todo lo que ten¨ªa, se iba a Madrid y era devuelta en el aeropuerto, casi es preferible este filtro previo'.
La UE camina hacia el establecimiento de un visado ¨²nico europeo, v¨¢lido para toda la Uni¨®n, incluso para el Reino Unido e Irlanda, que a¨²n est¨¢n fuera del grupo de Schengen, un espacio de libre circulaci¨®n que, a excepci¨®n de ¨¦stos, incluye a todos los pa¨ªses de la UE, m¨¢s Noruega e Islandia. El visado Schengen podr¨ªa convertirse as¨ª en visado UE.
De momento, sin embargo, Dubl¨ªn y Londres tienen su propia lista de pa¨ªses a cuyos ciudadanos se exige visado. Los brit¨¢nicos incluyen a otro pa¨ªs latinoamericano (Ecuador) y excluyen a muchos de la Commonwealth, con criterios que tienen mucho que ver con sus intereses directos y el deseo de protegerse de la inmigraci¨®n masiva. As¨ª, se exige visado para indios, bangladesh¨ªes, paquistan¨ªes y nigerianos, pero no a jamaicanos, namibios o surafricanos.
El pasado jueves, en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE celebrado en Luxemburgo, que presidi¨® Rajoy, se aprobaron las l¨ªneas directrices para el establecimiento de un Banco de Datos de Visados destinado a luchar contra el visa shopping: el deambular de consulado en consulado hasta encontrar uno que otorgue el preciado permiso de acceso, aunque sea como turista. Antes de marzo de 2003 deber¨¢ estar listo un estudio de viabilidad. Un ladrillo m¨¢s, seg¨²n los cr¨ªticos, a los intentos de controlar la inmigraci¨®n para levantar la fortaleza Europa.
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