El mejor ant¨ªdoto contra el '¨¦xtasis'
Una informaci¨®n clara es, hoy por hoy, la ¨²nica forma de evitar muertes por consumo de pastillas
Los efectos a largo plazo del consumo de drogas de s¨ªntesis no se conocen todav¨ªa. Pero su consumo est¨¢ perfectamente localizado: seis muertes por ¨¦xtasis en este a?o en ambientes de macrofiestas y discotecas han estigmatizado ya a la m¨²sica electr¨®nica. Esto permite que la prevenci¨®n se pueda desarrollar directamente sobre el terreno. Organizaciones privadas, como la catalana Energy Control, informan sin tapujos sobre las drogas disponibles en el ambiente de la noche. ?sa es la l¨ªnea de actuaci¨®n que ha adoptado tambi¨¦n el Gobierno vasco para evitar, si no el consumo, m¨¢s muertes relacionadas con el ¨¦xtasis. En el aspecto policial, en lo que va de a?o se han requisado ya m¨¢s pastillas que en todo 2001.
La ONG Energy Control detecta cada mes unos diez tipos nuevos de pastillas
A las cuatro de la madrugada del pasado viernes, Michael, un londinense presente en la primera noche del S¨®nar, confirm¨® la primera alarma en el puesto que la ONG Energy Control tiene dentro del festival S¨®nar, en Barcelona. Hab¨ªa adquirido por 10 euros una pastilla de tantas, en este caso en forma de rombo, con una raya en medio, blanca pero ligeramente rosada. Un t¨¦cnico comprob¨®, tras un r¨¢pido an¨¢lisis con un reactivo, que la pastilla no conten¨ªa MDMA, el principio activo del ¨¦xtasis. Le hab¨ªan timado, y ya era el tercero, que se supiera. 'Me la dio un tipo grande con una camiseta negra', maldec¨ªa, mientras tiraba el ¨¦xtasis falso a la basura. Poco despu¨¦s, un cartel anunciaba: '?Atenci¨®n! Rombo blanco sin logo NO MDMA'.
S¨®nar, uno de los festivales de m¨²sica techno m¨¢s importantes de Europa y el primero en calidad seg¨²n los cr¨ªticos, no escapa al estigma de este tipo de m¨²sica, asociada siempre al consumo de drogas de s¨ªntesis, sobre todo ¨¦xtasis. Desde 1996 han fallecido 35 personas y seis este a?o. La ¨²ltima, esta semana en Pamplona.
El viernes, el Gobierno vasco anunciaba una campa?a para 'prevenir, concienciar y disuadir' del consumo de drogas que incluye la presencia en las fiestas de psic¨®logos, trabajadores sociales y farmac¨®logos. El objetivo es informar a los potenciales consumidores de drogas de s¨ªntesis y hacer en el lugar an¨¢lisis de las pastillas, como ya hace en Catalu?a Energy Control. En el caso de S¨®nar, ¨¦ste es el cuarto a?o (de nueve ediciones) que se instalan a la entrada.
'Los propios grupos pol¨ªticos est¨¢n de acuerdo en que la informaci¨®n tiene que estar en los propios ambientes, y si es posible, partir de los organizadores', explica Josep Rovira, presidente de Energy Control. En sus folletos se pueden ver los distintivos del Plan Nacional sobre Drogas, la Diputaci¨®n de Barcelona o el Instituto Municipal de Salud P¨²blica de la ciudad.
Avanzada la noche, cada pocos minutos se acerca alguien con una nueva pastilla para saber qu¨¦ es. 'Normalmente conocemos todas las pastillas, porque recogemos muestras en distintos puntos de la ciudad durante la semana y las analizamos en el Instituto Municipal de Investigaciones M¨¦dicas. Para cuando llega el fin de semana o fiestas como ¨¦sta, sabemos perfectamente lo que hay en el mercado. Aqu¨ª analizamos s¨®lo las pocas que no conocemos'. Cada mes, detectan unos diez tipos nuevos s¨®lo en Barcelona.
Frente al mostrador, cinco amigos que llegaron desde Tarragona observan decenas de folletos. Jordi, de 24 a?os, consum¨ªa pastillas 'a 5.000 pelas cada una' hasta los 19. 'Ahora ya no, por problemas de arritmias'. Mientras criticaba a uno de los pinchadiscos ('este t¨ªo va de pastillas seguro, ?suena como si le estuviera estrujando los huevos a un gato!') se atrev¨ªa a afirmar que 'aunque esto est¨¦ muy tranquilo, aqu¨ª todo el mundo va de algo. El que no va de porros va de ¨¦xtasis o de anfetaminas. Y el que no, va borracho sin m¨¢s. Cada cual con su droga'.
La jornada del jueves transcurri¨® sin problemas en S¨®nar. Casi 9.000 asistentes y apenas un desmayo 'por mezcla de alcohol y coca, como siempre', como dec¨ªa un asistente de Cruz Roja. Sin embargo, consciente de lo deteriorada que est¨¢ la imagen de las fiestas techno, la Generalitat solicit¨® a la organizaci¨®n que adelantara el fin de las actuaciones de viernes y s¨¢bado, previsto para las nueve de la ma?ana. El pasado domingo, cinco j¨®venes acabaron en urgencias tras consumir GHB (una sustancia depresora muy potente) en una fiesta en Legan¨¦s, lo que ha supuesto la clausura del local y una investigaci¨®n contra los organizadores. El propio Rovira explica que 'el S¨®nar no presenta una situaci¨®n de riesgo clara. No es una macrofiesta de bakalao [la versi¨®n m¨¢s machacona y repetitiva del techno, despreciada por los entendi-dos]'. 'Sin embargo', aclara, 'es m¨²sica electr¨®nica'.
Los efectos a largo plazo de las pastillas no se conocen. Dentro de la generaci¨®n que est¨¢ sirviendo de conejillo de indias de estas drogas, son excepcionales por el momento tanto las muertes como los casos cr¨®nicos de depresi¨®n, insomnio, paranoia o psicosis que se han detectado tras un consumo intensivo o continuado. Por ejemplo, en la red de atenci¨®n a las drogodependencias (XAD) de la Generalitat apenas se iniciaron el a?o pasado 81 tratamientos de desintoxicaci¨®n por drogas de s¨ªntesis (el 0,7% de los atendidos). De hero¨ªna fueron 3.234 y de coca¨ªna 1.888.
Peter, canadiense de 19 a?os, prob¨® el ¨¦xtasis por primera vez en Ibiza hace dos semanas, y el jueves lleg¨® a S¨®nar dispuesto a repetir. Frente al puesto de Energy Control, ¨¦l y sus dos amigos de Calgary no acababan de comprender c¨®mo se puede informar sobre drogas pero no sobre c¨®mo conseguirlas, que era su intenci¨®n. 'Esto no es como Ibiza', afirmaba, 'en las discotecas de all¨ª los camellos te asaltan para ofrecerte las pastillas, aqu¨ª tienes que buscarlas'.
Aparte de los extranjeros que creen que el puesto es un dispensario de drogas, 'normalmente la gente viene preguntando por su propio consumo, para saber qu¨¦ se mete', explica Rovira.
Hacia las cinco de la madrugada, al rombo falso se a?adi¨® una pastilla con logo de Citro?n, que tampoco ten¨ªa efecto en los consumidores. 'No sabemos lo que tiene, pero lo que es seguro es que no tiene MDMA. Vamos a avisar tambi¨¦n sobre ¨¦sta', anunciaba un t¨¦cnico de Energy Control. A ra¨ªz de la escena, Jaume, de 24 a?os, ironizaba: 'Tambi¨¦n es cachondo que s¨®lo anuncien las pastillas que son falsas. Vamos, que te puedes meter lo que sea hasta que te d¨¦ un ataque, pero eso s¨ª, lo importante debe de ser que no te timen'.
Consumo en aumento
Seg¨²n fuentes policiales, s¨®lo hasta junio ya se han superado las 800.000 pastillas incautadas en todo el a?o pasado. El dato no permite conocer la evoluci¨®n del consumo, puesto que s¨®lo contabiliza el ¨¦xtasis que llega a manos de la polic¨ªa, no el que circula. Pero las encuestas peri¨®dicas del Plan Nacional sobre Drogas indican que ¨¦ste sigue aumentando. Pendientes los datos de la encuesta escolar (j¨®venes entre 14 y 18 a?os) de este a?o, la de 2000 indicaba un aumento de consumidores de ¨¦xtasis, mientras que bajaban los de coca¨ªna, anfetaminas y alucin¨®genos. Un 44% de los que prueban el ¨¦xtasis a esa edad se convierte en consumidor habitual. Sin embargo, la 'percepci¨®n del riesgo' es muy elevada, y los j¨®venes de Secundaria ven el ¨¦xtasis tan peligroso como la hero¨ªna o la coca¨ªna. El 85% de los encuestados piensa que puede provocar problemas graves o muy graves. La edad media de inicio al consumo es de 15,6 a?os y las motivaciones para su consumo se relacionan con divertirse (41,3%) y experimentar nuevas sensaciones (21,8%).
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