S¨®nar, BCN, usted y yo
- Bailemos el Limb¨®. S¨®nar Nocturn. Montju?c II, que se parece mucho a Matrix II. Matrix II se rod¨® en Australia. Esto tambi¨¦n est¨¢ en el five pino. Vengo a lo del concierto de los Pet Shop Boys. El local es un recinto ferial megaganso. Parece un Construmat para se?oritas con tatuaje y percing en el ombligo, de lo que se deduce que los tatuajes y los percing son, en un target, como los maletines y las corbatas en otro. El espacio ocupado por el S¨®nar nocturno resulta imposible de llenar. Es tan grande que, de pronto, en una regi¨®n del espacio todo sucede en el espacio -esta frase parece de Hawking, pero es de HH-, aparecen grupos de centenares de personas, que se desplazan abandonados a su propia l¨®gica, como los estorninos cuando se van a hacer nones. Sucede lo mismo en el Limbo de Dante, un macroespacio repleto de almas movi¨¦ndose, en ocasiones, en la misma direcci¨®n. El Limbo era donde iban las almas justas que no conocieron la existencia de un pacto entre Dios y Abraham & Sucesores, y no pudieron condenarse ni salvarse. Hoy en d¨ªa todos somos un poco usuarios del Limbo. Otro sign of the time del S¨®nar: la cosa va de m¨²sica tecno, el ¨²nico fen¨®meno verdaderamente nuevo que he visto en mi vida. Lo nuevo: se trata de m¨²sica colectiva, con una idea de autor¨ªa en ocasiones difusa. Y otro sign of the time: los Pet Shop Boys son los int¨¦rpretes del tema West End Girls. Una chica del West End es, de hecho, una pija. S¨®nar es una piedra angular de Barcelona. Y lo pijo, a su vez, es una piedra angular de la cosmovisi¨®n Barcelona.
S¨®nar es una piedra angular de Barcelona, tan grande que resulta imposible de llenar
- Lo pijo y lo charnego. En Barcelona es muy importante el concepto pijo. En Barcelona, el primer marxista, el primer falangista, el primer espiritista, el primer vegetariano, el primer yonqui, el primero que dej¨® de fumar, y el primer usuario del tecno fue, respectivamente, un pijo. El pijo barcelon¨¦s es un compromiso con la est¨¦tica de su tiempo. Curiosamente, en la novel¨ªstica del Barcelona, los cambiantes pijos son una met¨¢fora de lo que nunca cambia. Y los charnegos -aparecen en Mars¨¦, viven en Montalb¨¢n -el ¨²ltimo que a¨²n colea, bastante fond¨®n, es en la ¨²ltima de Mendoza-, son los sparrings de los cambios. ?aca. Bueno. S¨®nar. Hasta el a?o pasado, era una suerte de Real Club de Polo de los a?os cuarenta. Pillar una se?orita all¨¢ era como pillar un plan de pensiones. ?ltimamente, se est¨¢ charneguizando. La m¨²sica tecno ya es un fen¨®meno de masas. Dentro de cuatro d¨ªas llegar¨¢ a los guetos europeos -en UK, verbigracia, lo que est¨¢ tirando es el tecno hind¨², nacido en los guetos hind¨²es de Londres-. Cuando se generalice esa situaci¨®n, nuestro pijos ya estar¨¢n en la nueva est¨¦tica vigente. Igual es Al Qaeda. En esto me cruzo con una pija king-size. Todo apunta a que no es de Al Qaeda. Es m¨¢s, lleva unos pantalones transparentes. De cristal. No lleva ropa interior. Se ha depilado, y a trav¨¦s del cristal de sus pantalones ves el fruto de su vientre, que es una fresa. Uno la contempla y comprende que somos de cristal. En Madrid, los pijos adquieren Rolex. En Barcelona construyen La Pedrera y ventanas de cristal a trav¨¦s de las cuales ves una fresa. Igual son dos regiones de la misma violencia. Mais voil¨¤ la diference. Vaya, ya ha empezado el concierto.
- El amor en tiempos en los que ni hay c¨®lera. Los Pet Shop Boys aparecen con chorrocientos m¨²sicos para realizar un concierto que podr¨ªan haber hecho con un cacharro japon¨¦s y un PC. Bueno, me he pasado. Un Mac. Es curioso que la m¨²sica tecno, un producto enlatado, f¨¢cil, democr¨¢tico, tenga que simular aparatosidad cuando se realiza en p¨²blico. Ahora que lo pienso, sucede un poco lo mismo en el Premio Planeta, cuando el Premio Planeta se hace p¨²blico. El concierto avanza y aparecen las canciones m¨¢s chunca-chunda. Descubro que la mayor¨ªa de publico son grupos masculinos, vestidos de marinero de Querelle el d¨ªa que en el barco toca cambio de muda. Bailan como Al Pacino en Serpico, aquella peli inquietante, mam¨¢. La impresi¨®n es que les das a elegir entre una miss venezolana y un perito agr¨®nomo y, en esa tesitura, optan por el perito agr¨®nomo. Quiz¨¢ es otro sign of the time. Finaliza el concierto. Me voy a la zona VIP.
- Lo VIP en una ciudad pija. Por el camino, me topo con varias macrosalas ocupadas en diversos conciertos. En una, un se?or con un cacharro japon¨¦s y un PC fabrica m¨²sica. M¨²sica sencilla y perpleja. Como unos pantalones de cristal. La m¨²sica te recuerda a algo de ti, que es tu ¨¦poca. Tu ¨¦poca es aquello que, en determinados momentos, te acaricia la nuca y te hace sentir vivo. Y mortal. Me topo con una pista de autochoques pija. Es como una pista de autochoques de toda la vida. Pero sin los Boney-M. Llego a la sala VIPS. No se puede pasar. Pero accedo con unos amigotes por el sistema charnego-power. Nos pimplamos unas cervezas. A un amigote le da la brasa una corresponsal norteamericana. Es bizca. Le encanta Barcelona, su dise?o y todo eso. De lo que se deduce que Barcelona es tambi¨¦n una ciudad para norteamericanos bizcos.
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