La estrella es... Beckham
La presencia del ingl¨¦s en la grada convulsion¨® al p¨²blico de Kobe
De los 40.440 espectadores reunidos anoche en el estadio de Kobe para el partido entre Brasil y B¨¦lgica, aproximadamente 40.398 iban vestido de amarillo canarinho. Pero, media hora antes de comenzar el partido, mientras los jugadores brasile?os se calentaban en el campo, el p¨²blico, de repente, se enter¨® de que Beckham estaba en el estadio, que hab¨ªa venido con otros jugadores de la selecci¨®n inglesa a presenciar un encuentro cuyo ganador se medir¨ªa el viernes contra Inglaterra en los cuartos de final.
As¨ª que, por m¨¢s camisetas amarillas que hubiese, los brasile?os dejaron de tener inter¨¦s. Al menos a lo largo de todo el costado del estadio donde estaba sentado Beckham, todo el mundo o se gir¨® hacia atr¨¢s o inclin¨® el cuello para poder ver, con sus propios ojos, al superh¨¦roe ingl¨¦s. Miles de c¨¢maras fotogr¨¢ficas apuntaron a Beckham desde todos los ¨¢ngulos posibles. La polic¨ªa, que en general hab¨ªa podido mantener el orden en todos los estadios japoneses, perdi¨® todo control. La gente saltaba vallas, bloqueaba pasillos, hac¨ªa todo lo humanamente posible para poder ver a Beckham, poder contar a sus amigos por el resto de sus d¨ªas que le hab¨ªan visto, y hacer la foto m¨¢s memorable que har¨ªan jam¨¢s.
Rein¨® la histeria durante una media hora, hasta que empezo el partido y, por cortes¨ªa al menos -los japoneses son una gente muy cort¨¦s- apartaron la vista por fin de Beckham y se fijaron en el c¨¦sped. Curiosamente, por mucho que la moda amarilla parece haber pegado en Kobe, hubo muy poco ruido durante el encuentro, teniendo en cuenta que era de los octavos de final.Muy poca animaci¨®n audible a favor de Brasil. Varias veces durante el partido se pudo o¨ªr sobre el silencio general a los 40 belgas que hab¨ªan hecho el viaje a Jap¨®n; a veces se pod¨ªa o¨ªr, con nitidez, a los dos que m¨¢s ruido hac¨ªan.
En el instante que el ¨¢rbitro pit¨® el final del primer tiempo, cientos, y al rato miles, de cabezas japonesas se giraron una vez m¨¢s en direcci¨®n a Beckham. Incluso cuando salieron los dos equipos para el comienzo del segundo periodo muchos ni se enteraron. Miles segu¨ªan mirando no hacia delante, sino hacia atr¨¢s.
La verdad es que Rivaldo es Rivaldo y Ronaldo es Ronaldo. Son lo que son: grandes jugadores de f¨²tbol. Pero Beckham es m¨¢s que un futbolista. Tambien es Madonna, Brad Pitt o los Bea-tles. En el Manchester acaba de renovar por 160.000 euros a la semana. Le timaron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.