Los dos pelirrojos
Scholes y Butt se han convertido en la roca y el eje de Inglaterra
Todo el mundo cuando piensa en Inglaterra piensa en Beckham y Owen y quiz¨¢s, ante Brasil hoy, su hora de gloria haya llegado. Pero en lo que va del Mundial hay otros dos jugadores, dos pelirrojos poco vistosos -de baja estatura y limitado glamour- cuya contribuci¨®n ha sido m¨¢s determinante. Nicky Butt, el eterno suplente de Roy Keane en el Manchester, y Paul Scholes, tambi¨¦n del United, cuyo talento ser¨ªa m¨¢s reconocido si fuese menos t¨ªmido, han sido las dos figuras claves en el centro del medio campo ingl¨¦s.
Juegan uno al lado del otro en el coraz¨®n del 4-4-2 de Eriksson y el resultado del partido m¨¢s carism¨¢tico del Mundial hasta la fecha depender¨¢ en gran parte de c¨®mo jueguen estos dos jugadores de 27 a?os que se conocen ¨ªntimamente desde los 14, cuando militaban en el juvenil del Manchester. Butt es el soldado: depredador, destructor, hombre de batalla. Scholes, con su primer toque privilegiado, es el que maneja el bal¨®n, impone el orden, inicia los ataques. O, mejor dicho, contraataques. Porque as¨ª ha jugado Inglaterra.
Butt es el soldado: depredador, destructor; Scholes, el que impone el orden e inicia los ataques
'Estoy jugando mejor que nunca para la selecci¨®n y con m¨¢s confianza', dijo Butt al finalizar un entrenamiento al lado del mar, en la isla de Awaji. 'Pero no soy capaz de pegar el bal¨®n como Becks, por ejemplo. Yo juego con sencillez pero, espero, con efectividad'. La estrategia inglesa contra Brasil no contiene grandes misterios, explic¨® Butt, se?alado por Alex Ferguson, su entrenador en el Manchester, como 'el hombre estrella' de la selecci¨®n en los primeros cuatro partidos del Mundial. 'Si vamos a ganar a Brasil lo que vamos a tener que hacer ante todo es pararlos, no dejarles jugar', dijo Butt. 'Hemos estado defendiendo como equipo, con los cuatro atr¨¢s y los cuatro en el medio campo, y ha funcionado. S¨®lo hemos concedido un gol. Tenemos jugadores de primera pero lo m¨¢s importante de todo es mantener el ¨®rden t¨¢ctico, no salir de nuestras posiciones e impedir que anoten un gol'.
Cuando Butt jugaba en juveniles los t¨¦cnicos lo consideraban como el futbolista con m¨¢s posibilidades. Incluso m¨¢s que Beckham. Quiz¨¢s fue un problema de humildad lo que permiti¨® que Beckham, Scholes y hasta los hermanos Neville se le adelantaran. De vez en cuando se comprende por qu¨¦ hab¨ªa despertado tanta expectaci¨®n durante la adolescencia. Como en el partido contra Argentina cuando no s¨®lo cumpli¨® su papel primordial, aniquilar a su otro compa?ero del Manchester, Ver¨®n, sino que demostr¨® un gran aplomo bajo el fuego argentino. Siempre parec¨ªa que ten¨ªa m¨¢s tiempo que sus rivales el bal¨®n y nadie lo pas¨® mejor que ¨¦l en toda la noche.
'Nicky ha estado jugando maravillosamante bien durante a?os', coment¨® Scholes. 'No ha sido ninguna sorpresa para los que le conocemos. El problema es que s¨®lo ahora est¨¢ empezando a recibir el reconocimiento que se merece'. Scholes, en cambio, ha recibido bastantes m¨¢s elogios en su carrera que Butt pero, por diferentes motivos, el Mundial tambi¨¦n le ha venido como agua de mayo. Scholes tuvo una mala temporada en el Manchester, debido en gran parte a la aparici¨®n de Ver¨®n en el medio campo, que le oblig¨® a jugar en posiciones en las que se sent¨ªa menos c¨®modo. Con Eriksson juega donde le gusta y ha recuperado de lo que siempre ha estado m¨¢s necesitado: la confianza para desplegar en el campo su indiscutible habilidad. Posee algunas de las virtudes de Ra¨²l. Encuentra los espacios con mucha inteligencia, tiene un gran primer toque y es un excelente rematador dentro del ¨¢rea. Lo que no posee es lo que Ra¨²l tiene en abundancia: un car¨¢cter ganador. No es un crack mental.
Aunque a veces lo puede ser. Hubo una ¨¦poca en la que ni Owen ni nadie marcaba m¨¢s goles que ¨¦l para la selecci¨®n. Pero ahora lleva 13 encuentros sin marcar. En parte se debe al planteamiento defensivo de Eriksson, al papel que le ha designado a Scholes de barrer el medio campo tras el trabajo sucio de Butt; inciar los ataques pero no completarlos. Como el propio Scholes dijo esta semana, 'no estoy seguro porque no estoy marcando, aunque quiz¨¢s sea porque no me estoy incorporando tanto al ataque'.
Kenny Sansom, gran lateral que jug¨® para la selecci¨®n inglesa en los a?os ochenta, opina que Scholes posee un enorme talento y que 'la hora ha llegado quiz¨¢s de soltarle la correa'. Pero es dudoso que Eriksson le d¨¦ esa libertad, a no ser que Inglaterra vaya atr¨¢s en el marcador faltando media hora del partido. El plan del sueco, forjado en el f¨²tbol italiano, ha sido hasta ahora precavido, conservador y no va a salir jugando a la brasile?a. No. Scholes har¨¢ pareja inseparable con Butt. Los peque?os pelirrojos, con cara de ni?os chicos, se han convertido en la roca y el eje de la nueva Inglaterra.
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