Los 'se?ores de la guerra' no ocultan sus armas en la Loya Jirga
Los poderosos l¨ªderes guerreros que controlan Afganist¨¢n fuerzan a Karzai a aplazar la formaci¨®n de Gobierno en la Gran Asamblea
El general Dostum entra con paso decidido. Le siguen media docena de guardaespaldas. Suena el arco detector de metales, pero los agentes de seguridad s¨®lo consiguen parar a los dos ¨²ltimos. Seguramente van armados, lo que contraviene las reglas de la Loya Jirga, la Gran Asamblea con la que los afganos esperan devolver su pa¨ªs a la normalidad. ?Qui¨¦n les dice nada? Abdul Rashid Dostum es uno de los poderosos se?ores de la guerra que controlan Afganist¨¢n. Para muchos delegados de la asamblea, ellos son los responsables de la destrucci¨®n del pa¨ªs y de que el presidente electo, Hamid Karzai, haya retrasado 24 horas, hasta hoy, el anuncio de su nuevo Gabinete.
'Hay mucha gente capaz y pocos ministerios. ?Qu¨¦ hago? ?Aumento el n¨²mero de ministerios o reduzco el n¨²mero de candidatos?', pregunt¨® Karzai en un tono bromista que s¨®lo suscit¨® medias sonrisas. El ambiente no estaba para gracias. Los delegados, m¨¢s de 1.600 afganos venidos de todos los rincones del pa¨ªs y del mundo, esperaban la presencia de su presidente desde primera hora de la ma?ana. 'Les pido un d¨ªa m¨¢s', a?adi¨® Karzai. Se oyeron protestas al fondo de la carpa. 'Bueno, hagan lo que les parezca; yo me tomo otro d¨ªa y as¨ª les dar¨¢ tiempo a discutir sobre el Parlamento', concluy¨®.
'Es una tomadura de pelo', se quejaron varios delegados con los que pudo hablar esta enviada. El debate sobre la elecci¨®n de un consejo legislativo ha quedado enterrado en cuestiones de procedimiento. Aunque las protestas no fueron m¨¢s all¨¢, ya al inicio de la tarde hubo muestras de descontento cuando la mayor¨ªa opt¨® por boicotear la reuni¨®n hasta la hora de la esperada intervenci¨®n del presidente. Karzai hab¨ªa prometido el d¨ªa anterior que acudir¨ªa con la lista de ministros.
'Nos est¨¢n haciendo perder el tiempo hasta que nos enteremos de lo que se ha cocinado a nuestras espaldas', denuncia Sibgatullah Semjar, uno de los delegados que m¨¢s valientemente han intervenido en contra de los se?ores de la guerra. Semjar ha recogido cerca de medio millar de firmas en apoyo de su candidatura a ministro de Interior, pero ¨¦se es uno de los cargos clave que van a distribuirse seg¨²n intereses ¨¦tnicos.
'No han llegado a un acuerdo porque no quieren dar el poder a la gente', declara Abdul Fatah Nur Said, un representante de los afganos refugiados en Peshawar (Pakist¨¢n). 'Karzai es un dem¨®crata, pero los se?ores de la guerra no le dejan trabajar', explica, 'ellos tienen el dinero y las armas'. Lo que este ex oficial del Ej¨¦rcito no entiende es por qu¨¦ 'Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional que quieren la democracia para Afganist¨¢n, no pueden imponerla'.
'Es una oportunidad perdida', admite a EL PA?S un alto funcionario de Naciones Unidas bajo la condici¨®n del anonimato. 'Estados Unidos es el principal actor, pero todos, incluida la ONU, estamos siendo c¨®mplices. No hay un verdadero deseo de democracia. Es un error haber planteado una elecci¨®n entre democracia y estabilidad; la una depende de la otra', a?ade sin esconder su malestar. La fuente apunta sin decirlo al apoyo que Washington ha dado al autoproclamado mariscal Fahim, el actual ministro de Defensa y titular de una milicia de 18.000 hombres.
Las interpretaciones de los observadores internacionales var¨ªan. La mayor¨ªa opinan que el retraso de Karzai es un mal signo de las dificultades que afronta. Sin embargo, otras fuentes consideran que 'le han querido poner contra las cuerdas y ha salido airoso'. Habr¨¢ que esperar a conocer los nombres hoy para saber en qu¨¦ medida se atreve a enfrentarse a los cabecillas militares que tienen tomada como reh¨¦n a la mayor parte del pa¨ªs. Entonces, y antes de la clausura de la Loya Jirga, se proceder¨¢ a la investidura del Gobierno. El Parlamento puede esperar.
[Al menos dos cohetes explotaron ayer cerca de la Embajada de EE UU en Kabul, sin que se produjeran v¨ªctimas, informa Reuters. Uno de los proyectiles hizo explosi¨®n a unos 800 metros de la misi¨®n estadounidense y el segundo cerca de la residencia del ex rey Mohamed Zahir Shah.]
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