Uiso en la cuadra de los Medici

La ciudad italiana de Florencia es una sugestiva carga de profundidad para Uiso Alemany (Valencia, 1941) desde que la visit¨® por primera vez a los 20 a?os con otros dos pintores desde su autoexilio en Alemania. Entonces su ignorancia estall¨® contra ese paisaje pl¨¢stico refinado y su expresi¨®n de asombro fue acaso el primer precedente de sus peculiares caras descoyuntadas. Ahora algunas de esas faces ocupan las caballerizas de la que fue la primera mansi¨®n a gran escala del siglo XV de Florencia, el Palacio Medicci Riccardi.

La exposici¨®n, a la que el artista rehuye dar nombre, arranca hoy como complemento cultural de la Feria Internacional de la Moda Masculina de Florencia (Pitti Uomo), en cuyo acto de apertura, celebrado el pasado mi¨¦rcoles con un espect¨¢culo de la Fura dels Baus, participaron siete dise?adores valencianos. En este fasto brusco y a la vez sutil, inspirado en La divina comedia de Dante Alighieri, cada dise?ador envolvi¨® con una de sus creaciones uno de los siete pecados capitales, encarnados por modelos para las que otros siete estilistas valencianos hab¨ªan concebido un peinado en simbiosis con los dibujos de este artista que se define como 'un lobo rabioso'.

Al no haber concluido todav¨ªa los trabajos de restauraci¨®n de la sala en la que estaba prevista la exposici¨®n, que consagra hoy la subsecretaria de Promoci¨®n Cultural, Consuelo Ciscar, la obra ha tenido que ubicarse en el patio de las caballerizas. 'No puedo pretender otra cosa que exponer mi obra en la cuadra de este palacio', bromea Uiso Alemany. Sin embargo, se trata de un recinto crucial por el que hay que pasar si se quiere acceder al resto de las estancias de este palacio de la Via Cavour, lo que aumenta su potencial. La muestra, comisariada por su m¨¢ximo especialista, Fernando Castro Fl¨®rez, ha sido en gran parte determinada por el entorno, puesto que el car¨¢cter monumental del edificio no permite clavar ni colgar nada en sus muros.

Para vencer ese obst¨¢culo el director de programaci¨®n de la Bienal de Valencia, Tom¨¢s Ruiz ha construido un gran panel tachonado con 'peque?a obra dibuj¨ªstica' (120 piezas de diversos tama?os que se han mostrado en M¨¦xico, Uruguay, Argentina, Brasil, Cuba...), y que, situado a la entrada del patio, supone el soporte gr¨¢fico de una docena de piezas grandes de la exposici¨®n El rostro dislocado, que present¨® en Valencia en 1998. Se trata de cajas con las que se hace un discurso sobre el embalaje y la obra -'sobre el discurso de c¨®mo todo es todo', de acuerdo con la precisi¨®n del autor-, que se sustancian y sustentan a s¨ª mismas sin tener que buscar un apoyo en esas paredes.

Estas piezas fueron concebidas para amortiguar el impacto en un marco tambi¨¦n protegido como L'Almod¨ª, pero tambi¨¦n para resolver inconvenientes pr¨¢cticos que surg¨ªan cada vez que hab¨ªa que transportarlas a pa¨ªses donde las condiciones de montaje no eran las deseables. El artista pens¨® esa obra en su integridad, partiendo de la caja. As¨ª, seg¨²n el profesor de Est¨¦tica y Teor¨ªa de las Artes Miguel Cereceda, 'la obra de Uiso Alemany asum¨ªa desde el principio no s¨®lo la condici¨®n de la cosa, sino sobre todo la condici¨®n de mercanc¨ªa', situando este trabajo 'en un punto de vista diametralmente opuesto al del arte conceptual'.

La protecci¨®n del palacio es la raz¨®n por la que el artista no ha recurrido a su obra m¨¢s reciente, la que colg¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid el pasado mes de septiembre bajo el t¨ªtulo de Aborigen.

La muestra se prolongar¨¢ hasta el 21 de julio, cuando Alemany estar¨¢ compartiendo con Miquel Navarro y Manuel Vald¨¦s una exposici¨®n en la sede de una fundaci¨®n financiera en Sao Paulo (Brasil), montada por Emanuel Ara¨²jo, el director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de aquella ciudad. Asimismo, el pintor producir¨¢ una exposici¨®n en Brasil para este museo de Sao Paulo, mientras en la agenda de su obra hay anotadas otras citas en Los ?ngeles (Estados Unidos) y Lisboa (Portugal).