'Metal¨²rgico de toda la vida'

'Un metal¨²rgico de toda la vida'. As¨ª se define Miquel Valls. Su familia, antigua propietaria de Valls Sistac, estuvo vinculada al sector metal¨²rgico a trav¨¦s del emblem¨¢tico empresario Dami¨¤ Mateo. Valls Sistar cerr¨® en la d¨¦cada de 1970 despu¨¦s de suspender pagos, cuando Miquel Valls hab¨ªa cumplido apenas los 30.

Es economista. Curs¨® estudios en Barcelona y en Bilbao y se diplom¨® en el IESE y en Suiza. De Bilbao guarda gratos recuerdos, hasta el punto de que asegura: 'soy un buen conocedor del nacionalismo vasco'. Casado con Ana Dur¨¢n y con cinco hijos, entr¨® en 1968 en el consejo de Fichet, firma en la que la familia Valls siempre mantuvo una participaci¨®n significativa pero minoritaria. Fichet, cuya filial espa?ola fue fundada en 1915, ya no pertenece a la multinacional gala Fichet, sino que est¨¢ controlada por el gigante sueco Gunnebo, que adquiri¨® todo el grupo en 1999. Desde entonces, la familia Valls ya no tiene ninguna participaci¨®n en el capital de Fichet. Pese a ello, Miquel Valls sigue desempe?ando la presidencia de la empresa y ha salido elegido miembro del plenario de la C¨¢mara de Comercio y presidente en representaci¨®n de Fichet.

El nuevo presidente de la C¨¢mara de Barcelona asume la m¨¢xima representaci¨®n en una entidad que tiene un presupuesto anual de 18 millones de euros y un censo de aproximadamente 300.000 empresas.

Valls se define como 'pol¨ªticamente independiente' y rechaza que el comit¨¦ ejecutivo que result¨® elegido ayer tenga una fuerte influencia del PP, ya que 'yo s¨®lo veo a una persona de ese partido', asegura en referencia al delegado especial del Gobierno en el Consorcio de la Zona Franca, Enrique Lacalle.

Aficionado al esqu¨ª y al golf, su verdadera pasi¨®n son los libros antiguos, y no resulta dif¨ªcil verlo, en los d¨ªas festivos y feriados, en el barcelon¨¦s mercado de Sant Antoni a la caza de alg¨²n ejemplar curioso. 'Soy bibli¨®filo, pero no tengo ning¨²n incunable porque sus precios est¨¢n por la las nubes. Sin embargo, en mi colecci¨®n cuento con varias primeras ediciones e incluso con ejemplares del siglo XVIII', revela.