Cruzado el ecuador

Cruzado el ecuador de la temporada, certificado el dominio abrumador de Ferrari, el preocupante estancamiento de Williams y la insuficiente recuperaci¨®n de McLaren, lo ¨²nico que queda por dilucidar es si habr¨¢ que medir en a?os luz la distancia entre los b¨®lidos italianos y el resto, y qui¨¦n ganar¨¢ el campeonato de los segundones.

Ayer, sin embargo, se produjo algo inesperado y muy de agradecer; por unos instantes pareci¨® que los protagonistas se saltaban el gui¨®n: Michael Schumacher cometi¨® un error, e incluso se sali¨® de la pista. Finalmente todo qued¨® en un peque?o susto, en tan poco, que lo que acab¨® manteniendo la atenci¨®n de los aficionados hasta el mismo final de la carrera fue el averiguar si, de nuevo, los intratables Jen Todd y Russell Brown obligar¨ªan o no a Rubens Barrichello, el segundo piloto de Ferrari, a ceder el triunfo a la gran estrella teutona. No fue as¨ª, aunque ahora la duda es si Schumi hubiera podido adelantar al brasile?o y, en esta ocasi¨®n las ¨®rdenes fueron a la inversa, pendientes como est¨¢n en Maranello de la decisi¨®n que esta semana debe tomar el alto tribunal de la Federaci¨®n sobre el lamentable espect¨¢culo protagonizado en Austria hace un mes.

Que sea la propia Ferrari la encargada de mantener la emoci¨®n en el campeonato lo dice todo. Y es que por detr¨¢s s¨®lo se detecta un rumor lejano, tan lejano que es casi inaudible. Los Williams-BMW llevan ya demasiadas carreras sin mostrar los dientes m¨¢s que en los entrenamientos. Para el peque?o de los Schumacher, Ralf, la carrera de ayer es para olvidar. Montoya mantuvo el tipo detr¨¢s de los dos Ferrari haciendo de tap¨®n. En cuanto desapareci¨®, llev¨¢ndose a Coulthard consigo, se vio enseguida que no era el d¨ªa de los b¨®lidos blancos y azules. A media carrera s¨®lo quedaba el prometedor Raikkonen, muy verde a¨²n para grandes gestas. McLaren, por lo menos, ha frenado la ca¨ªda para ir a m¨¢s.

Por detr¨¢s de los tres grandes, Renault aguanta el envite esperando que madure su proyecto. Sauber se mantiene en una digna estabilidad. Toyota no aguanta. Jordan y BAR est¨¢n sin aliento. Y lo de Jaguar tiene delito. Pedro de la Rosa corre el riesgo de acostumbrarse a perder, que es lo peor que le puede pasar a un piloto.