Vaya plan
Sospecho que esa decisi¨®n del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que proh¨ªbe la ejecuci¨®n de asesinos cuando sean deficientes mentales, no s¨®lo es una justa y sabia medida. Puede que tambi¨¦n sea, encubiertamente, una especie de ley de amnist¨ªa a la que el presidente Encefalograma C¨®ncavo podr¨¢ acogerse en alg¨²n momento de su mandato, si sigue discurriendo con la habilidad que le caracteriza.
Reconocer¨¢n que resulta sospechoso que los jueces se hayan pronunciado justo cuando hay un segundo Bush al frente de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo. La pregunta que debemos hacernos, pues, no es por qu¨¦ tal determinaci¨®n del Supremo, sino m¨¢s bien c¨®mo la pondr¨¢n en pr¨¢ctica. Es decir, c¨®mo se las arreglar¨¢n para discernir si un condenado es lo bastante deficiente.
Lo tienen f¨¢cil. Basta con pedirle que idee un plan de paz para el conflicto palestino-israel¨ª. Alguien con la neurona convenientemente peinada al agua no dudar¨ªa en proponer una necedad como la que se le ha ocurrido al presidente Asombro Incesante, despu¨¦s de darle vueltas al asunto como a la galleta asesina, pero durante mucho m¨¢s tiempo.
La inteligente abogada Hanan Ashrawi, que fue portavoz palestina en la Conferencia de Paz de Madrid, ha respondido que 'Bush presenta una visi¨®n, sin proporcionarnos un mapa de carreteras'. Ni falta que les hacen, los mapas. Es Israel quien posee las tierras, las controla, las presta y retoma cuando se le pasa por la zarza ardiente. ?Qui¨¦n demonios necesita mapas? Los israel¨ªes se orientan, como Garbancito de la Mancha, contando los tanques que dejan atr¨¢s, los retenes de vigilancia que dejan atr¨¢s, las torres de control que dejan atr¨¢s, las casas derruidas que dejan atr¨¢s. En cuanto a los activistas suicidas palestinos ya encontrar¨¢n, en este oscuro plan que pide democratizaci¨®n a un pueblo sin tierra, un agujero por el que meterse para reventar inocentes.
Se pregunta el gran Robert Fisk en The Independent, ir¨®nicamente, por qu¨¦ no permite Bush que Sharon se ponga al frente de su oficina de prensa. Bueno, ?c¨®mo puede estar seguro de que no lo ha hecho ya?
Hay algo cierto: el absurdo plan que tanto excita a los forofos de EE UU en Europa s¨®lo garantiza que siga el ba?o de sangre.
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